Capítulo 14.

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Habían pasado poco más de dos meses desde que Danielle había desaparecido y desde entonces no sabía cómo sentirse

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Habían pasado poco más de dos meses desde que Danielle había desaparecido y desde entonces no sabía cómo sentirse. El saber que hay todo un mundo lleno de vampiros, licántropos brujas y quien sabe que más. Todo esa información de golpe sin duda la había agotado.

Muy a pesar de lo que otros pensarían los Strix no tenían en malas condiciones a Danielle, se podría decir que incluso a pesar de ser un rehén tenía bastantes privilegios, pero sabía que todo podía cambiar de un momento a otro. Sea lo que fuera el problema que tenían con Elijah no había duda de que ella estaba implicada en algo. Las pocas palabras que había escuchado de los vampiros que la rodeaban o que se dedicaban a estar a su alrededor solo murmuraban lo mismo.

La venganza perfecta es cuando Elijah tengo que tomar la decisión más difícil de su vida y tendrá que vivir con su sufrimiento.

¿Cuál decisión? Esa era la duda que más carcomía la mente de la rubia. No quería que Elijah tuviese que elegir y más aún si se trataba de ella porque sabía que no dudaría en salvarla. Sinceramente ella quería vivir, no por ella, sino por Madison. Quería verla graduarse de la universidad, ver a sus nietos crecer y viajar por todo el mundo, pero parecía que la vida tenía diferentes planes para ella.

Por meses logro hacerse a la idea de que la convertirían en vampiro y la torturarían, pero parecía que solamente aguardaban al momento preciso para atacar. Danielle se la pasaba llorando día tras días pues solo quería regresar con su hija y con Elijah pues eran con las únicas personas con quienes se podía sentir a salvo. La vida era muy injusta con ella, primero fue el abandono del padre de Madison al enterarse que estaba embarazada, luego sus padre corriéndola de su hogar por solo tener diecisiete años. El tener de trabajar y estudiar para salir adelante, dejar todo atrás solo para llegar a Nueva Orleans en donde se enamoró nuevamente, pero esta vez de un super vampiro y con ello sus enemigos la tuvieron en su mira.

Quería llorar y desahogarse con alguien que la escuchara. Los Strix la ignoraban y solo se acercaban a ella cuando era necesario, pero había un vampiro con el que llego a cruzar un par de palabras, Mateo Argent. Él era el único que parecía no estar de acuerdo o al menos no lo expresaba con el super plan para acabar con el original. Varios días se acercó solo para preguntarle como estaba y si necesitaba algo.

—Hola rubia—la voz de Mateo la saca de sus pensamientos al notar como el vampiro ingresaba a su habitación con una botella de vino en mano—Pensé que te gustaría un buen trago y no esa porquería que suelen darte.

—Hola, claro que me gustaría un trago—suspiro al ver como este abría la botella y servía en dos copas—No es por ofender ni entrometerme en tus asuntos, pero no creo que a Astrid le agrade que me visites y que nos hagamos amigos.

—Sinceramente no me interesa lo que ella crea—respondió restándole importancias—Es solo que su idea de venganza es muy buena y parece que lo ha planeado por siglos, pero yo en lo personal no tengo nada en contra de Elijah ni la familia original.

HUMAN, Elijah Mikaelson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora