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Habían pasado varios meses desde que Danielle y Elijah habían comenzado a trabajar juntos. Su relación había pasado de jefe y asistente a una de verdaderos amigos. Sin darse cuenta el original la dejo entrar mientras que la rubia se sentía bien y desde hace tiempo ya no pensaba en el hombre que la dejo, ahora sus pensamientos eran en su mejor amigo Elijah.
Madison por fin había ingresado a la universidad de Nueva Orleans haciendo sentir orgullosa a su madre, al mismo tiempo había notado que su madre sonreía mas y eso le hacia sentir feliz. Claramente no tenia idea de que era por un hombre o de lo contrario ya le habría dado un millón de argumentos del por qué no debería estar con él.
Mientras que en el recinto de la familia original todos habían notado que el honorable Elijah había dejado atrás ese rostro de tristeza y ahora era reemplazada por uno de absoluta felicidad. Y es que el noble vampiro disfrutaba de ese café compartido todos los días a la hora del descanso. Así mismo Danielle disfrutaba de esas platicas con su jefe pues le ayudaban a dejar su pasado atrás para poder avanzar al igual que las caminatas a la estación del bus donde dejaban todos los asuntos de la oficina y problemas atrás para bromear entre ellos.
Ahora mismo el vampiro se encontraba en su escritorio esperando a que a través de la puerta ingresara la cabellera rubia que tanto le agradaba. Sin embargo, al momento de abrirse fue otra persona quien entro.
Ciertamente la persona que menos esperaba.
—Hayley—hablo claramente sorprendido—¿Qué haces aquí? —pregunto con la formalidad por la que es conocido, pero sin ningún tipo de emoción.
—¿Acaso no soy bienvenida? —replico coqueta—Quería hablar contigo Elijah—bajo la mirada avergonzada, como si lo que fuera a decir fuese algo malo. El original le hizo la señal de que se sentara—Deje a Jackson y quería hablar contigo acerca de nosotros.
El trajeado se quedo sin habla, pero no tenía una sensación de felicidad. Todo lo contrario, su mirada reflejaba confusión, como si no supiera que es lo que la hibrido frente a él quisiera.
—No entiendo a que quieres llegar Hayley—se apresuro a decir al mismo tiempo que miraba su reloj.
—Quiero volver a estar contigo—su mirada no dejaba de ver el suelo con temor a la reacción del vampiro—Se que te rompí el corazón y no sabes cuanto me arrepiento, pero te amo y sé que tú también me amas y esta vez estoy dispuesta a luchar por ti como tu lo hiciste por mí. Solo dame la oportunidad.
Elijah se sentía contra la pared. Una parte de sí mismo le decía que aceptara y conseguiría su final feliz, pero otro parte le decía que dijera que no pues recordaba perfectamente todas las veces que paso a segundo plano mientras su manada e incluso Jackson fueron su prioridad. ¿Cuánto tiempo pasaría para que volviera a tomar ese rumbo? Claramente no lo quería descubrir.
—Podemos tener esa casa en el lago o viajar a Manosque en Francia como siempre quisiste y establecernos allí—las palabras de la castaña estaban causando efecto en el original quien se sentía presionado a decir que si, aunque su corazón dijera lo contrario—Seamos felices.
