Había pasado poco menos de un mes desde que el dúo arribo la ciudad de Nueva York. Muchos dirían que es una ciudad muy pretenciosa, pero la verdad para los vampiros era una ciudad llena de alegría pues se podían alimentar en masa sin tener repercusiones.
Lamentablemente no iban a disfrutar de los placeres de la ciudad, no es que en Nueva Orleans no tuvieran eso simplemente querían encontrar a Danielle lo más rápido posible. Su amistad, aunque al principio había un poco de incomodidad, pero rápidamente dejaron eso de lado para volver a tener el tipo de relación que poseían.
—Elijah de verdad creo que esto es una mala idea—comento Katya una vez más al estar fuera de un bar nocturno en donde muchos vampiros solían entrar a alimentarse—Somos vampiros desconocidos en la ciudad, no creo que nos reciban con los brazos abiertos.
—¿Tienes alguna mejor idea? —cuestiono Elijah alzando la ceja a lo que la ojiazul respondió con un bufido—Eso creí. Además, vienes conmigo y sabes perfectamente que te protegeré si las cosas salen mal.
A Katya no le quedo más de otra que asentir y resignada ambos entraron al lugar en donde lograron deslumbrar a vampiros mordiendo y alimentándose de humanos y por unos simples momentos las ansias de sangre aclamaron por Katya como si quisiera alimentarse desesperadamente. Tan pronto como sus ojos cambiaron regresaron a la normalidad.
—¿Estas bien? —pregunto Elijah ligeramente preocupado pues conocía a la perfección a su protegida como para saber que un poco de sangre no la haría perder el control.
—Si, estoy bien Elijah, no te preocupes—el honorable solo se limitó a asentir. Pero la verdad era que Katya aun sentía esa necesidad mientras que una parte de ella se aferrara al control que tenía y no sucumbir a sus deseos.
Una vez que calmo sus instintos asesinos siguió a Elijah quien estaba a un costado de la barra en donde pidió un trago para cada uno. La mirada de Katya seguía perdida, incluso el olor del bourbon en su trago le daba asco, ¿Por qué? No lo sabía, pero desde hace un par de días se sentía mal. Se sentía cansada lo cual no era posible pues era un vampiro.
Sin duda tenía muchas cosas que pensar.
Por su parte Elijah se había dado cuenta de lo mal que la estaba pasando Katya, incluso considero enviarla de regreso a Nueva Orleans, pero sabía que una discusión de ese estilo no la ganaría porque a pesar de ser un original Katya solía ser bastante terca cuando se proponía algo.
Fue entonces que recibió una llamada de llamada de Madison, su pequeño sol. Todos los días Madison enviaba mensajes o llamaba al trajeado en busca de información de su madre. Llevaban más de dos meses desde que desapareció y sinceramente Elijah se sentía demasiado preocupado por lo que estaba pasando.
Muchas preguntas rondaban su cabeza. ¿Qué querían los Strix? ¿Por qué atacarlo ahora? ¿Qué sentido tenía drogarlo junto a Katya? No sabía a qué juego estaba jugando, pero sabía que no se podía dar el lujo de perder pues demasiadas personas contaban con él.
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HUMAN, Elijah Mikaelson.
FanfictionCuando una humana y su hija conquistan el corazón del vampiro original. Donde Elijah Mikaelson encuentra la familia que siempre deseo.