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Madison y Danielle terminaban de arreglarse mientras esperaban a Elijah. Por su parte la pequeña rubia revisaba la correspondencia hasta que se dio cuenta de algo. Había recibido una beca para estudiar literatura en una de las mejores universidades de Inglaterra, la universidad de Oxford.
Un chillido de emoción se escuchó por todo el departamento. Entonces la puerta se abrió dejando ver a una Danielle con solo la mitad del rostro maquillado.
—¿Te encuentras bien? —la preocupación de su voz era evidente a tal grado que sentía que su corazón iba a salir de su pecho—¿Qué fue ese grito?
—Recibí una beca para estudiar en Inglaterra mamá—dijo emocionada y dando brincos al mismo tiempo que corría a abrazar a su madre.
El corazón de su madre se llenó de orgullo al igual que sus ojos de lágrimas. Ambas mujeres se fundieron en un abrazo como nunca lo habían hecho.
Fue entonces que se separaron y Danielle miro a los ojos de su hija para después dar un beso en su frente limpiando la pequeña lagrima en la mejilla de Madison.
—Estoy tan orgullosa de ti—ambas se tomaron de las manos mientras su hija continuaba con las tremendas ganas de llorar—Siempre supe que serias exitosa y una mujer maravillosa. Te amo mi dulce solecito. ¿Piensa muy bien lo que harás?
—Yo también te amo mami. Creo que si quiero ir.
El timbre interrumpió el momento haciendo que ambas mujeres regresaran a la realidad.
—Debe ser Elijah—comento tratando de normalizar su respiración—Tengo que terminar de prepararme. Atiéndelo por favor y se amable.
Madison asintió y se dirigió a la puerta donde al abrir se encontró con Elijah Mikaelson, el hombre que estaba en su mente día y noche. Todo lo que investigo la llevaba a creer que era un vampiro o una clase de ser sobrenatural, pero esta noche pondría fin a sus dudas.
—Buenas noche Madison.
—Buenas noche Elijah—se apresuró a decir mientras tomaba la mano del vampiro quien la había ofrecido educadamente—Pasa por favor. Mi madre no tardara en unirse a nosotros.
Sin más ambos llegaron a la sala de estar en donde esperarían a Danielle quien aún no terminaba de alistarse. Sin embargo, Madison se encontraba nerviosa y Elijah lo sabía pues podía escuchar los latidos acelerados de la chica, aunque no sabía que era lo que lo causaba.
Cuando un ruido se escuchó haciendo que ambos voltearan en esa dirección dejando ver a Danielle quien a pesar de ser una cena en su hogar estaba vestida con un hermoso vestido color rojo resaltando su espectacular cuerpo.
—Te ves hermosa Danielle.
Elijah se acercó ofreciéndole su mano para después unir sus labios con los de ella sin importarles que Madison estuviera presente. Al separarse ambos tratando de recuperar el aliento se vieron y el brillo en los ojos de ambos era genuino símbolo del cariño que se tenían.
