Viviendo con Serpientes (EDITANDO)

Londres

Londres mágico 7 años después.

   Londres después de que acabara la guerra se había repuesto, todo era tranquilo, sin embargo se sentía diferente para muchas otras personas, algunas tiendas cerraron luego de la guerra, algunos dueños habían muerto y otros simplemente decidieron irse para nunca volver; uno de los lugares con más personas era el Callejón Diagon, estaba lleno de brujas y magos de todas las edades, volvía a ser lo que era antes, y uno de los lugares más concurrido era Sortilegios Weasley's, desde que había abierto sus puertas siempre estaba lleno de gente.

   En un lugar como el Callejón Diagon era muy fácil escuchar por todos lados rumores y chismes, como los de hace algunos años; muchos vendedores del Callejón, habían escuchado de grandes empresarios que habían hecho inversiones e innaguraciones de negocios en Escocia y Gales, muchos habían dicho que habían sido inversiones millonarias y que esos lugares habían vuelto a la vida luego de esos sucesos.

   Ahora se rumoreaba que Londres mágico, sería el siguiente lugar en donde habrían nuevas innaguraciones de lugares que ya estaban listos, nadie sabía quienes eran los dueños de esos negocios, era un misterio para todos, pero sabían que los lugares y negocios eran gigantescos, uno de ellos eran un hospital gigantesco, y un Hotel que consistía de tres torres juntas; hablaban de casas de modas y joyerías también, pero solo eran rumores, nadie sabía nada con exactitud, solo el Ministro sabía quienes eran esas personas, ya que él fué quien otorgó los permisos de construcción.

   Desde que salieron esos rumores todo el mundo hablaba de eso, muchos decían que eran extranjeros, otros decían que eran personas muy poderosas y algunas de ellas decían que eran personas que vendrían a cambiar Londres. ¿Cuánta razón tenían?

En la Madriguera.

    Se encontraba toda la familia Weasley junto con los Potter, estaban cenando en familia, cómo cada vez que tenían tiempo libre, Molly estaba feliz de tener a toda su familia reunida y mucho más ver a sus nietos juntos, era una cosa que siempre le gustaba, reunir a sus hijos y saber que estaban bien, ver a sus nietos hacer travesuras y en especial cocinarles a todos.

- Abuela, abuela.- gritaba un pequeño azabache de ojos esmeralda, que venía corriendo directo hacia ella.

- ¿Que pasa pequeño James?.- le pregunta con dulzura, viéndolo.

- ¿Me podrías dar otro trozo de tarta por favor?.- Molly ríe, a James le gustaba mucho su tarta de manzana; corta de la tarta un trozo y se lo da, el pequeño sonríe de felicidad, saboreandose los labios, la mujer no puede evitar reír ante la vista.

    Después de la cena y de que todos quedaran satisfechos, se dirigen a la sala y se sientan a charlar sobre las novedades, sobre sus trabajos, sobre los niños, pero como había pasado en todo Londres era imposible no sacar a relucir el tema del que todo el mundo habla.

- Oye Harry, ¿ Aún no sabes quiénes son los dueños de los negocios que se innaguran?.- pregunta Arthur Weasley un poco más viejo y canoso, pero sobre todo un poco más amargado, ya no tenía esa sonrisa que lo caracterizaba.

- No Arthur, no sabemos nada, el Ministro se lo tiene reservado.- hace una pausa.- Ni siquiera ha pedido ayuda de Aurores para custodear el lugar.- alza una ceja con extrañes, luego la vuelve a relajar.- Sin embargo es cuestión de tiempo para que nos pida apoyo, son muchas sucursales que necesitaran vigilancia el día de las innaguraciones.- responde un Harry Potter adulto, llevaba su traje de Auror puesto ya que acababa de salir de su hora de trabajo.