Capitulo 12 -- Alfred

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-¿Qué se supone que haga con él? No soy médico -me decía Clark

Mientras yo veía a Jason algo lastimado en el sofá.

-¿Sabes lo que si eres? Superman

-Entonces...

-¿Entonces debí dejarlo tirado en la calle? -le pregunté sarcásticamente.

Pude ver en su rostro que tuvo una idea.

-¿Qué? -quise saber.

-No debería.

-¿Ayudará a Jason?

Asintió.

-Entonces hagámoslo.

-Sigueme -dijo y tomó a Jason en sus brazos- ¡Cariño vuelvo enseguida! -le gritó a Lois y salió volando.

Apenas y podía seguirle el paso. Es muy rápido. Mis genes híbridos no me permiten ir a una velocidad de un kriptoniano puro.
Estuvimos volando casi durante un minuto hasta que llegamos a una cascada y lo mire.

-¿Lo trajimos hasta aquí para un baño? -pregunté.

Negó y se adentró en la cascada. Yo lo seguí.
Detras de la cascada había una especie de puerta de garage.

-Levantala -me indicó Clark.

-Por favor, Dan -dije imitandolo- seguro Kal.

Hice lo que me pidio y entramos en silencio. Todo era tan oscuro. Casi como una caverna. Las alarmas empezaron a sonar.

-Soy yo Alfred! -gritó Kal.

-Tendré que reparar esa puerta de nuevo -murmuró Alfred supongo. Se apagaron las alarmas.

-¿Dónde estamos? -le pregunté en un susurro.

-La baticueva.

-Ah claro la baticueva...espera ¿Qué?

-Creí que con tanta oscuridad lo adivinarías de inmediato.

-Eso tiene sentido.

Bajamos hasta donde estaba Alfred.

-Amo Jason -dijo al ver al chico en los brazos de Kal.

Lo dejó en una especie de camilla de hospital y Alfred empezó a hacer todo el procedimiento. Inyectarle unas cuantas cosas y finalmente dijo:

-Se pondrá bien, es un muchacho fuerte -me dijo.

Asentí, debí parecer preocupada.

-Será mejor que se vayan, el amo Wayne viene en camino -dijo y nos miró seriamente- y viene molesto.

-Si, por eso digo que ya nos ibamos -dijo Kal y le dió la mano a Alfred- gusto en verte Alfred.

-Igualmente, amo Kent -dijo y me miró- y un gusto poder conocerla finalmente señorita Danvers.

-Digame Dan solamente -le dije sonriendo.

El señor era muy agradable y amable.
Jason se movió de la camilla.

-Dan -susurró aún dormido.

Me acerqué hasta él y le tomé la mano.

-Aqui estoy -le dije.

Sonrió.

-Ahora entiendo el buen humor del amo Jason últimamente -dijo Alfred.

Mi Pequeño Bastardo (Jason Todd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora