Mi Pequeño Bastardo (Jason Todd)

Elko

No.
Esa fué la respuesta que le dí. No es que no lo ame. Daría cualquier cosa por Jason. Solo que creo que somos demasiado jóvenes para casarnos ahora. El matrimonio es solo un papel, ¿Qué diferencia haría ahora que vivimos juntos?

—Jason yo...no puedo aún no. No es no te ame -dije yo.

El preguntó:

—Entonces ¿Cuál es el problema?.

—No puedo creer que me hagas pasar por el altar. Cuando pienso en Kara...¡O en Kal!, Nia, Brainy...¿Te imaginas lo que van a decir Alex o John? ¡Agh! Ya me imagino los rumores... - Jason me miró enarcando una ceja y en seguida supe porque.

No soy de las que le importa lo que digan de ellas. ¿Qué más me daba lo que dijeran de mi, si ya me había mudado con él? ¿De verdad era tan sensible que no podía soportar unas cuantas semanas de miradas raras? Es decir, me estaba casando con el hijo de Bruce Wayne. Mi cabeza daba vueltas.
Me puso un dedo en la boca y se echó a reir.

—De acuerdo, ya entendí, ya entendí -dijo- nada de bodas.

Nos fuimos a dormir y la respuesta "No" me martirizo toda la noche. Me daba la impresión de que en el momento en que despertara Jason ya no estaría ahí conmigo. Le había roto el corazón, pero no estabamos en condiciones mentales de asumir una responsabilidad así.
Me desperté y no oí otra respiración más que la mia.
Me dí la vuelta y tal como imaginé, la cama estaba vacía salvo por una pequeña nota.

Dan
Te amo como no te imaginas. Haría lo que fuera por tí. Entiendo que tengas miedo a los compromisos o algo así. Creo que necesito un tiempo. Mi corazón siempre será tuyo.
No me busques. Regresaré después.
Te amo.

Doblé la notita y la dejé en la mesa. ¿Qué he hecho?
Me metí a bañar, me puse unos jeans y lo habitual. Encendí el televisor. Estaba pasando Bob esponja y algo interrumpió de repente al estilo Anonymus.
Un comercial de un restaurante en Elko, Nevada. Cambié de canal y estaba el mismo comercial en todos los canales. Quizá era una apertura y por eso tiraron la casa por la ventana con sus anuncios.
Decidí ir a ver porque se esforzaron tanto en sus comerciales.
Metí la notita de Jason en mi bolsa del pantalón y llegué a Elko en menos de dos minutos.

Era el único restaurante en esa zona. Parecía un desierto.
Entré por la puerta y lo que ví me dejó con la boca abierta.
Donna, Dawn, Kory y Rachel.

—¿Qué están haciendo aquí?

—Rachel me llamó -respondió Donna.

—Un sueño -dijo Rach- y no yo no te hablé.

—Mi camioneta se quedó sin gasolina -dijo Dawn.

—Yo solo quiero unas donas -dijo Kory sin ganas.

Sonó la campana de la puerta y todas abrimos los ojos como platos.
Bruce Wayne.