Co-Pilot

81 15 9
                                    

"Todo el mundo dice que no eres bueno,aunque no les presto atención,
no importa, aunque sé que debería.
No le presto atención,
así que, ¿de qué sirve si nunca termina?
Y tú eres único, es verdad,
demasiado para ellos.
¿A quién le importan mis amigos?"
Co-Pilot - Letters To Cleo



Como era su acostumbrada rutina nocturna, también lo que lograba brindarle un momento de relajación después de un día tan ajetreado y peculiar, Ji Yong acababa de lavar su cara, secándose cuidadosamente con una toalla. No podía ahuyentar fuera de sus pensamientos a Choi Seung Hyun, y aquello echaba carbón a la llama de su molestia; se preguntaba qué quería de él, porqué repentinamente se había acercado si jamás le había mostrado interés. Algunos lo llamarían paranoico –quizá lo era—, no obstante, había algo en la situación que no concordaba y a él no le inspiraba confianza, un secreto sucio bajo la alfombra.

Su discusión mental se vio interrumpida por una presencia invasora en el baño: Jennie. Intentó ignorarla, concentrándose en su propio reflejo en el espejo, pero su hermana parecía tener distintos planes en mente.

—¿No has pensado en cambiar nunca? —Preguntó, fingiendo curiosidad, fingiendo dulzura y genuina preocupación. Ji Yong decidió continuar ignorándola, ya era algo tarde y no encontraba apetecible acabar en otra riña con su querida hermana menor—. Hablo en serio, tienes un enorme potencial debajo de toda esa hostilidad —sugirió, jugando con los mechones del mayor como si intentase buscar un nuevo método para peinarlo.

Irritado, alejó las manos ajenas de su cabello—. No es hostilidad, es fastidio —aseguró, acomodando la toalla a un lado para comenzar a aplicarse loción humectante.

—Deberías intentar ser más dulce —insistió, dándose una media vuelta para tomar asiento ahora frente al gran tocador—. Tu imagen sería otra y los demás pensarían mejor de ti.

De nuevo ese discurso, de nuevo alguien intentando convencerlo con palabrerías y razones insensatas de amoldarse a sí mismo como el resto esperaba y deseaba que fuese. No seas ésto, mejor sé esto, ¿por qué? Porque así serás querido por todos. Estupideces, él prefería la autenticidad, desenvolverse bajo los términos de su propia comodidad. Viró los ojos en blanco con claro tedio.

—No me importa lo que piensen los demás —espetó.

—Sí te importa.

—No, no lo creo —reafirmó, observando a través del reflejo del espejo a la menor comenzar a pasar el peine por su cabello lacio—. No tienes que ser siempre lo que ellos esperan, ¿sabes?

Jennie cesó de peinarse, girándose en su silla hacia su hermano con una sonrisa en sus labios—. A mí me gusta ser adorada, gracias —de nuevo se volvió hacia el espejo frente a ella, dándole ahora la espalda.

Fue inevitable el bufido que soltó ante aquella respuesta, simplemente le parecía increíble que estuviese tan dispuesta a cumplir con todos los cánones y expectativas que las personas colocaban sobre ella sin detenerse a cuestionarse lo que realmente deseaba, quien realmente quería ser ella. Continuando con la mirada fija sobre Jennie, advirtió el precioso colgante de perlas que adornaba su cuello.

—¿De quién son las perlas? —preguntó en un son casi de sorna.

—De mamá.

Aquella sonrisa burlesca se desvaneció de sus labios, y girándose sobre sus pies para enfrentar a su hermana, frunció el ceño con molestia—. ¿Estuviste escondiéndolas por todos estos años?

—No, papá las encontró en un cajón la semana pasada —respondió con obviedad, comenzando a encontrar la reacción ajena algo fastidiosa.

—¿Así que vas a empezar a usarlas ahora? —El tono de su voz aumentó junto a su propia irritación. Los accesorios de su madre eran preciados, guardaban consigo un significado importante para Ji Yong, pues eran el recuerdo que tenía de ella, y ver a Jennie portando algo que había sido de su madre tan sólo para impresionar a una multitud carente de cerebro, lo tomaba como escupirle en su tumba.

10 Cosas que Odio de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora