Notas Anónimas (Billdip)

Capítulo 30

Los gemelos habían llegado al Instituto a la hora habitual, Dipper se sentía mucho mejor que otro día.

Fue por los libros de su primera clase y para dejar los del día anterior. Miró el casillero por si había alguna nota, dio un suspiró al no ver ninguna.

Entró a su salón mientras Mabel iba al suyo, llegando a su escritorio vio un pote desechable con frutas junto a un tenedor de plástico y un juguito en caja.

En el pote de fruta había un sobrecito, en este salía su nombre así que lo abrió.

"Come esto, no quiero que te desmayes otra vez.

~El chico que se preocupa por ti~"

Al leer aquello, sonrió. Aunque por las últimas notas, no quiso ilusionarse.

- Esperen... Lo dejó aquí, alguien debió haberlo visto -susurró al darse cuenta de aquel detalle.

Miró a todos lados buscando a algún sospechoso pero no encontró a nadie.

Tomó aire para luego suspirar.

- ¿Alguien sabé quien dejó esto? -preguntó a los presentes.

Nadie respondió, algunos negaron y otros sólo desviaron la mirada.

- ¿En serio, todos vieron pero nadie sabe? -preguntó para si mismo.

Se sentó en su escritorio para esperar al maestro, comería la fruta en el receso, aunque fue más la tentación, agarró el tenedor y lo enterró en un trozo de frutilla.

Cerrando el pote, llevó la fruta a su boca.

- Me encantan las frutillas -susurró el castaño dejando el tenedor sobre el pote.

El maestro entró dando inicio a su clase, pero Dipper estaba bastante distraído para prestar toda su atención en él.

Se fijó en el pequeño detalle, su chico anónimo, sabía su horario y también, el puesto en el cual suele sentarse en aquella clase.

Terminando su clase, Dipper salió a receso, comió la fruta que le habían dado y disfrutó cada mordisco de esta.

El simple hecho de que esta se la hubiera dado el chico anónimo, quien no tenía otro nombre que chico anónimo, le hacía feliz.

Guardó el juguito en su mochila junto al pote ya vacío y el tenedor, buscaría luego un basurero donde botarlo.

Se dirigió a su casillero en busca de sus libros para la clase siguiente. La nota que cayó desde este, le sorprendió, aunque también le preocupaba y dudaba si leerla o no.

Fue al baño para poder leer su contenido, sentía que no podría hacerlo si tenía a gente pasar por su alrededor ¿Podría ocultar la expresion de su rostro?

"¿Está bien que sepas quien soy?

Antes de que esto empezara estabas bien, ahora es confundo.

Me preocupo por ti, y siento que estoy tomando la mejor decisión. Aún si alguna día me arrepienta de esto"

¿Recuerdan el sabor de la deliciosa fruta y las frutillas? Pues al terminar de leer esas palabras, aquel sabor fue reemplazado por uno amargo.

- ¿Qué... Qué estas diciendo? -susurró, y si darse cuenta, empezó a llorar.

En serio, se sentía cada día más sensible. Estos últimos días había llorado y eso le molestaba, le hacía sentir débil.

Bill, quien estaba en un cubículo,  había escuchado a Dipper leer la nota en voz alto.

No salió hasta que escuchó el agua del grifo y la puerta; al hacerlo, lavó sus manos y luego su cara.

- Yo tampoco sé lo que estoy diciendo, Dipper -