Notas Anónimas (Billdip)

Capítulo 9

"Eres lo más bonito que tengo encerrado en mi corazón

- El chico que te tiene en su corazón-"

Escribió el chico en la hoja. Dejó él lápiz en su escritorio y salió del salón, el maestro aún no llegaba y tenía tiempo de sobra para dejar la nota a su amado.

Dipper llegaba a las 7:34, todos los días, no había excepción. Y la campana sonaba a las 7:45. Recién eran las 7:28 así que prosiguió su camino al casillero del menor.

Dejó pasar la nota por la rejilla que el casillero tenía, luego de haberle dejado la nota. Se dio vuelta para irse, hasta que se escuchó un grito.

- ¡Pero si es verdad lo que te digo! -gritó una chica, su voz era muy conocida para él.

Era la hermana de Pino.

- Puede ser hermano de cualquier otro chico. No necesariamente son hermanos. -escuchó la voz de su amado decirle a su hermana.

- Cómo quieras, descubriremos quienes son y comprobaré que son hermanos -apresuró el paso para que estos dos no lo vieran. Se escondió en un lugar donde no lo vieran y pudiera ver a Dipper.

Vio como el menor sacaba sus libros y la nota que había dejado hace pocos minutos. Luego de leerla, al castaño se le notaba un boba sonrisa en su rostro con un sonrojo.

Sonrió a ello, al menos le sacaba una sonrisa, aunque sea por cartas...

Luego de no ver a su chico, volvió a la realidad. ¿Acaso su hermano había revelado que eran ambos hermanos?

El rubio sabía que su hermano le enviaría también cartas a la hermana de Dipper, Mabel. Pero no que revelaría se identidad.

Miro su celular y vio la hora. 7:33, vaya, el chico habia llegado antes, se dirigió a la clase de su hermano, entró y lo llamo hacia afuera, no discutiría con él en medio de todo el aula. Podrían estar discutiendo y muy enfadado pero no como para hacerle pasar vergüenza a su querido hermano.

Con buenas palabras pregunto

- ¿Revelaste mi identidad en tus notas? -pregunto con una sonrisa, al más bajo le dio algo de miedo...Era escalofriante.

Este negó- Só..Solo en la primera... dije que... Le copiaba la idea a... Mi. .. hermano... perdón... No era mi intención causar problemas... -dijo con la voz baja, casi en susurro y cabizbajo.

- Está bien -borró su retorcida sonrisa- no te preocupes -puso su mano en el hombro de un hermano, este levantó la vista- ve a clases, pronto sonará la campana -asintió.

Saco su mano del hombro del contrario y se alejo. El más bajo entró a su clase , mientras el rubio iba camino a su salon.

Entró a su salon, el maestro entró pocos minutos después de que tocará la campana.

Otro día de clases, solo esperaba no distraerse tanto viendo al castaño. Pero era casi imposible, era hipnotozante.