Prólogo: Jimin

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Al segundo día atravesaron el País de los Árboles Cantores. Cada uno de los árboles tenía una forma distinta, de que se llamara así esa tierra era que se podía escuchar su crecimiento como música suave, que sonaba de cerca y de lejos y se unía para formar un potente conjunto de belleza sin igual en toda Fantasía. Se decía que no dejaba de ser peligroso caminar por aquella región, porque muchos se habían quedado encantados, olvidándose de todo. 

Michael Ende

La historia sin fin.

El canto del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora