TEACHER'S PET (CHANLIX)

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Félix le mando un mensaje a Jisung diciéndole que no se sentía bien del estómago y que regresaría a casa.

Se sentía usado.

Sentía como su pecho era aplastado en cada suspiro que daba.
Caminaba sin un rumbo fijo, eran las 8 de la mañana, y un hermoso amanecer se expandía frente a el, dejando a la vista el hermoso día que se aproximaba, sin embargo para el solo llegaba una gran tormenta en su pecho, sin darse cuenta unas cuantas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

Sentía como la tristeza comenzaba a desbordarse de su ser, buscando la salida más fácil.

Sus ojos.

-No me gusta verte llorar - una voz se hizo presente detrás de él, se volteó encontrándose con el chico a quien menos esperaba- aunque me gusta como se ven tus pecas, tus ojitos son más bellos cuando sonríes

Hyunjin le tendió un pañuelo el cual Félix primero miro con desconfianza.

-Esta limpio, no lo he usado así que puedes tomarlo con confianza - Félix lo tomo y se seco las lágrimas con el pañuelo, el pañuelo era suave y tenía un aroma a colonia para hombre.

El mismo que siempre rodeaba a Hyunjin.

-Gracias, Hyunjin -guardo el pañuelo en la bolsa de su pantalón - te lo devolveré cuando lo lave, no quiero devolverlo sucio

-Puedes quedartelo sí tú lo deseas, no tengo problema con ello -le respondió con una sonrisa -Ahora supongo que no vamos a entrar a la escuela, viendo que ya son las 8 ¿Te gustaría ir a desayunar?

Félix parpadeo confundido, hasta que recordó que se había salido de la escuela después de su discusión con el profesor Bang.

-Creo que sí, me gustaría -respondió con una sonrisa.

-Hoy se me decidí traer mi bicicleta, creo que fue una buena elección -decía mientras se subía a la bicicleta -puedes sentarte en la parrilla, y abrazarme si te da miedo

Félix se sentó sobre la parrilla trasera, y rió ante el último comentario que soltó el pelinegro.

-Esta bien -respondió y paso sus brazos por la cintura que Hyunjin, soltó una suave carcajada ante el brinco de sorpresa que dió el mayor.

El suave aire golpeaba su rostro, cerro sus ojos disfrutando de los rayos solares que acariciaban su rostro durante el trayecto.

Una sonrisa dibujaba su rostro al escuchar tararear a a Hyunjin una canción que le era desconocida.

Su sonrisa se desvaneció al recordar las mordidas en el cuello de Christopher, y el sentimiento de tristeza había vuelto a invadir su pecho. Félix siempre supo cuál era su lugar, que solo sería un amorío pasajero, que el siempre sería una persona desechable.

-Ya vamos a llegar, te van a encantar los brownies que venden

-¿A dónde vamos? -pregunto después de estar en silencio desde que había subido a la bicicleta.

-Iremos a una cafetería que se encuentra aquí cerca, pediré unos pastelitos para que vayamos a desayunar a mi casa

-¿Me llevarás a tu casa? -Félix pregunto sorprendido ante la invitación del mayor.

-Tenía esa intención... Bueno -Se detuvo al ver el cruce en rojo, y al mismo tiempo soltaba un suspiro- tiene mucho tiempo que no nos veíamos, para serte sincero te extrañaba

El semáforo cambio a verde y retomo el camino para seguir hablando.

-No haremos nada, solo quiero pasar tiempo contigo, eres una persona especial para mí...