Capítulo 7. Star in my Desert

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Habían pasado los últimos dos días lejos del pueblo, lejos de las excavaciones, lejos de todo...solos. Conociéndose, regalándose momentos, sonrisas eternas, pero había llegado el momento de volver a la realidad y Jimin lo hizo con un sabor agridulce. Contento e ilusionado por volver, por empezar con la excavación de Meryatum y sobre todo con esa cercanía nueva y compartida con Yoongi y esa calidez de haberle puesto nombre a sus sentimientos y haber aceptado que aunque fuese incipiente, esa conexión tan extraña que sentía hacia el arqueólogo estaba ahí y no le pasaba inadvertida. Por otra parte se sentía extraño consigo mismo, necesitaba hablar con Sammi a toda costa. Había aceptado ir al romántico festival de Kayinat Haya con Yoongi sin dudarlo, pero no había pensado en su amiga, y es que aunque ellos no lo supieran, él sabía que algo pasaba entre sus dos amigos y aquello le estaba rompiendo el alma en pedazos.

-Necesito hablar contigo urgente-escribió para su amiga en cuanto se montó en el coche mientras Yoongi metía su equipaje en el maletero del todoterreno blanco.

- ¿Estáis bien?-respondió la chica casi de inmediato.

-Si si, es una tontería-comentó quitándole importancia para que su amiga no se preocupase. No quería amargarle el final de las vacaciones con algo como aquello.

-Llego de madrugada, comeremos en el nuevo campamento pero ¿quieres que me pase por tu habitación después de cenar?-preguntó ella.

-Claro, eso sería estupendo-aseguró Jimin.

-Genial, pues os aviso cuando vaya a subir al avión ¿Qué tal lo habéis pasado?-inquirió la chica acompañándolo de un emoji con una enorme sonrisa.

-Tengo tantas cosas que contarte Sammi, ha sido un sueño-escribió de nuevo.

-¿Y la compañía que tal se ha portado?-preguntó ella. Jimin suspiró mirando de reojo al chico que acababa de montarse en el coche con un suspiro acalorado que le revolvió el pelo rubio que le cubría los ojos. Sin querer sonrió y sus dedos escribieron solos sobre el teclado táctil de su móvil.

-¿Yoongi? Es un sueño...-escribió. Se arrepintió al momento de haberlo mandado y más aún cuando vio la respuesta de su amiga.

-Jimin...-había escrito la chica. El mensaje parpadeó durante unos segundos en la pantalla de su móvil. Miró a Yoongi a su lado centrado en conectar su propio móvil al coche para poner música a su gusto y se vio delatado ante la joven.

-Hablamos más tarde Sammi-bloqueó el teléfono y lo miró un segundo mientras la pantalla seguía iluminándose hasta que sintió la mano de Yoongi sobre su hombro. Dio un respingo y lo miró con los ojos muy abiertos.

-¿Que pasa? Parece que has visto un fantasma-dijo girándose hacia el chico que guardó inmediatamente el móvil en el bolsillo de su mochila que llevaba apoyada sobre sus rodillas.

Jimin negó con la cabeza y una sonrisilla dulce volvió a instalarse en su rostro. -Dice Sammi que llega de madrugada y que nos avisa cuando suba al avión-avisó dejando claro que estaba hablando con su amiga. Yoongi lo miró serio como si no acabase de creer que no pasaba nada pero luego su expresión se suavizó.

-Maravilloso, vuelve el monstruito-exclamó él con una sonrisa. Jimin sonrió de vuelta pero un saborcillo agridulce se instaló en la boca de su estómago al volver a pensar en su amiga y en todo lo que estaba pasando. En ese momento Yoongi arrancó el coche y maniobró para salir del aparcamiento e incorporarse a la carretera.

-¿Os conocéis hace mucho?-preguntó con curiosidad.

-Hace un par de años, cuando Ibrahim me acogió como su aprendiz, Samara llamó la atención del señor Abdel y la unió al equipo, ahí nos conocimos-contestó él sin quitar la vista de las abarrotadas calles de la capital egipcia.

Whispers in the Sand// YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora