Capítulo 4. Ahmet, anā 'uḥibbuka

244 38 23
                                    

"Las frías manos de aquel hombre acariciaban sus brazos mientras él solo podía derretirse de amor con cada roce. -Ahmet-susurró una voz diferente, mucho más grave y sombría pero que a la vez le producía tantas sensaciones que le hacía erizar la piel -Ahmet, anā 'uḥibbuka-repitió la misma voz.

Llevó la vista al suelo avergonzado por aquellas palabras y contempló las manos adornadas por aquel precioso anillo una vez más entrelazadas con las suyas. Luego todo se nubló"

Se despertó unas horas después de su llegada tras la presentación como si le hubiese pasado un mamut por encima. entre el sueño que había vuelto a repetirse, esta vez un poco más completo y la noche en vela, se sentía totalmente agotado. Lo primero que hizo tras mirar la hora en su móvil fue encender el ordenador para buscar acerca de la palabra que había oído gritar a las voces del museo y que luego había escuchado en su sueño. Probó varias combinaciones pero el buscador no arrojó ningún resultado que le dijese que podía pasar así que lo introdujo en un traductor de egipcio antiguo y después de unos segundos de espera supo el significado.

-Pequeña hoguera-murmuró somnoliento. -Piensa Jimin, ¿Dónde has oído eso antes?-dijo hablándose a si mismo en alto. Se levantó descalzo a coger su cuaderno y apuntó la palabra en una hoja vacía seguida de su significado. Luego se levantó de la cama, se lavó un poco la cara y con la misma ropa que había dormido, su cuaderno favorito y su estuche salió al exterior a pasear bajo el cálido clima de la tarde egipcia.

Encontró un pequeño banco a la fresca cercano a la piscina del hotel y se sentó allí con el ruido de los niños chapoteando en el agua aprovechando las ultimas horas de luz. Absorto en sus pensamientos,  abrió el cuaderno y sacó un pequeño carboncillo que dejó ir sobre el papel mientras le daba vueltas al sueño que parecía haber cambiado respecto a la ultima vez que lo tuvo en el avión. Aquella voz le parecía extrañamente familiar en su sueño y sus palabras lo habían dejado marcado ya que nunca le había hablado. Un rato después mientras la tarde iba cayendo sobre él y la luz lo iba abandonando, se fijó en lo que durante esa hora había estado dibujando sin darse cuenta. Un par de manos a carboncillo como las de su sueño con la única excepción del anillo que cada vez que despertaba era incapaz de recordar. Capturó el dibujo en una foto y la compartió en Instagram acompañándola de la frase de su sueño.

Miró de nuevo la hora en su móvil y se quedó unos minutos más sentado mirando a lo lejos el espectacular paisaje que tenía ante sus ojos y que aún no llegaba a creer del todo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró de nuevo la hora en su móvil y se quedó unos minutos más sentado mirando a lo lejos el espectacular paisaje que tenía ante sus ojos y que aún no llegaba a creer del todo. A lo lejos, pequeñas pero imponentes, las tres pirámides de Giza se alzaban sobre el desierto cerca de la capital egipcia. Cuando se levantó divisó dos figuras conocidas charlando en la fila de entrada al primer turno de cena y cuando se acercó saludo amablemente y tuvo que ponerse la mano en la boca para tapar el bostezo perezoso que le salió en el momento. Yoongi rió ya que el también tuvo que girarse por el mismo motivo. 

-¿Parecéis dos zombies, es que no habéis descansado nada?-preguntó Samara risueña.

-Los sueños-respondieron los dos a la vez como si se hubiesen coordinado para hablar a la vez. Se miraron y se sonrieron por la coincidencia.

Whispers in the Sand// YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora