Limón Y Sal. - DreamNotFound

-02-

Había pasa una semana desde que habían entrado a clases, el querer saber más sobre George se le hacía imposible al rubio, y eso que este trataba de todo. Pedía pizza prácticamente todos los días, se sentaba a su lado en todas las clases, lo acompañaba a su casa después de clases, de todo, pero nada funcionaba.

Era viernes, las clases habían oficialmente terminado y estaban todos conversando en la salida de la universidad. Los viernes eran los días en donde usualmente el grupo se iba a un boliche o a algún lugar a pasar el rato, entonces todos estaban proponiendo lugares para ir.

La atmósfera cambió en el segundo en el que George salió del aula, atrayendo la mirada de Dream hacía el automáticamente. Sin pensarlo dos veces soltó un "Los veo luego chicos" a sus amigos y se acercó prácticamente corriendo a él.

- ¿Y a este que le pasa? - preguntó Wilbur mirándolo con el ceño fruncido.

- Ni idea, ha estado así toda la semana. -dijo Sapnap mirándolo extrañado.

Al alcanzarlo, Dream tocó levemente el hombro de George haciendo que este se volteara y al verlo se voltease de nuevo, haciendo que el rubio se pusiese a su lado acompañándolo.

- Sabes que no tienes que acompañarme todos los días a mi casa, ¿cierto? -preguntó el pelimarrón con la mirada hacia adelante.

- Lo sé, pero simplemente quiero hacerlo. -respondió el rubio con una sonrisa orgullosa en el rostro.

De golpe, George paró de caminar, haciendo que por instinto al verlo el rubio hiciese lo mismo. El ojimarrón volteó su cuerpo hacia Dream y lo miró a los ojos extrañado, causándole una rara sensación de escalofríos a esté.

- ¿Por qué? -dijo este sencillamente.

-¿Q-qué? -respondió Dream nerviosamente.

- ¿Por qué lo haces? ¿Esto es algún tipo de broma? ¿Algún tipo de apuesta?

- ¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! -respondió el rubio ofendido.

- ¿Entonces por qué?

- Por qué quiero, ¿okey? Dios, no sabía que necesitaba una razón para estar con un amigo.

Los ojos de George parecieron iluminarse como estrellas al escucharlo decir eso, y ahí, por primera vez desde que había llegado, Dream vio a George sonreír, el cuál rio un poco inconscientemente y se volteó a seguir caminando, Dream quedó maravillado.

Después de caminar unos 10 minutos, pequeñas gotas de agua comenzaron a caer del cielo, Dream lo noto pero George pareció no darse cuenta. A los 5 minutos, ya había empezado a llover. Ambos corrieron a ocultarse en una tienda, estuvieron ahí unos 10 minutos mirando a través de la puerta de vidrio en silencio.

- Y ahora, ¿que hacemos? -preguntó George mirando a la lluvia caer.

Dream pensó durante menos de un minuto y una idea le vino a la mente, se sacó el saco del uniforme y lo puso sobre la cabeza de George, el cuál volteó a verlo confundido. Antes de que el pelimarrón pudiese hacer nada, Dream salió de la tienda corriendo. George noto al lado de la puerta una sección para paraguas, y abrió la puerta, gritando.

- ¡Hay paraguas aquí, no necesito tu chaqueta! ¡Dream!

El rubio paró de correr para voltear a verlo mientras las gotas de agua hacían contacto con su cuerpo.

- ¡Déjame ser el príncipe azul por hoy! -gritó de vuelta con una sonrisa.

- ¡Eres un imbecil! -gritó el pelimarrón.

Riendo, Dream hizo una reverencia hacía el ojimarrón, el cuál al verlo hacer tal acción, explotó en risas. Todo el cuerpo del rubio recibió una leve descarga de calor junto con escalofríos al escucharlo reír, su risa era realmente encantadora. Al pararse y mirarlo, George lo observaba con una sonrisa tan grande que sus ojos estaban achinados, causando una gran palpitación en el corazón de Dream. Ese día, al verse mutuamente sonriendo, por más que estuviesen lejos, se sentían cerca.