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Miércoles, clase de deporte, todos cansados y por supuesto, el baño de chicos. Dream y George habían comenzado a hablar un poco más desde el viernes, así que había un avance. Entraron cansados y se sentaron uno al lado del otro encima de una de las bancas que había en los baños, los dos respirando hondo y agitadamente por el cansancio de correr y saltar vallas. Dream miró a George y viceversa, causando que ambos chicos soltaran una risa agotada.

- Dios, el profesor Schlatt realmente nos hace cansarnos. -dijo Dream.

- Si que lo hace. -respondió George riendo levemente.

Ya cansado de sentir su espalda sudada, Dream se paró de la banca y se quitó la camiseta, hablando levemente de lo muy cansado que estaba, revolviéndose el cabello mientras rebuscaba en su mochila su camiseta de cambio. Cuando se volteó a ver a George mientras buscaba en su mochila, este estaba inspeccionándolo con la mirada, con las mejillas rojas y los ojos bien abiertos, conectando miradas con Dream segundos después.

Dream sintió un escalofrío subir por su espalda y sacó sus manos de su mochila, dirigiendo su cuerpo hacia George, el cuál se paró de su banca y lo miró a los ojos más intensamente.

- Uhm, ehh, ¿haces ejercicio muy seguido? -preguntó el pelimarrón rascándose la nuca y bajando su mirada unos segundos antes de abrir sus ojos como platos y regresar su mirada a los ojos del contrario.

- No mucho, ¿por? -dijo Dream sonriendo levemente y revolviéndose el cabello.

- Porque estás en forma, supongo. -dijo George apartando la mirada.

- ¿Ah si? -dijo Dream acercando su cara hacia la de George con una sonrisa burlona en los labios.

- Cállate. -dijo este sonriendo mientras que apartaba la cara de Dream con su mano.

Ambos chicos rieron y procedieron a conversar un rato más mientras que se cambiaban, teniendo que apurarse segundos después gracias a la voz enojada de su profesor el cual los llamaba.

El día transcurrió de maravilla, Dream y George hablaron y conversaron bastante, como si ninguna de las semanas en las que se distanciaron hubieran existido. El grupo notó su acercamiento y se alegraron, al mismo tiempo ocultando cómo podían su confusión. Karl estaba aliviado de saber que no se habían peleado o distanciado por su culpa.

Las clases habían terminado y Dream estaba pensando seriamente en si debería ir a preguntarle a George si podía acompañarlo a su casa o si era ya demasiado, él pensaba en todo eso mientras que guardaba sus libros en su casillero.

Cuando el rubio cerró la puerta de su locker, detrás de esta estaba George, con una leve sonrisa en los labios, su presencia lo asustó, causando que pegara un leve salto del susto de verlo ahí parado. George río ante la reacción del chico, el cuál le daba un leve golpe en el brazo por el susto que le había causado.

Caminaron juntos hacia la salida del colegio, en la cual Dream ya estaba asumiendo que era donde se iban a separar. Hasta que cuando comenzó a voltearse, sintió un tímido pero decidido agarre sobre la manga de su saco, cuando volteó, George miraba al suelo mientras se rascaba la nuca.

- ¿Qué pasó? -preguntó Dream confundido.

- Bueno pues, me preguntaba si es que, uhm, si es que podrías acompañarme a mi casa.

George levantó su cabeza, encontrándose con los hermosos ojos verdes del rubio bien abiertos, su cara se veía emocionada aunque no lo parecía, parecía un perrito al que le acababan de decir que irían al parque.

- ¡Si es que no quieres está bien! No estás obligado a acompañarme ni nada por el estilo. -dijo el más pequeño haciendo señas con las manos, soltando el agarre de Dream.

- Me encantaría acompañarte. -dijo este sonriente.

Ambos chicos se miraron por unos instantes más hasta que después de una sonrisa mutua y una risita, comenzaron a caminar hacia la casa de George.

Treinta minutos más tarde, Sapnap seguía en la puerta de la escuela esperando a su amigo.


Viernes, el gran día, "¿porqué?" Te preguntarás. Pues la respuesta es fácil, hoy habría una fiesta la cuál organizaría Quackity en su casa. Irían más personas que sólo el grupo y la verdad todos estaban bastante emocionados.

Dream había quedado con George para ir a recogerlo y de ahí ir a casa de Quackity, también había invitado a Sapnap pero esté se había negado rotundamente, algo un tanto extraño en la actitud del castaño.

El rubio no le presto mucha atención a esto, puesto que estaba demasiado concentrado buscando ropa en su closet como para pensar en eso. Después de buscar y buscar, Dream decidió ponerse una camisa tono verde militar, dejando los dos últimos botones del cuello sueltos, un jean negro y unas Nike's negras.

Después de prepararse mentalmente y escribirle un mensaje a George diciendo "Estoy en camino :)", el rubio salió de su casa, caminando a la casa del antes mencionado.

Después de caminar durante casi media hora, Dream tocó la puerta nerviosamente, puesto que era la primera vez que se paraba tan cerca de la puerta de George, usualmente se despedían en la entrada, no en la puerta. Segundos después, un bello chico con el pelo echado para atrás gracias a una vincha negra, un suéter negro, unos jeans azules y unas convers negras abrió la puerta, con una mirada concentrada y apurada.

- Oh, ya llegaste, okey, pasa. - dijo George volteándose para a continuación prácticamente correr de vuelta a su cuarto.

Con timidez, el rubio entró a su casa, observándola con cuidado, cerrando la puerta detrás de él. La decoración era bastante tranquila, y todo estaba perfectamente ordenado, típico de George.

- ¿George? -dijo en tono de duda Dream.

- ¡Aquí! - gritó el más pequeño desde una distancia no muy lejana.

El ojiverde siguió el sonido hasta llegar al cuarto del chico, las paredes eran azules noche y su escritorio tenía botellas de agua y dos platos, George estaba sentado frente a su pc súper concentrado.

- ¿Qué haces? Deberíamos ir saliendo a la fiesta.

- Lo sé, lo siento. Lo qué pasa es que estoy jugando un torneo de un juego que me gusta y solo falta esta ronda, te juro que pensé que podría terminarlo antes de que llegaras.

Dream se paró detrás de la silla del pelimarrón y comenzó a observar cómo jugaba. Después de unos segundos, al darse cuenta que no estaba recibiendo prácticamente nada de atención por parte del chico, posó con cuidado su mentón sobre su hombro. Vio como el personaje de George fallaba como cuatro golpes justo después de que se apoyase, causando que el rubio soltase una carcajada.

- ¿Qué pasa George? -dijo este antes de acercarse a la oreja del antes mencionado y susurrar- ¿Acaso te pongo nervioso? - con una sonrisa pícara.

George paró de jugar por unos segundos volteándose a ver a Dream intensamente a los ojos con el rostro levemente fruncido. Su mirada decía muchas cosas a la vez, decía tantas qué tal vez no decía nada, no podía comprenderla. Al terminar esos segundos, George dirigió su mirada nuevamente a su computadora, continuando su torneo.

Limón Y Sal. - DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora