No todo lo bueno es eterno.

370 17 0
                                    

Todo estaba tranquilo, entre Ethan y Alex, estaban contando chistes y nosotras participábamos con unos cuantos. Este almuerzo era uno de los mejores que había tenido.... Pero como dicen por ahí, no todo lo bueno es eterno.

—hola ¿qué está pasando aquí? ¿Por qué desayunaron adentro?— era Alan y se oía molesto.

—desayunamos, porque desayunamos adentro porque Michelle, lo sugirió— contesto Paloma con una sonrisa.

— ¿Y por qué no me avisaron?— pregunto el mismo tono que antes.

—saliste tan rápido del salón que....— comenzó a decir Ana pero la interrumpí.

—Porque pensamos que desayunarías con tu nueva novia— lo mire molesta y él también me miro.

—Yo no tengo novia—

Oírlo me hirió, pero jamás lo admitiría.

—no creo que con la que te estabas atragantando hoy en la mañana, le gusté que digas que no es tu novia— mire de nuevo a mi bebida y comencé a jugar con el popote, pasando mis dedos por su boquilla.

—Pues no, no lo es—

—Bueno entonces explícaselo a ella porque ahí viene— contesto Ana también algo molesta.

— ¡Aladin!— dijo Daniela con una voz exageradamente melosa, causando que me dieran ganas de vomitar.

— ¿Qué quieres Daniela?— pregunto molesto.

—Ven a desayunar conmigo— lo tomo del brazo y comenzó a jalarlo.

—No gracias— dijo intentando zafarse.

—Ven— seguía hablando con esa voz y ya me estaba irritando.

En eso siento unos labios cerca de mi oído.

—oye nos podrías indicar dónde está para lo de los talleres— me hizo estremecer pero a la vez sonreír.

—Por supuesto— dije dándole el último sorbo a mi bebida.

Elena, Ethan y yo nos levantamos.

— ¿a dónde van?— pregunto Ana.

—A que vean los talleres— contesto yo con la sonrisa que había sacado Ethan.

—Ok entonces nos vemos luego— dijo Ana.

—yo los acompañaría pero quien sabe que jugadas tiene mi padre bajo la manga— dijo Paloma mirando a Alex con los ojos entre cerrados.

— ¡Paloma!— grito Ana apenada y con un gran sonrojo de parte de ambos.

—tu muy bien—

Tome a Ethan y a Elena de la mano, jalándolos a la salida a través de la gente.

—Oye Michelle— oí gritar a Alan pero fingí no haberlo hecho.

—Bueno Ethan, Elena ¿cómo que les gustaría?—

—Ethan estaba en nuestra otra escuela, en el club de baile ¿aquí hay uno?— pregunto Elena.

—Claro que hay— dije con una sonrisa— pero ¿en serio sabe bailar?—

—De todo tipo— contesto Elena orgullosa de su hermano.

—te demuestro— dijo coqueto.

Me tomó, desprevenida y comenzamos a bailar algo como estilo vals y bachata.

—Wow— quede impresionada.

— ¿Ves?— dijo Elena.

No me había dado cuenta pero la mano de Ethan seguía en mi cintura y cuando la note, también note el calor que me transmitía, a pesar del vestido. Sentí una necesidad de no volverme a calmar y de estar en constante movimiento.

Miedo al amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora