Duda

906 30 3
                                    

Después de que lo deje ahí no lo volví a ver por lo que asumo que no se metió en ninguno de mis talleres.

Ya faltaba poco para salir.

—Bueno chicos entreguen sus trabajos— anunció la maestra Raquel desde su escritorio.

Estaba terminando de guardar cuando sonó la campana.

— ¿Entonces nos vamos a mi casa?— pregunto Ana colgando su bolso al hombro.

—Sí, sólo hay que esperar a Paloma— le conteste.

—Paloma ya dame tu trabajo, te juro que no tendrás una mala nota— grito la maestra mientras intentaba quitarle el trabajo a Paloma.

—Pero aún no término, me falta sombrear unas partes— suplico, sin soltar su trabajo.

—Así está bien—

—Está bien pero me pone 10— dijo por fin resignada entregándole su trabajo.

—Eso lo juzgare yo— dicho eso, la maestra salió del salón.

—Pienso que me odia— anuncio mientras se aceraba a nosotras.

—Yo creo que haces mucho drama, tus dibujos jamás han sido de algo menos que excelencia— dije tratando de animarla.

—Buenos vámonos que mi madre dice que ya nos espera en la casa— nos avisó Ana, mientras guardaba su celular señal de haber recibido un mensaje.

Al salir vimos a Alan recargado en la pared.

—Hola chicas—

—Hola Alan— dijimos al mismo tiempo, fue tan raro que las 3 nos volteamos a ver confundidas; pero reímos.

—no me quería ir sin despedirme de ustedes—

—Que atento de tu parte— contesto Ana, creo que en nombre de todas porque tanto Paloma como yo, teníamos cara de confusión.

—entonces Michelle, las tutorías ¿Dónde serán?—

—Yo mañana te digo— dije secamente y comencé a alejarme.

—ok, hasta mañana— me grito pero lo ignore.

Para apresurarlas grite:

—Buenos vamos que el camino es el largo y debemos andar— ellas sólo sonrieron.

Tomamos en bus, el camino a casa de Ana, no era largo en carro pero si para irse caminado.

—oye porque eres tan grosera con Alan?, se ve que es un buen chico— pregunto Ana, y se estaba tardando en hacerlo. Seguíamos en el bus, como prácticamente nos tocó vacío, cada una se sentó donde quisiera.

—Algo en él no me agrada— les comente.

—Eso dijiste de nosotras— contesto Paloma— y también lo dijo del que reparte pizza—

—sólo déjenme conocerlo más, ustedes mismas lo dijeron no me fío de las apariencias— le dije para terminar la conversación sobre él... pero no funciono.

—Para mí que le gustas— dijo Paloma, y juro que si estuviera bebiendo algo lo hubiese escupido.

— ¿Por qué dices eso?— pregunte con un tono de voz neutro; sin embargo, mi pulso se aceleró, y sentí mis mejillas sonrojar.

Me incomoda hablar de esos temas.

—Por cómo te mira, como busca darte gusto en todo, y esto sólo es el primer día— dijo Paloma con una sonrisa traviesa.

Miedo al amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora