Debo de intentarlo.

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Esta pregunta retumbó en mi cabeza.

Empecé a respirar hiperventilando, mi cabeza comenzó a doler y escalofríos recorriendo mi espalda. Y el vaso que tenía en mis manos cayó al suelo.

—no puedo nana, no puedo. Yo prometí que no pasaría eso— comencé a sudar frío y mi corazón se aceleró.

—mi niña cálmate, te va a dar algo— dijo mi asustada.

—No nana, no me puedo, ¡NO!— grite.

—no te bajes que hay cristales por todos lados. Alma, ven— grito, y rápidamente aparecieron ella y Ángela.

— ¿Pero qué paso?— preguntaron preocupadas.

—necesito que limpien los cristales rápido— y así como aparecieron, así se fueron— nena cálmate—

—No, no, no y NO— gritaba, estaba sentada en mi cama con mis brazos rodeando mis piernas.

Cuando regresaron Ángela y Alma, mi nana les ordeño que le dijeran a Johnny que se comunicara conmigo lo antes posible. En eso llego Harriet.

— ¿Qué le pasa?— pregunto alterada.

—Tiene un pequeño ataque de ansiedad, como los que le daban de niña, ya lo estamos controlando— explico nana.

—Michelle respira y dime donde están tus medicamentos— dijo Harriet al lado de mi cama.

Como pude, señale un mueble que estaba frente a mi cama y rápido corrió por ella. En eso mi celular comienza a sonar, pensé que era Johnny pero era Alan.

— ¿Quién es?— pregunto Harriet.

—Deber ser un amigo— respondió mi nana, yo miraba mi celular con miedo. No conteste.

En eso volvió a sonar pero ahora si era Johnny.

—Es Jonathan ten— me paso Harriet mi celular.

"—Michelle ¿estás bien?— hizo una pausa— ¡Michelle contéstame!— me exigió pero yo seguía sin hablar— pásame a la nana— me pidió y yo con movimientos de robot, le extendí mi celular."

— ¿Qué pasó mi niño?— escucho atenta lo que él le decía— ok, te la comunicó—

"—oye Michy, ¿jugamos al juego de la otra vez?... Yo diré una palabra y tú me contestarás lo primero que pienses— hizo una pausa. Por otro lado mi nana estaba corriendo a las demás de mi cuarto y por último se fue ella— ¿lista?— hizo otra pausa.

—si...si— dije tartamudeando.

· libro> novela.

· playa> mar.

· ropa> compras.

· Navidad> regalos.

· viajes> aventura.

· escuela> tarea.

Poco a poco me tranquilice.

Soltó un suspiro— hola otra vez, ¿cómo sigues?— pregunto Johnny.

—bien...— dijo todavía nerviosa.

—eso es bueno, ¿crees poder decirme porque te dieron otra vez?—

—Mi nana dijo que tal vez debería intentar algo con Alan—

En retrospectiva, el motivo era muy tonto.

—ok ya entendí. Recuerdas cuando teníamos 8 años y yo tenía miedo de lanzarme del columpio al lago—

—sí, yo te pregunte qué ¿por qué no te subías? si era divertido—

—Y yo te dije que era porque tenía miedo—

—entonces yo te dije que si tú lo hacías yo iba a dormir sola afuera, y así ambos superábamos miedos—

—Y así ambos superamos nuestros miedos— repitió.

— Fue muy divertido ese verano— comente.

—bueno yo estoy superando el hecho de que mi mama está esperando otro hijo, te toca superar algo—

—Quieres que me haga amiga del hijo del ingeniero Delgado— sabía a lo que se refería pero lo quería evitar.

—Me refiero a tu miedo al amor— mi corazón se volvió a acelerar.

—Por qué me pides eso, ya sabes que no quiero que me pase lo de Harriet— dije llorando.

Llorar, señal de que mi episodio de ansiedad concluyo.

—no llores que aún no puedo tele transportar pañuelo— reí un poco— Michelle lo único que quiero es tu felicidad y tal vez pienses que estas mejor así sola pero no, tienes que vivir, que experimentar cosas nuevas, no siempre vivirás en la burbuja que creaste, sólo te pido que lo intentes—

—Lo acabo de conocer, pero si llegara a suceder prometo intentarlo...— dije secándome las lágrimas.

—muchas gracias, ¿qué te parece si mañana después de las tutorías pasó por ti y vamos por esos helados de yogurt que tanto te gustan?—

—Me encantaría— siempre sabe cómo subirme en ánimo.

—esa es mi nena, bueno me tengo que ir, cualquier cosa no dudes en llamarme, nos vemos mañana para ir por los helados—

—si descansa, no te preocupes ya nos vemos mañana— y colgué."

En eso entro mi nana.

— ¿ya estas mejor mi niña...?—pregunto sigilosamente.

—sí, gracias y perdón por asustarte— dije apenada.

—no te preocupes, oye el contacto que te marco era Alan?—

—Sí, ¿crees que debería marcarle...?— pregunte con miedo.

—tal vez... pero sólo si en verdad quieres—

—creo que si le llamare— tome mi celular.

—Pero antes de que le llames, hablamos con tu psicólogo y dijo que mañana no vayas a la escuela para evitar que algo te altere y te vuelvan a dar, además dice que hagas sesiones de relajación en la alberca—

—pero ¿y las tutorías?—

—lo comente y me dijo que si las dabas aquí no había problema ya que estarías en un ambiente controlado, pero yo le dije que no eran aquí, así que en dijo que te evaluemos durante la mañana y ya demos nosotros la autorización. También de que si vas, debes llevar tus medicamentos—

— a ok...— muchas explicaciones.

—bueno mi niña descansa, no te quedes hasta tarde hablando— beso mi frente y se retiró.

Le marque—

"—hola Alan...— me levanté de mi cama y camine a mi balcón que daba al patio.

—perdón por la hora, pero me quede inquieto por el hecho de que hoy te fuiste tú sola—

—no te preocupes llegue bien—

— ¿qué tienes?, no te oyes bien—

—nada, por el cual debas preocuparte... Oye me temo que no podré ir mañana a la escuela pero si voy a las tutorías, ¿qué te parece si nos vemos en la pizzería?—

—así será, pero ¿segura que estas bien? No me importaría suspender un día las tutorías—

—Claro que sí estoy bien—

—entonces mañana pizza a las... ¿3:00?—

—sí, allá nos vemos—

—bueno ya nos vemos mañana, bye descansa—

—bye igualmente—

—Bye—"

Colgué y una sonrisa se formó en mi rostro... tal vez tenía razón Johnny debería intentar dejar de tener MIEDO AL AMOR.

Miedo al amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora