Capítulo 16

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Paula:

Tuve que contarle toda la verdad a Bry de lo sucedido con Jason y aunque no lo dijo en palabras pude ver en su rostro la lastima y la culpa de no haberme ayudado, cuando eso era lo último que yo quería.

No quería entrar en detalles solo deseaba que Mike volviera con nosotros, conmigo porque mi tiempo ahora se había limitado y no podía hacer nada por cambiar eso.

Cuando estuve cerca de la habitación en la que él estaba, había enfermeras y los dos doctores que se hacían cargo de él. Todos estaban en movimiento, la puerta estaba abierta y se podía escuchar el pitido de la máquina que nos aseguraba que el aun seguía en este mundo y la voz de los doctores pidiendo que suban la potencia de los desfibriladores porque lo estábamos perdiendo.

El miedo me lleno el cuerpo, mi corazón comenzó a latir como si de una maratón se tratara, la boca se me seco, mis ojos dejaron caer las lágrimas, mis manos temblaban, mis piernas no se podían mover y toda yo parecía estar congelada en mi lugar.

No podía gritar, ningún ruido salía de mi boca, ni siquiera sentía que parpadea, solo estaba ahí mirando como Mike se iba, como los doctores trataban de ayudarlo, pero yo no hacía nada.

Jacob:

Aún tenía mucho por decirle, mucho que vivir con él, mucho que disfrutar y no podía simplemente irse para dejarnos hundidos a nosotros por más egoísta que parezca, pero es que el no podía dejarnos.

Mientras Paula estaba congelada en su lugar mirando la escena, yo solo podía preguntar a gritos que diablos estaba pasando y pidiéndole que luche, que no nos abandone.

Bryceida trataba de sostenerme mientras las lágrimas también corrían por su rostro y yo solo podía pedir mentalmente por mi amigo, por mi hermano para que luchara un poco más y se quede a nuestro lado.

Los gritos de Paula comenzaron a escucharse por todo el lugar. Lo único que salía de su boca era el nombre de Mike.

Las desgracias parecían querer rodear nuestras vidas y no entiendo porque si todo estaba tan bien.

Paula dirigió su marida hacia mí.

- ¿Él no se ira no Jacob?, ¿Él no podría dejarnos?, por favor dime que él no me dejara, dímelo – se deslizo hasta que sus rodillas chocaron con el piso.

No podía responderle, no cuando vi que aquella estúpida maquina seguía sonando exactamente igual.



¿Están listas para decirle adiós a Mike?

Enamorada Del PlayboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora