ꗃ capítulo 17

865 103 37
                                    

❝ PROMESAS ❜❜

❝ PROMESAS ❜❜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

el sol que invadía la habitación de hanna le molestó a la joven pues la luz golpeaba su rostro impidiendo seguir bajo los encantos de su profundo sueño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

el sol que invadía la habitación de hanna le molestó a la joven pues la luz golpeaba su rostro impidiendo seguir bajo los encantos de su profundo sueño. nuevamente su descanso se veía interrumpido, pensaba que esto se estaba volviendo habitual.

si no era su madre tocando su puerta para ir a las quimioterapias o clases, era cualquier otra cosa.

hanna se levantó frotando sus ojos para poder acostumbrar su vista a la iluminada habitación. lo primero que vio fue su ventana cerrada y a fuera el gran árbol que por alguna razón, no ayudaba mucho para evitar esos rebeldes rayos de sol entrando.

era domingo, un día aburrido pero calmado al mismo tiempo, un día para disfrutar de la tranquilidad mientras ves alguna serie o lees un poco. lástima que para hanna, no sería así, al menos no hoy.

─¡hanna! ─gritó su madre eunmin desde la planta baja, la joven suponía que desde la cocina o el comedor. ─¡es hora de desayunar!

hanna dejó escapar una risa nasal cerrando sus ojos por unos segundos, finalizando con una sonrisa diminuta en su rostro. ¿cómo era posible que su madre adivinara que estaba despierta? poderes maternales quizá. después de divagar entre tontos pensamientos, hanna fue hacia el baño e hizo su rutina, pero había un notable cambio en ella.

un cambio que la horrorizó pero al mismo tiempo, sintió una inexplicable calma. era simplemente espeluznante.

su piel blanca ahora se veía mucho más pálida con algunas tonalidades grises bajo de sus ojos apagados, se veía más delgada considerando que siempre había tenido mejillas regordetas. y lo más impactante, su cabeza parecía tener pequeñas áreas escasas de cabello por lo que hanna dedujo de inmediato que esas quimioterapias estaban teniendo su efecto.

ella regresó a su habitación para vestirse, pero como si su vista tuviera voluntad propia esta se posicionó tan pronto como entró al lugar en la almohada blanca de la joven, justo donde yacían algunos mechones de cabello castaño.

TENGO FRÍO, yang jungwon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora