¿Por qué el mundo juzga un sentimiento que es de lo más hermoso? ¿Acaso está mal querer ser feliz? Cada uno encuentra su felicidad en este mundo oscuro y afligido, de cualquier manera, a veces esta no tan aceptada y a veces, admirada.
Hanna encontró...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
la noche había llegado junto con una violenta lluvia, el aire golpeaba las ventanas y el sonido de los árboles moviéndose no ayudaba para el miedo de hanna desapareciera. ella enrollaba su cuerpo entre las sabanas, tratando de entrar en calor, pero no ayudaba, incluso si la ventana estaba cerrada.
hanna no podía conciliar el sueño desde que fue a la cita con el doctor, no pensaba en nada más que fuera las quimioterapias. en una semana comenzaría con los tratamientos adecuados y no sabía qué sería de su vida desde ese momento. las palabras del doctor "estoy seguro de que eres fuerte, podrás salir adelante", se repetían en su cabeza, ella sabía que eso siempre se lo decían a cualquier paciente con cáncer o con alguna enfermedad mortal y nunca sabes si sales con vida del hospital.
nuevos golpes se empezaron a escuchar sobre la ventana, hanna pensó que el viento había aumentado con fuerza, pero ahora, los golpes eran diferentes. la joven se levantó de su cama, yendo a su ventana y su mirada se agradó al ver hacia el suelo. abrió la ventana rápidamente y se asomó un poco más, intentando no mojarse.
─jungwon, ¿qué diablos haces aquí? ─preguntó la chica ahogando sus gritos. jungwon rio divertido. ─¡no te rías! jungwon, te puedes resfriar.
─entonces déjame entrar. ─dijo jungwon sonriendo. hanna puso los ojos en blancos, asintiendo. ─bien, toma mi mochila.
jungwon lanzó la mochila donde hanna, ella la atrapó como si fuera lo más fácil del mundo, para ella ya era habitual. gracias al gran árbol que había, jungwon escaló hasta que estaba más cerca de la ventana entrando a la habitación de hanna. el pelinegro tropezó un poco, riendo en silencio mientras hanna aún estaba preocupada por todo lo que pasaba, pero ahora mismo deseaba que sus madres no los descubrieran.
─hola amor, ¿cómo estás? ─saludó el chico como nada hubiera pasado, desconcertando a su novia.
─¿cómo estoy? sabes que nos pueden atrapar, es arriesgado. ─hanna se cruzó de brazos, sentándose en su cama.
