¿Por qué el mundo juzga un sentimiento que es de lo más hermoso? ¿Acaso está mal querer ser feliz? Cada uno encuentra su felicidad en este mundo oscuro y afligido, de cualquier manera, a veces esta no tan aceptada y a veces, admirada.
Hanna encontró...
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─¿vestido rosado o anaranjado? si te soy honesta, me gusta más el rosado. ─decía hyomin señalando ambos atuendos que colocó sobre la puertas de su armario.
─um, tal vez el anaranjado se vea bonito. ─hanna apuntó al vestido primaveral que estaba lleno de detalles blancos de encaje y algunas flores. ─me gusta.
hyomin puso los ojos en blanco y se volteó para ver a su amiga mientras se cruzaba de brazos. ─entonces, ¿para qué me pides mi opinión sí elegirás otro vestido?
hanna sonrió traviesa, bajando un poco su cabeza. ─disculpa.
hyomin negó con su cabeza pero soltó una pequeña carcajada. se dejó caer en la cama de hanna a lado de ella y miró al techo pensando.
─¿estás segura de salir con jungwon a pesar de las posible críticas? ─cuestionó hyomin girando su cabeza para ver a su amiga. esta última hizo un puchero, pensando al igual que la otra chica.
─no, no estoy segura pero, ¿cuándo he estado segura de algo? ─bromeó riendo, hanna creyó que hyomin se enfadaría pero no fue así. ella solo se limitó a reír, chasqueando sus dedos.
─buen punto.
las amigas dejaron salir una sonora carcajada al unísono, sin embargo, la puerta de la habitación se abrió viendo que eunmin se acercaba a ambas con una sonrisa gentil.
─muy bien risueñas, creo que hoy fue un día cansado, ¿no? ─eunmin despeinó a las dos chicas. ─hyomin, tu madre ya vino por ti, es mejor que no la hagas esperar.
─tiene toda la razón, señora choi. ─hyomin se levantó de la cama con velocidad.
