ꗃ capítulo 7

1.2K 151 28
                                    

NIEVE ❜❜

❝ NIEVE ❜❜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─¿quieres un caramelo más, hanna? vamos, toma uno más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─¿quieres un caramelo más, hanna? vamos, toma uno más. ─dijo uno de los padres de jungwon, específicamente jong-il, ofreciendo una pequeña caja colorida llena de caramelos de diferentes sabores.

─si no es mucha molestia. ─habló hanna apenada, de cierto modo se sentía conmovida por la dulce amabilidad de los adultos.

─¡por supuesto que no! anda, toma uno. ─él sonrió, hanna tomó uno más y empezó a quitarle la envoltura. el otro padre de jungwon, hyunbin, llegó al lugar junto con su hijo, trayendo los troncos y ramas suficientes para hacer una fogata. dejaron la madera en el suelo, pronto se apresuraron para prender el fuego y poder entrar en calor. los padres de jungwon comenzaron a hablar entre ellos, preparando las tiendas de campaña para dormir.

jungwon se acercó a hanna con una sonrisa, sentándose a su lado pasando un brazo por sus hombros para poder atraerla hacia él.

─estás temblando. ─dijo jungwon. ─¿quieres entrar a la cabaña?

─no, estoy bien. ─insistió hanna, frotando las palmas de sus manos. pero jungwon, se negó.

─hanna, tienes frío, no mientas. ─jungwon tomó las manos de su chica, soplando un poco de aire caliente. ─no puedes mentirme cuando tienes los dedos casi morados.

hanna prestó más atención al área de sus manos y era cierto, tenía las manos tan rojas que se veía como tomaba un tenue color morado. sin embargo, ella sabía que no era solo por el frío. hanna retiró sus manos y las guardó en los bolsillos de su abrigo. aclaró su garganta, relamiendo sus labios y formando una convincente sonrisa para su novio.

─estoy bien, con la fogata entraré en calor. ─jungwon pareció no conforme con las palabras de la chica, pero conocida lo terca que era, así que decidió no insistir más.

─¡jungwon! ven aquí, ayúdame. ─anunció jong-il, haciendo una seña para que su hijo se acercara a él. jungwon hizo caso y luego de darle un rápido beso en la mejilla a hanna, fue con su padre.

ella suspiró pesadamente, sacó las manos de sus bolsillos y las observó con detenimiento, estaban rojas, sus dedos temblaban y alrededor de su muñeca se notaban algunas manchas moradas que iban agrandándose por todo su brazo. bajó las mangas de su abrigo lo más que pudo, regresando sus manos a sus bolsillos.

la preocupación de hanna crecía con cada punzada que sentía en su pecho por la culpabilidad que sentía al quedarse callada. ella quiere seguir con su vida normal, siendo feliz y si empeora, desea ser feliz hasta que llegue su final.

hyomin iba corriendo hacia la casa de su mejor amiga, sosteniendo con fuerza los papales sintiendo como estos se arrugaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

hyomin iba corriendo hacia la casa de su mejor amiga, sosteniendo con fuerza los papales sintiendo como estos se arrugaban. era más fácil tomar un autobús, sí, pero hyomin no tenía tiempo para esperar por un transporte.

mejor dicho, nadie tiene tiempo para esperar.

en ese instante, himen recordó las veces que su amiga le amenazó para evitar que ella dijera algo al respecto de sus hemorragias nasales, pero era imposible seguir ocultando cualquier cosa que tenga que ver con la salud de su amiga. tal vez hanna se enfadaría con hyomin como nunca, pero si eso es uno de los riesgos por querer salvarla, hyomin lo hará sin ninguna duda.

hyomin corría entre la gente, diciendo 'perdón' repetidas veces por cada empujón que daba a quién sea. unas cuadras más, la puerta de la casa de hanna estaba frente a hyomin, esta última no espero más para tocar el timbre con desesperación.

─¡hola hyomin! ¿qué tal? ─saludó eunmin, la madre de hanna, abriendo la puerta por completo. al ver el rostro lleno de preocupación de la joven, eunmin frunció el ceño. ─¿ocurre algo?

─señora, debo decirle algo. ─habló hyomin tratando de controlar su respiración. ─es sobre hanna.

eunmin se cerró de brazos. ─de acuerdo, pero antes, ─la adulta se hizo a un lado. ─adelante.

hyomin entró rápidamente a la casa, eunmin cerró la puerta y, aún con una sonrisa, continuó hablando, expectante de lo que la mejor amiga de su hija tenía que decirle. ─¿qué querías decirme, cielo?

─hanna me dijo que no debía decirle nada. ─hyomin bajó la mirada, viendo los estudios médicos en sus manos. ─pero, no puedo quedarme callada después de esto.

la sonrisa de eunmin se borró. ─dime, hyomin.

la joven respiró hondo, tragando seco. ─no es la mejor manera, pero seré directa. ─hyomin extendió los papeles hacia eunmin, ella los tomó con una entendible confusión. ─hanna está enferma, véalo por usted misma.

hubo un doloroso silencio entre las dos mujeres, solo se podía escuchar la fuerte respiración nerviosa de hyomin. eunmin se quedó inexpresiva, pero pronto las lágrimas en sus ojos se hicieron ver, cayendo por las mejillas rojizas de esta última, apenando a hyomin. la presión que la mujer empezó a sentir provocó un nudo en su estómago y garganta, prohibiéndole hablar o al menos, emitir un sonido.

─hyomin, ¿desde cuándo lo sabes? ─preguntó eunmin en voz baja, sorbiendo su nariz para evitar que más lágrimas cayeran. ni siquiera había levantado la cabeza para ver a la joven chica frente a ella.

─hoy, me enteré de que hanna había pedido una cita en el hospital, por unos estudios, ella dijo que eran de su abuelo, pero no le creí. ─hyomin, cabizbaja, se acercó paso a paso a lado de eunmin, rodeando el cuerpo delgado de la adulta en un cálido y afligido abrazo. después de todo, era la madre de su mejor amiga, era como si fuera su madre también.

eunmin aceptó el abrazo, deshaciéndose en el hombro de la joven, llorando a mares, pensando en una sola cosa: su hija, su pequeña hanna, estaba en sus últimos atardeceres.

eunmin aceptó el abrazo, deshaciéndose en el hombro de la joven, llorando a mares, pensando en una sola cosa: su hija, su pequeña hanna, estaba en sus últimos atardeceres

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

@jjaewonis - 2021

TENGO FRÍO, yang jungwon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora