Pastillas

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– Sunghee – me llama mi madre.

– Hmm.

– ¿Tomaste tus medicamentos antes de venir? – aunque parezca que está preocupada por mí, su cara de asco demuestra otra cosa.

– Sí.

– ¿No me estás mintiendo?

– ¿Por qué lo haría? Es la única razón que me mantiene en la vida.

– ¿Algo nuevo por parte del doctor Kim?

– Nada nuevo, sólo nuevos medicamentos que según él para darme felicidad – poco me importa lo que piense mi madre de esto, pero no sirve de nada ocultarlo de ella.

– Entiendo – da por finalizada nuestra pequeña conversación mientras termina de cocinar el almuerzo.

No me gustaba visitar a mi madre, aunque la quisiera mucho siempre teníamos la misma conversación, era bastante incómodo, solo venía a verla para demostrarle que seguía con vida, a pesar de todo.

Intentaba visitarla una vez por semana pero no siempre lo hacía, eran horas escuchando como le molestaba que no tuviera amigos, la gente no soportaba la tristeza de su hija. Ella tampoco lo hacía.

– Es hora de irme, tengo que tomar mi medicación dentro de una hora y no las tengo aquí, nos vemos luego – dije mientras me levantaba de la mesa e iba a colocarme mi abrigo. No quería estar en está casa un minuto más.

– Adiós.

MI madre no fue la mejor de todas, he llorado millones de veces por su culpa, nunca hizo nada ante las burlas que recibí de niña, dolía ver como todas mis compañeras tenían la madre que tanto deseé, aquella madre que siempre iba a todas las actividades organizadas por el colegio, estando siempre presentes y darte cuenta que tu verdadera madre lo único que hace es darte de comer, solo por eso estaba agradecida con ella.

Ella no sabe lo que sucede en mi cabeza, he intentado decirle pero ver como me juzga y el asco que siente por mi me hacen retroceder, ella no me quiere.

No sabe lo que es querer morir.

Pero ya no me quedan ganas de explicárselo.

Mi apartamento seguía igual de triste y melancólico, mis auriculares reproducen canciones tristes que me hacen sentir un poco más viva. Me gustaría poder desahogarme pero no puedo expresar mis pensamientos, ni con mi terapeuta, solo pretendo que todo está bien cuando me estoy muriendo lentamente, ojalá esas pastillas hicieran algo, ojalá curarán mi tristeza.

Tomó mi medicación y encuentro el valor de abrir los últimos que compré, las pastillas que me arreglaran, estaba nerviosa, no confiaba en Kim pero necesitaba mejorar y según lo que él decía esas pastillas lo harían.

Voy hacia la cocina en busca de un vaso de agua mientras leía los componentes de las pastillas, al tener el vaso lleno, tomó un poco de este y trago. Necesitaba que rápidamente hiciera efecto, mis manos temblaban, intentaba tranquilizarme, tomar con calma la situación pero no podía.

Desesperadamente tomé una segunda pastilla.

[...]

– ¿Cómo pasaste está primer semana con el nuevo medicamento? – otro viernes de consultas, me estaba cansando de verle la cara.

– Bien, mi cuerpo se sintió muy cansado pero no debe preocuparse.

– ¿Algún efecto cuando lo tomaste?

– No recuerdo muy bien – me mira confundido.

– Mmm... Ya veo. ¿Quieres contarme que recuerdas?

– Solo recuerdo que tomé la pastilla y nada más.

– Esto solo sucede si tomas más de una. ¿Tienes idea de cuantas tomaste? – mi cabeza dolía.

– Creo... Creo que más de dos.

– Sunghee. ¿Has estado muy ansiosa últimamente?

– S-sí.

– Ya sabes que hacer en estos casos.










Publicación: 2021

Corrección: 20/09/24

Medicine | jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora