Medicine | jjk

Paga y vete

Se aburrió y se fue. Te dejó sola. Nadie te quiere. Te hicieron para estar sola. Él era mucho para tí. Se escapó. Él no quiere estar con una persona depresiva. Vete. Paga la cuenta y vete.

Las voces en mi cabeza empiezan a jugar contra mi y yo como tonta caí en ellas. les creí.

Mis manos comienzan su tan conocido temblor, no tengo control de mi respiración, deseo volver a mi apartamento e intentó beber lo que queda de mi té, pero con los temblores de mi cuerpo no pude levantar la taza. Mis lágrimas caen con la fuerza de una cascada.

Me levantó de mi asiento, abrí mi cartera y dejó dinero para pagar lo que pedimos, limpió mis lágrimas pero aparecen más en abundancia.

Jungkook se fue y nunca pensé que él sería así.

Salgo del bar con el cuerpo completamente temblando, mi corazón destrozado y mi rostro llenó de gotas. Será muy difícil aguantar todos mis pensamientos esta noche.

A medida que controlaba mi respiración, el tiempo y los vehículos que avanzaban a mi lado iban volando pero ningún taxi pasaba por las calles de Seúl, camine, corrí, suspire y seguí caminando hasta que sentí unos brazos rodearme.

– Sunghee – habla con la voz agitada – Pensé que te habías ido – me da la vuelta y me acerca a él, puedo notar la fuerza de sus brazos debido al abrazo – ¿Por qué te fuiste así?

– Pensé que te habías ido – le susurró aún estando en sus brazos.

– No soy tan malo como para irme sin despedirme, cuando no te ví en la mesa me asusté.

– Perdón – digo mientras saco mi rostro de su pecho. Él me abraza más fuerte – Pensé que me habías dejado allí sola, perdóname.

Sostiene mi rostro con sus manos y quita las lágrimas que seguían cayendo por mis mejillas.

– Yo no soy como los demás – su mirada lo confirmaba, él no era como los demás.

– ¿Qué piensas de ir a un parque de atracciones? Así nos distraemos un poco – sus ojos brillosos me miran con ternura.

– Está bien – al escucharme entrelaza nuestros dedos y partimos rumbo al parque.

[...]

Jungkook me traía corriendo, él estaba muy emocionado como un niño, sus ojos no dejaban de brillar y su sonrisa no se iba, más tarde le dolerá esa parte del rostro. Yo tampoco podía disimular mi felicidad, me sentía muy bien, demasiado bien.

– Ven, vamos a aquel puesto – lo señala y aún con nuestras manos entrelazadas nos dirigimos hacia esa dirección. Jungkook habla con el señor que atendía mientras yo observaba el parque.

– Sunghee – me llama.

– ¿Sí?

– ¿Competimos? – suelto una sonrisa como respuesta.

La competencia empieza, podía notar la competitividad de mi contrincante, estaba bastante segura de que él ganaría y más si en mis dos primeros tiros mis dardos dieron en la pared, el último dardo dió en 40 puntos, siendo estos los únicos puntos, Jungkook me ganó por lejos y me gustaba ver esa sonrisa de felicidad.

– ¿Cuál es el premio? – pregunté curiosa. Jungkook agrandó su sonrisa y me hizo dar la vuelta para que le diera la espalda.

– Muchas gracias – lo escucho decir – Sunghee~

Me doy la vuelta y lo encuentro con un koala de peluche en su hombro.

– Que tierno – río.

– Jeje... Es para tí – me da el peluche.

– Pero es tu premio.

– Shhhhh – coloca un dedo sobre mis labios – Te lo mereces.

Mis mejillas en cualquier momento estallan, las siento demasiado calientes y Jungkook sólo ríe. Otra vez entrelaza nuestras manos, se siente bien.

– ¿Tienes ganas de ir a la montaña rusa de allí?

– Da muchas vueltas, no sé si aguantaré.

– Tranquila, estarás conmigo – nuestras miradas se cruzan, no tengo miedo, quiero subirme a esa montaña rusa y gritar a más no poder.

Nunca sentí eso.

Me sentí libre.

Feliz.

Estando en la fila no dejé de dar pequeños saltos, estaba emocionada a la vez que nerviosa, al llegar nuestro turno sostuvo fuertemente mi mano y con su mirada me dijo que todo estaría bien.

Publicada: 08/05/22

Corrección: 20/09/24