𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆

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5 años después.

Han pasado tantas cosas en este último tiempo, abrí mi propio consultorio, si, soy veterinaria.

Estoy demasiado contenta, ojalá tuviera a Jungkook aquí al lado mío para agradecerle.

Porque a pesar de no haber aceptado su ayuda, siempre tuve en cuenta sus palabras. Fue mi apoyo.

Veterinaria Sunnie. Así se llamaba mi consultorio. Muy original.

— Oye, jefa — dice Kang Heesook, mi asistente, entrando en mi consultorio.

— ¿Si, Sook?

— Emergencia — dice. No hace falta que diga más, no importa las consultas que tenga en este momento, es una emergencia.

— ¿Tienes los datos ya? — no termino de preguntarle que ya tengo los datos de aquel animalito y su dueño.

— Diles que pasen.

Por suerte el perrito que atendí hace un momento no era tan escandaloso y no dejo mi consultorio dado vuelta, tenía todo en su lugar, bueno, casi todo.

Mientras espero, me pongo a leer los datos que me entregó Sook; un doberman llamado Jeon Bam, 3 años, macho, rotura en su pierna trasera derecha. Llevará tiempo.

Sigo leyendo los datos, no soy de leer la información del dueño pero estaban demorando tanto que me dió por curiosear.

Jeon Junghyun.

No.

Espera.

¿Tan ciega soy? Ahí dice Jeon Jungkook.

Esperen. Otra vez.

¿Jungkook?

No puede ser él, no hay manera de que sea.

Siento cómo tocan a mi puerta, dejo los papeles en mi escritorio, doy un gran suspiro y le avisó a Sook que puede pasar.

La cabellera rubia de mi asistente es lo primero que ven mis ojos al ser abierta la puerta, un hombre con el canino en brazos llamado Bam viene detrás, pero sólo le hecho un rápido vistazo porque me doy la vuelta quedando de espaldas a ellos, mientras busco mis utensilios.

— Me hace el favor de colocarlo en la camilla — le habló al dueño de mi paciente. Escuchó cómo lo coloca lentamente allí, un quejido un poco fuerte del canino y la puerta cerrandose indicándome que Heesook salió.

Demoró un poco pero en cuanto tengo todos mis utensilios listos doy media vuelta. Sé que debería ser profesional pero puede que este hombre sea Jungkook y a pesar de todo no estoy lista para levantar mi mirada, sólo me concentro en el canino.

Se que está parado en frente mío, le indicó que se siente, y veo sus pies moverse hasta la silla más cercana.

Sus ojos están puestos en mí y en lo que hago con su mascota.

Su presencia me intimida, y pensar en que puede ser él, me pone demasiado nerviosa, doy un largo suspiro y terminó de revisar la pierna de mi paciente, se ve bastante mal.

— Esto va a llevar tiempo — le comento al chico.

— No te preocupes, con tal de que se recuperé puedo esperar todo el tiempo que se necesite.

Luego de esa mini conversación lo único que se escucha son los gruñidos del canino y de mis manos trabajando. Pasaron 40 mintuos pero para mi fue mucho más.

Con una tuerca terminó de ajustar la silla de ruedas para perros, se ve tierno.

— Eres fuerte Bam, muchos en tu lugar no soportan tanto dolor — le habló mientras acarició su cabecita — Este grandulón ya está listo para volver a su casa, el mes que viene tendría que venir a hacerse una revisión, si pasa algún imprevisto no dudes en venir. Se tiene que mantener sano. Puedes pasar con Sook y ella te agendará — le digo al señor Jeon, y por primera vez en todo ese rato que estuvimos juntos levanto la mirada.

Medicine | jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora