n u e v e

335 52 17
                                    

Siempre estaba la posibilidad de que el teléfono fuera contestado de todas formas. Y a él no le costaba nada hacerlo, marcar un par de números grabados en su cabeza no le costaba..

No sabía cómo pero sí había memorizado el número de Renjun. Se dió cuenta de esto cuando los marcó uno tras otro dispuesto a llamarlo. Estaba a un solo botón de esto..¿Porqué le costaba tanto?

Vamos Jisung..tú quieres esto.

Lo que no quería, era seguir repitiendo dentro de su cabeza el porqué le sucedió esto con él? Después de todo es bastante fácil entender que te guste una persona. Y Renjun....él le gustaba tanto. Necesitaba oírle, estaba apunto de tener un ataque de ansiedad, necesitaba el afecto que solo Renjun podía darle.

Las secuelas de las lágrimas que hace unas cuantas horas Jisung derramó ya se habían marchado, y sus cachetes rosados estaban hinchados ahora. Le pasaba siempre que comenzaba a llorar.

Una vez más encendió el celular y miró la hora, 11: 47 p.m...

Su madre no llegaría esta noche y por eso le dejó estas tareas para adelantar en la casa. Además de soportar la espera de toda una noche, Jisung tenía que ser extremadamente fuerte para no entrar en pánico por el dolor que cargaba hoy dentro de su pecho, muy profundo. Porque esto lo llevaría a la misma pesadilla que lo atormentaba, todo terminaba ahí.

No lo pensó más, se levantó del gran sillón y marcó a el número en la pantalla. En seguida una voz conocida habló y Jisung quiso llorar.

—¿Hola..?

—¿Dónde estás? Dime pronto por favor —Dijo rápido caminando hacia la puerta y tomando las llaves.

—Jisung...no te entiendo, habla más despacio por favor, ¿sucede algo? ¿estás llorando?—Dijo con un tono de preocupación.

—Renjun solo dime donde estás, voy a correr hacia allí ahora, lo digo en serio—Arrugó la naríz y cerró la puerta de su casa con llave mientras en la otra mano sostenía el teléfono pegado a su oído.

—Estoy en mi casa...

—Iré, no me importa, no me preguntes, pero moriré si no te veo ahora.

—...No haré preguntas, está bien, anda, te dejaré la dirección por Line.

Colgó y dejó a Jisung moviéndose de un lado hacia otro, comiéndose las uñas, incluso hizo un dedo sangrar. Todo hasta que llegó el mensaje, lo miró rápidamente y empezó a caminar sin mirar detrás.

Su corazón se iba a salir y sus ojos se empezaron a humedecer cuando cruzó un parque solitario, el que estaba justo antes de llegar a la casa de Renjun.

Corrió, todo lo que pudo sin detenerse, no hasta tener esa casa con el pequeño jardín de flores delante. Tocó la puerta de allí como un loco desesperado buscando refugio o como un fugitivo lo hacía de la policía.

El chico al que quería ver estaba allí parado justo en frente suyo, en el momento en el que la puerta se abrió, con un camisa desmangada azul que dejaba ver sus pequeños pero un poco marcados brazos.

Jisung se lanzó sobre él y lo envolvió fuerte en un abrazo, escondiendo su cabeza en el hombro del mayor como si tuviera tres años. Lloró como si nunca antes lo hubiera hecho. Se estaba desmayado en sus brazos, pero lloraba por el alivio que provocaba en su alma. Dónde estuvo Huang Renjun en esos momentos en el que él lo había necesitado. Quería haber sentido esto todas las veces anteriores. Pero ahora que estaba sucediendo, solo podía desear olvidarse de todo.

Renjun lo abrazaba correspondidamente, tan fuerte que no parecía querer soltarlo. Y en cada suspiro que Jisung ahogaba, él solo le pasaba la mano por la espalda y susurraba en su oído con voz tierna.

𝐈 𝐌𝐄𝐄𝐓 𝐘𝐎𝐔 𝐓𝐇𝐄𝐑𝐄 | Rensung ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora