Adore You | South Park | Kyle & Tú

Chicos tontos - 14

El Martes para ______ confiaba en ser mejor, sin embargo, tanto el día anterior como el de hoy, lo inició con un dolor de cabeza y esta vez con estornudos. Pensó que tarde o temprano terminaría con algún resfriado y de todas formas, no es inconveniente para seguir.

Durante su estadía en PetPet, descubrió que uno de sus talentos ha sido el persuadir niños para que compren más de lo que deben y lo aplica siempre que la oportunidad se presenta, llegándose a ver reflejado en las ganancias del negocio. Desafortunadamente, no parece ser suficiente, pues David, en un tiempo libre, le comenta sobre el recorte de gastos y que asuntos como el seguro y el paseador de perros, ya no podrán ser sustentados.

Ante las amargas noticias, no se le ocurre nada realmente para mejorar la situación, y dicha incapacidad comenzaba a tensarla.

Finalmente, su turno había acabado pero su mal no, desvió el camino al 7Eleven para comprar un analgésico y agua. Tomó una pastilla y guarda el resto de la bebida.

Al salir del establecimiento, siente la fresca brisa atravesándola y toma rumbo a casa.

—Hola— Kyle inesperadamente la alcanza y le dice animado.

—Hola— sonriendo de lado —¿Qué haces por aquí?—

—Uhm, estaba con los chicos en el parque, hubo una pequeña discusión y me fui— caminando junto a ella

—¿Todo bien?—

—Ah, sí, cosas sobre el equipo de básquet, ya se arreglará ¿Qué hay de ti?—

—No quiero hablar del trabajo— suspira —Me encantaría una soda italiana ahora mismo—

—¿Y qué te lo impide?—

—Las de Maggiano's son las mejores, lástima que sea un restaurante en la ciudad, cerca de Kansas—

—Entonces no tomarías de otro lugar—

—Le soy completamente fiel, incluso si yo preparo la soda, no sería lo mismo—

—Naturalmente—

—Bueno, si la comida también es— se queda con la boca abierta y la frase inconclusa al oír el estrepitoso aullido de un perro; ambos voltean para ver de dónde provenía y al encontrar un husky tirado en medio de la calle frente a un auto, la chica corre de primeras hacia ello. Su corazón parecía acelerarse, las ganas de insultar al conductor fueron reservadas concentrando su atención en el lesionado —¿Se llama al 911?— mientras lo revisaba.

—No lo sé— titubeó el chico acercándose.

—...Está bien— menciona John —¡Lo llevaremos con un veterinario!— intentando conservar la calma bajando de su asiento.

—¿John?— _____ reconoce la voz y lo observa estando arrodillada con un perro inconsciente en brazos —¡Maldito idiota!—

—Ven— interviene Kyle ayudando a cargar el cuerpo —Hay que apurarnos— debido a su tamaño, se necesitaban dos para poder transportarlo con cuidado.

—Claro, suban— dice el otro penosamente abriendo una de las puertas de atrás.

[...]

Una vez llegando, John habló en la recepción y posteriormente una enfermera se acerca con una camilla pequeña para que tendieran al husky ahí, a su vez, pedían que los tres se quedaran en la sala de espera.