Capítulo 31

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A la mañana siguiente, Emilio se levantó muy temprano no iría a trabajar. Tenía cita con su ginecólogo para su ecografía mensual. Otra a la que iba sin Joaquín.

Azul se encargaría de llevar a los niños a la escuela antes de ella irse a la universidad.

Joaquín bajo y vio a su cuñada y a sus dos hijos desayunando. Dejo un beso en la frente de sus pequeños y se sentó a comer con ellos.

—Azul ¿dónde está Emilio?

—salió desde muy temprano, fue a su ecografía mensual

—¿Por que no me avisó? lo hubiera acompañado

—¿Para qué Joaquín? ¿No que estás seguro de que ese bebe no es tuyo? Entonces para que vas a ir a una eco de un bebe que según tu no es tuyo

—Azul, sé que me he equivocado, pero estoy arrepentido y quiero que nos llevemos bien, aunque él bebe no sea mío

—Él bebe de Emilio es tuyo Joaquín y si enserio te alegras, se supone que hoy si él bebe se deja ver le digan si será niña o niño. Algo de lo que te pudiste haber enterado antes que todos, pero tu cabeza hueca no te deja ver las cosas como son. En fin, tengo que irme o no llegare a mi primera clase. Hasta pronto

Azul salió con los niños de la casa y se fue a llevarlos a la escuela, Joaquín por otra parte se quedó pensando en Emilio. Tenía la ilusión de que fuera otro niño, uno que fuera idéntico a Emilio.

Joaquín se había portado muy mal con Emilio y realmente estaba arrepentido, buscaría la manera de pedirle perdón porque a pesar de todo aun lo amaba.

Emilio paso al consultorio de su doctor y este comenzó a hacerle la eco.

—Bien Emilio, todo va bien hasta ahora no veo ninguna anomalía. Mira, se ha dejado ver ¿quieres saber qué es?

—Si doctor dígame por favor

—Un niño Emilio. Felicidades

Emilio comenzó a llorar de alegría, tenía la ilusión de que fuera otro niño, uno que se pareciera a él, pues sus otros hijos eran idénticos a Joaquín.

—¿Por que Joaquín no ha venido contigo a ninguna de tus citas?

—Es que...el piensa que este niño no es su hijo y nos hemos distanciado mucho, ya ni siquiera duerme en la misma cama que yo, está en la recamara de huéspedes.

—Oh Emilio lo siento, realmente es una pena que el piense eso. Tu serias incapaz de engañarlo y el mejor que nadie debería saberlo

—Mmhm, pero él esta ciego. Incluso quiso divorciarse

—Wow que fuerte...Emilio si yo fuera Joaquín no me estaría comportando así, hay muchos hombres en la calle que desearían estar con alguien como tú, eres hermoso y despiertas deseo en muchas personas

El doctor se acercó demasiado al rostro de Emilio, el que los viera diría que se estaban besando.

—Ammm, ¿gracias? Bien doctor Collins creo que mejor me voy, debo ir por mis hijos a la escuela. Gracias por la ecografía

—¿No quieres tomar un café conmigo?

—No quiero ser grosero, pero usted es mi ginecólogo y le pago para que lleve mi embarazo. No me interesa nada sentimental con usted, tengo problemas en mi matrimonio, pero jamás le seré infiel a Joaquín. Ahora si me disculpa tengo que irme. Que tenga buen día

Emilio salió del consultorio hecho una furia, ahora que sabía las verdaderas intenciones del doctor no era para nada cómodo, definitivamente cambiaria de médico.

Emilio paso por su pequeños a la escuela, al ser viernes las clases terminaban más temprano, los busco en su escuela y se fue hasta la casa.

Cuando llego vio el auto de Azul lo cual se le hizo raro, ella no salía nunca temprano de la universidad.

—¿Azul? ¿Qué haces aquí tan temprano?

—Hola Emilio, mis profesores de la tarde tenían reunión y por eso salí temprano... Pero ahora dime, ¿ya sabes que vas a tener?

—si Azul, es otro niño

—¡Emilio que emoción! Otro niño en casa. Al parecer Alyssa se quedó siendo la princesa de la casa

—Reina, mejor dicho

—No, la reina soy yo

Los chicos rieron ante el comentario de Azul y salieron a almorzar. Emilio tenía muchísimas ganas de darle la noticia a Joaquín pues él era el padre, pero también sabía que Joaquín no quería a su bebe entonces no perdería el tiempo.

En el almuerzo Emilio les contó a sus dos hijos que tendrían otro hermanito. Alyssa y Mateo se pusieron demasiado felices y se levantaron a besar la pequeña pancita de su papi Emilio.

Emilio estaba deseando que Joaquín estuviera igual de feliz que lo estaban todos, pero en lo único que Joaquín pensaba era en que Emilio lo había engañado.

—¿Por que esa cara Emi?

—Es solo...es que me gustaría que Joaquín estuviera feliz por este bebe

—A todos nos alegraría que el estuviera feliz Emilio. No logro aun entender cómo es que puede pensar que estuviste con otro

Emilio estaba hablando con Azul en total libertad, pues los niños se habían ido a una sala de juegos que tenía el restaurante.

—Anoche me pidió el divorcio...

—¿Qué hizo qué? ¿Y qué le dijiste?

—Obviamente le dije que no. Que el día que naciera mi hijo él le hiciera un ADN y si resultaba no ser su hijo entonces yo le firmaba el divorcio.

—Joaquín esta ciego, ya ha pasado todos los limites tengo que hablar con el

—No Azul, déjalo... al cabo que ya no me importa si me cree o no...me duele sí, pero no le voy a estar rogando que me crea

Emilio comenzó a llorar y Azul lo tomo de las manos.

—No llores Emi, todo se arreglará ya verás. Cálmate, le hará daño al bebe

Azul le sonrió a Emilio y seco las lágrimas que bajaban por sus mejillas.

—Te quiero mucho Emi

—Yo también a ti hermanita

In the name of love |Emiliaco|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora