¿Has oído alguna vez el susurro del mar? Cuando las olas chocan contra la arena y el sonido del oleaje es similar al de una harmonía pero mancada de notas. Cuando cierras los ojos y la brisa te dice bajito al oído que tu sonrisa es hermosa. Que ese mensaje te lo he enviado yo, sin saber donde estabas. Y luego miras al horizonte, allá donde parece acabarse el mundo, y detrás de esa nada sigo yo notándo tu ausencia. Sé que me esperas, que sonríes y no ríes porque quieres que sea yo quien te haga reír. Que eres una entomologa aficionada a coleccionar mariposas y guardarlas en un bote de cristal. Y no piensas soltarlas hasta que sea yo quien te haga sentirlas, recorriéndose por tu tripa, haciendo piruetas enloquecidas por tu barriga. Sé que sueñas con viajar a Londres tan solo para perderte en segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.