Capitulo 32

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| Missy |

Gracias a dios Emiliano ya abrió los ojos pues ya acababan de pasar las 12 horas de el vuelo de Rusia a Alabama, ya estábamos en su casa teniendo la cena, Rowena ya estaba despierta también, sonriendo como siempre.

—¿Realmente lo lograste madre? —interroga sin poder creer que hubiera logrado traerlas con una llamada

—¿Por quien me tomas nena? No dejaría que murieras después de haberte salvado recientemente, todo estará bien —le sonrió generando que ella me sonriera de vuelta—. Nuevamente lo siento por haberle dicho pero era la única manera de que volviera.

—No, está bien Missy, hiciste lo correcto y al final nos salvaste así que te agradezco mucho —enuncia agradeciéndome con la mirada.

—No hay de que, aún me siento culpable por decirle pero al menos tendrás una razón para decirle lo de su madre, pronto la encontraremos —comunico intentando darle ánimo.

Veo cómo intenta tomar la cuchara pero su mano tiembla sin cesar, una de las sirvientas le ayuda a poder comer, me sorprendo al sentir su presencia en el comedor, al igual que todos.

—Buenas noches —saluda Abril en un tono serio, tenía una que otra erupción en el cuerpo.

—Abril —susurra Jeremy sin poder creerlo.

—Buenas, buenas —saluda Alicia.

Habían venido todas y estaban armadas también, no se les podía ver pero sabía que tenían armas con plata al igual que objetos capaces de matar tri-híbridos.

—Siéntense por favor —las invita Aurelio señalando los asientos vacíos a mi lado.

—Siempre tan amable —expresa Abril encaminándose hasta sentarse a mi lado—. Missy, hola —me extiende la mano la cual aceptó sin dudar.

—Hola Abril —sonrió maliciosa y esta tiembla por un momento—. Tranquila, estás muy tensa —realmente disfrutaba causar miedo en su interior a pesar de que estaba armada no serviría para nada.

—¿Como está Robert y Paula? —le pregunta a Jeremy separando mi mano de la suya.

—Están muy bien, gracias por dejarla venir —contesta mi esposo emocionado que su mejor amiga le esté hablando.

—Que bien —habla esta vez Alicia dejando su arma sobre la mesa—. Espero no les moleste, venimos a hablar de negocios.

—¿Negocios? —responde Evelio mirando serio a Alicia, le molestaba su presencia o al menos eso fingía—. Si sabes que esas armas no funcionan ¿Verdad? Al menos no con nosotros —deja saber y está comienza a elevarse hasta impactar con la pared haciéndola añicos pero Alicia sacó otra.

—¿Que puedo decir amor? Soy optimista, como dije venimos a hablar de negocios, como ya saben el Alpha, Rowena y tú principe, se podrán débiles si por alguna razón decidimos irnos otra vez, no débiles, pueden morir ya que restablecimos la conexión estando aquí, así que nos quedaremos en la manada, no en la misma casa pero en la manada ¿Que les parece? —curiosea Alicia mirándonos a todos pero más a Evelio.

—Está bien —habla esta vez Emiliano como puede, este se mantenía cabizbajo mientras la sirvienta seguía dándole de comer.

—Ella se puede ir si quiere —señala a Alicia como si fuera nada—. No es como si nos hiciera falta una cazadora en la manada —manifiesta Evelio haciendo que Alicia riera.

—Decir eso debió dolerte más a ti que a mi, amor pero no te preocupes solo me quedo porque no pretendo dejarlas indefensas, igual me gustan los retos así que no te preocupes, pretendo gustarte angelito.

—Ni te emociones porque no pasará —afirma Evelio.

—Muy bien, es suficiente, Alicia se queda sino no hay trato, no lo hacemos porque queremos porque muy bien podemos estar en Russia pero Rowena es una gran persona y tú también Evelio, me partiría el corazón si algo les pasara por eso estoy aquí además tengo erupciones en la piel pero si por alguna razón tienen intenciones de apresarnos —mira a Emiliano por un segundo, el pobre temblaba sin cesar—. Alicia solo tiene que decir una palabra y atacarán la manada.

—Abril —mi esposo se levanta de su silla asombrado—. Hay niños en la manada, no puedes hacer eso.

—Lo siento Jer pero no volveré a pasar por lo mismo y tampoco quiero que las chicas pasen por lo mismo, todos hacemos lo que sea para sobrevivir, es lo que estoy haciendo no me puedes culpar por eso.

—Además solo lo hará si vemos signos de querer capturarnos —habla Lidia quien se había mantenido callada—. Si no lo hacen, no tenemos ninguna razón para atacar, estamos aquí dispuestas a salvarlos pero no muerdan la mano de quien les da comida porque trae consecuencias y hasta el ser más inocente puede pagar sin ninguna razón.

—Entendemos, nadie aquí hará eso incluyéndome —alza la voz Emiliano intentando pararse de la silla y casi se cae si no fuera porque lo atrape a tiempo.

—Vamos a descansar Emi, continuaremos mañana con esta conversación, les ruego que por hoy o por lo menos hasta que tengamos una mansión lista para ustedes pues no hay ninguna casa que tenga más de 3 habitaciones, se queden durmiendo aquí.

—La casa puede tener incluso una habitación, no nos molesta dormir con nosotras mismas —declara Chloe.

—Tiene razón, tres habitaciones están bien —reconoce Abril sin dejar de mirar a Emiliano.

—Bueno si nos disculpan nos retiramos, amor ¿Me ayudas? —el asiente levantándose de su asiento para venir a mi rescate—. Olga les enseñara sus habitaciones, por hoy si no les molesta a ti y a Lidia ¿Podrían dormir con Rowena y Evelio?

—No digas más suegra, sus deseos son órdenes —expone Alicia emocionada mientras que Evelio la miraba mal.

—No la mires así Evelio, ella es tu mate, ya acéptalo.

—Madre...

—¿A quien le estás discutiendo jovencito? Espero que no sea a mi ¿No es así? Ahora ve y muéstrale a Alicia tu habitación, gracias.

—Si madre —sin chitar mira a Alicia—. Camina

—¿Necesitas ayuda Rowena? —interpela Lidia levantándose para ayudar a Rowena.

—Bueno supongo que Olga me enseñará solo a mi —vocifera Chloe levantándose de su asiento.

—Si, yo ya se donde está mi habitación —menciona Abril despidiéndose de las chicas y siguiéndonos a mi y a Jer escaleras arriba.

Para nuestra sorpresa Abril se quedó en la misma habitación con Emi, no era tan mala después de todo, ella ayuda a Emiliano a ingresar a la cama después de haberse puesto la pijama y lo arropa con las sábanas.

—Yo me encargo desde aquí, que descansen —nos sonríe despidiéndose.

—Ustedes igual —asombrados salimos de la habitación.

Caminamos a la nuestra sin decir una palabra, estábamos perplejos por la actitud de Abril pero a la vez nos alegra que allá decidido para tiempo con Emi, al menos por hoy.

Encadenada al AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora