Encadenada al Alpha

Capitulo 22

| Abril |

Tomo mi batido viendo un caso de una chica llamada Linda Riss pero este caso era de muy antes cuando las mujeres solo servian para hacer hijos y ya esta, al parecer un tipo millonario estaba obsesionado con ella porque era virgen y ustedes saben lo importante que era para las mujeres guardarse para el matrimonio, resulta que el tipo estaba casado pero su matrimonio estaba arruinado y el salia con Linda solo que ella no lo sabia hasta que el se lo dijo.

Pero la esposa de el tipo era de las esposas modernas, que tu haces lo que tu quieras con quien tu quieras pero que nadie me venga a hablar de que tu estas con esta tipa porque debo cuidar mi imagen.

—A eso se le llama estrategia —digo para mi misma porque la esposa realmente era muy rica junto a su esposo pero ninguno de los dos como que se sentia atraido por el otro, solo estaban juntos por la buena situacion economica.

Tambien seguian juntos porque a nadie le gustaba una mujer que ya habia estado casada porque se decia que estaba manchada, como si ya no se puede reutilizar, ya para la basura, tu no me sirves porque tu ya estuviste con alguien y pues seguro me pegas algo.

—Ridiculos de mierda, es que si los tuviera en frente el palazo que les diera.

Pero en fin el tipo tenia un fetiche por las tipas virgenes y estaba obsesionado pero cuando Linda descubrio que el estaba casado lo dejo porque el habia mentido y el obsesionado de mierda no dejaba de acosarla, llamandola todos los dias, diciendole que el iba a dejar a su esposa y que le daria el divorcio, que le mostraria el divorcio si accedia a cenar con el para que le mostrara el papel del divorcio pero como la mama de Linda es mas inteligente le dijo que en cada papel de divorcio hay un numero que queda registrado para saber que ese dia se hizo este divorcio, entonces su madre le dijo llevate esta libreta y copia el numero que tiene ese papel para que mi abogado me diga si es verdad que el se divorcio o sigue casado y te mentio.

Escucho unos toques en la puerta que hacen que me sobresalte—. Pase —le digo a quien quiera que sea. La puerta se abre mostrando a Jeremy quien me sonrie—. El susto que me diste Jer, casi me matas del susto.

—¿Tan feo estoy?

—No claro que no pero es que estoy viendo algo de miedo y pues estoy sola, luego de repente tocan la puerta y yo me asusto facil asi que pues es eso, no eres para nada feo ¿Ya es hora de ir al picnic? —interrogo y el asiente sonriente.

Me levanto de el sofa tan rapido que el dolor en mi vientre bajo me golpea como un militar golpea cuando le dicen que su esposa lo engaña con el cartero mientras el está sirviendo su nacion, así de feo tanto que vuelvo a sentarme haciendo una mueca de dolor.

—¿Estas bien? —pregunta preocupado Jeremy dirigiéndose hacia mi.

—Si es solo un pequeño dolor —mentí agarrándome el vientre intentando que eso aliviara el dolor.

—No es cierto —responde mirando hacia mi entrepierna donde se podía notar claramente una gigante mancha de sangre—. Volveré en seguida, iré por Olga.

—Ella no está, fue a comprar toallas sanitarias —comentó sintiendo el dolor incrementar.

—Demonios, entonces te traeré algo para que te cubras y puedas ir a cambiarte a tu habitación ¿Está bien? Ya vuelvo....

Como aparece desaparece por la puerta como si siempre ha visto a cualquier mujer manchar sus pantalones en frente de el, en unos minutos aparece con Olga quien sostiene varias bolsas en las manos, se ve preocupada, ella le pide a Jeremy que salga pero se niega.

—¿Quien la va a llevar hasta su habitacion? No puedes cargarla hasta allá —hace énfasis en la última oración como si le estuviera diciendo algo a lo que Olga se sorprende—. Yo la llevaré, dile a los guardias que hagan de la vista gorda Olga y prepara un baño de burbujas, dame las pastillas.

Olga obedece a Jeremy quien toma todas las bolsas que tiene en las manos, Olga sale conrriendo como alma que lleva el diablo cerrando la puerta, Jeremy ve lo que hay en las bolsas y saca toda clase de pastillas poniendola en la mesa.

—Mira nada mas lo que es tener dinero, o es que intentan matarme —aseguro para mi misma, el medio sonrie dejando las demas bolsas en el suelo—. ¿Por que tantas pastillas?

—¿Cual es la que usualmente usas contra los dolores?

—Uso Ibuprofen y a veces aleve pero ambas de las blancas porque las demás son muy fuertes —confieso causando que Jeremy dejará los otros contenedores de pastillas en una bolsa—. ¿Por que estás tan normal?

—Eh.... Las primas de Missy, Elizabeth y Sara tuvieron esa clase de problemas y les tuve que ayudar porque Missy no estuvo en casa, además es algo normal, no tienes nada de que avergonzarte y yo se que es incómodo pero bueno solo intento ayudarte —asegura extendiéndome las pastillas junto el batido que anteriormente Olga había traído.

—Si lo se.

—Olga llamo a Paula y le pregunto que clase de toallas sanitarias usas ¿Es normal que sepa exactamente cuales?

—Claro que es normal, es como si le preguntaras a Alicia o a Chloe, ellas son mis mejores amigas saben todo de mi, no saben que clase de ropa interior llevo porque me pongo una diferente cada día.

—¿Las extrañas?

—Claro que si, siempre estuve con ellas, si vine con el hasta aquí es porque amenazo con hacerles daño y después de ver lo que le hizo a Paula no quería eso para ninguna de ellas, eso es algo que no le perdonare, el puede comprar el cielo para mi y ni siquiera eso logrará que me enamore de el, personas como el no deberían rondar la tierra, solo gastando oxigeno —comentó sintiendo mis ojos cristalizarse, estaba apunto de llorar por todos los recuerdos de las chicas que llegaron de repente—. Lo siento, las hormonas de la menstruacion.

—Está bien extrañarlas, después de todo son tus amigas y el hecho que las pusieras a ella antes que a ti significa que las aprecio mucho.

—Y por apreciarlas mucho el vio eso como una ventaja.

—¿Te cuento una historia loca sobrenatural?

—Dímelo todo y exagera.

—Se que amas mucho las historias sobrenaturales y todo eso, resulta que antes se creía que los hombres lobos eran reales porque habían muchos asesinatos donde les faltaba el corazón.

—Eso es mentira, los hombres lobos no comen corazones, bueno en supernatural eso dicen pero no creo que lo hagan cuando se llegan a controlar pero a todo esto ¿Que?

—Resulta que se rumorea que en este territorio vivían algunos hombres lobos así que yo creo que los ancestros de Emiliano son hombres lobos —admite cáusando que la expresión en mi rostro cambiará a una de seriedad.

—Jajajajajaja —rio a carcajadas después de escuchar lo que Jeremy acaba de decir—. Está bien que me quieran creer una tonta pero si el fuera un hombre lobo lo cual no es verdad entonces yo sería su mate porque esa obsesión enfermiza que el tiene conmigo no es normal.

—Exactamente.

—Entonces me tiraría del balcón en este instante porque no pasaría una eternidad con el pero es un buen pensamiento, yo pensé que la única con una loca imaginación era yo, te lo concedo son buenas deducciones sin ninguna clase de fundamento —aclaró dejando el baso en la mesa en la cual Jeremy estaba sentado.

—Entonces dices que vez un millón de películas y series sobre vampiros, hombre lobos y brujas pero ¿No crees en eso? —pregunta cambiando su expresión a una molesta.

—POR SUPUESTO QUE NO, yo estaré loca pero no es para tanto además no son vampiros, ni hombre lobos ni brujos, son actores haciendo un buen papel en una buena serie y/o película, pero todo esto ¿A que viene? —interrogó algo molesta porque el estaba molesto.

El suspira cansado mirándome fijamente por unos largos minutos en lo cuales yo lo miraba a él sin decir nada.