Capitulo 47

442 45 3
                                    

| Abril |

Como que la gente tiene una rara obsesión de secuestrarme, yo se que soy la séptima Kardashian pero no es para tanto, nuevamente me encontraba en una celda encadenada, Lidia se encontraba delante de la mía pero estaba inconsciente y desgraciadamente la tipa no se despierta ni porque explote una bomba a centímetros de ella, creo que pusieron a Alicia a mi lado pero seguro que estaba inconsciente también, a mi fue la única que no dejaron inconsciente pues ¿Para que? No tengo súper fuerza ni nada como las chicas.

Es por eso que ellas tienen cadenas de plata que interrumpe su fuerza mientras que yo tengo cadenas de hierro, poco a poco noto como Lidia se va despertando quejándose de el ardor que siente en sus muñecas, los libros decían la verdad la plata daña a los hombres lobos.

—¿Abril? —inquiere confundida estrujándose los ojos y pestañeando varias veces.

—Al fin despiertas, te estuve gritando por horas tonta —le reclamó haciendo que esta jalara de las cadenas provocando que un gemido de dolor saliera de ella.

—Ese bastardo de Bartholomew, pensé que estaba muerto pero que no se preocupe que pronto lo estará, solo que me deje escaparme de aquí y lo acabaré —escucho susurrar a Alicia.

Ya había despertado—. Nombre más largo y feo ese —mencionó haciendo que Lidia soltara una risita—. ¿Por que Em no ha venido? O Jeremy o Missy o todos ellos —me quejo mirando a Lidia quien se estaba acomodando en la celda.

—Podrá ser un bastardo pero Bart tiene muchos aliados que creen que es un ángel, hay que concedérselo, el tipo sabe actuar para que todos le crean su faceta de "no rompo ni un plato" si Emiliano incluso le saca un cabello de su melena comenzará una guerra, oye ¿Como te sientes? —pregunta Alicia de repente.

—Bien ¿Por que? ¿Ustedes como se sienten?

—Yo siento que me quemo por dentro —admite Alicia.

—Yo igual pero es la desventaja de estar lejos de Rowena —comenta Lidia

—Y yo de Evelio —responde Alicia pero yo no me sentía así.

—Pues qué raro, yo me siento bien —aclaro ganando una mirada de confusión de parte de Lidia.

—Eso si que es raro, pronto Alicia y yo nos volveremos como Paula cuando la llevamos a Russia —admite Lidia intentando echarse aire con la mano.

Ella estaba sudando—. Oh por dios no, no comiencen con los poemas del sol y la luna, que mi mermelada para mi pan, asco —casi vomito al decir esto, Alicia ríe al escucharme.

—Todos tienen una reacción diferente, Emiliano te marco deberías estar sudando como Lidia y yo en estos momentos y tu piel debería estar ardiendo como si te estuvieras quemando viva —explica con calma Alicia

—No lo se, leí muchas veces que cuando marcan a alguien supuestamente no se despegaba de su mate y quería cogérselo a cada segundo pero desde que me marcó he sentido como con asco o no se, no me acerco mucho a él lo cual es raro y no es que ha hecho nada malo aparte de encerrarme en casa pero si así me siento.

—¿Me pasas un cabello? —cuestiona Alicia

—¿Como se supone que te lo pase? No estamos en la misma celda.

—Acércate a los barrotes y estréchate, quiero ver algo.

Asiento confundida arrancándome un cabello de la cabeza lo cual dolió pero lo olvido acercándome lo más que puedo a los barrotes y logrando darle el cabello a Alicia, las cadenas eran lo suficientemente largas para pararme y caminar por la celda pero preferiría estar sentada.

—Como lo supuse, alguien te puso un hechizo protector contra magia qué también oculte tu olor pero cuando salimos del territorio se desvaneció, lo cual indica que quien lo hizo está en la manada y solo conozco a dos personas que su magia es enorme —comunica y ya las tres sabíamos de quien hablaba.

—Jeremy y Missy —terminó de decir.

—Así es, probablemente intentaron ocultarte hasta que el presentimiento se Emiliano se quitara pero nosotras de estupida fuimos por un café, espero que Chloe esté bien —manifiesta con culpabilidad.

Cuando nos separamos y las encontré aquí no vi a Chloe supongo que ellos no la encontraron relevante, solo espero que no le allá pasado nada y Emiliano la allá encontrado.

Lo hice, ella está bien, no te preocupes - Emiliano

—¡Aaaah! —grito de la sorpresa llamando la atención de las chicas.

—¿Que paso? ¿Que tienes? —indaga Lidia levantándose del suelo y examinándome.

—¿Estas herida? —curiosea Alicia y puedo jurar que ella también se levantó de el suelo.

—No me lo van a creer, yo creía que estaba loca pero no para tanto, acabo de escuchar una voz en mi cabeza —reveló dándome golpes en la cabeza para ver si la escucho otra vez—. Y lo peor es que se escucha como la voz de Emiliano.

—¿No leíste esa parte? —consulta Lidia sentándose nuevamente desinteresada.

—¿Que parte?

—Los mates pueden comunicarse telepáticamente, nosotras no podemos por las cadenas de plata pero tú no tienes, que suerte ¿Y que dice? —interroga Alicia.

—Dijo que encontraron a Chloe, que todo está bien y que no me preocupe —repito las palabras de la voz que escuché en mi mente.

—Que alivio —dicen al mismo tiempo suspirando aliviadas.

¿Cual es el plan?

No puedes decírselo a las chicas porque Saint probablemente esté escuchando - Emiliano

—¿Y quien diablos es Saint? —pregunto en voz alta.

Un hombre alto cabello rubio y ojos verdes aparece delante de mi celda, todo un estereotipo, me daban ganas como de golpearlo sin cesar por una razón.

—A tus órdenes Luna.

—Saint es el apodo del bastardo que nos secuestró aka el tipo que tienes enfrente —asegura Alicia con molestia en la voz.

—Es muy bueno verte de nuevo Alicia, que pena que no son las circunstancias que deberían, ya sabes debajo de mi cama como en los viejos tiempos —sonríe de lado provocando que quiera vomitar.

—Claro cuando me hechizabas para hacerlo.

—Buena charla —sentencia volteando a verme—. Abril, Abril, Abril debo decir que Emiliano tiene malos ratos pero no malos gustos.

Lo miro de arriba a bajo sin decir nada, lo ignoro como si no estuviera o como si no hubiera hablado pues las personas odian cuando hago esto, más alguien que probablemente intenta herirme con sus palabras.

—¿Sin palabras? Lastima yo si tengo mucho de que hablar.

—¿Crees que no se por donde viene esto? ¿Mami no te enseño a quedarte con tus propios poderes? O ¿A no robar?

—La mate antes de que pudiera hacerlo —admite y un brillo dorado pasa por sus ojos.

—Al menos ya no tiene que ver tu cara, la envidio.

—Oh cariño no tienes que hacerlo, pronto la acompañarás.

—Dios te escuché, cualquier lugar es un buen lugar si no tengo que verte o escuchar tu horrible nombre.

Este rueda los ojos y desaparece nuevamente, comienzo a tararear la canción de navidad mientras espero que Emiliano siga hablando pero este no dice nada por horas y horas, mis ojos se sienten pesados y se que no debería dormir pero no pude evitarlo.

Encadenada al AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora