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¤ø Ticket ¤ø


Ya habían pasado catorce días desde el inicio del nuevo curso y exactamente cuatro días desde que aquel chico interrumpió en medio de su tranquila jornada laboral. Min Yoongi no podía sacarse de la cabeza aquella brillante y alegre mirada.

Su libreta de robótica y computación estaba repleta de rayones con ideas para su prototipo y de dibujos de aquellos ojos que lo perseguían hasta en los momentos menos oportunos.

— ¿Podría presentarse el alumno Min Yoongi a la oficina del consejero estudiantil? Es urgente.

La voz de la secretaria inundó el aula. Los estudiantes, incluyendo al rubio, estaban tan enfocados en los prototipos - o pensando en ellos - que el anuncio los hizo sobresaltar. La señorita desapareció detrás de la puerta tan rápido como llegó. El señor Seung le dedicó una mirada preocupada y, con una pregunta oculta bajo su expresión, le pidió abandonar el salón. Perplejo, se colocó lentamente de pie mientras intentaba ignorar las risitas de sus compañeros que ya habían perdido toda concentración.

¿Algo urgente?

Min Yoongi salió de la sala de clases con la mirada en el suelo a la vez que se aferraba a las mangas de aquel amplio suéter negro como si la vida se le fuera en ello. Procuró evitar el sutil temblor que comenzó a recorrer por todo su cuerpo mientras intentaba pensar en la razón de por qué lo llamarían en medio de una clase y sobre todo el "urgente".

Algo debiste haber hecho o no te estarían llamando, ¿es que eres tonto?

— Quizás Taeyang quemó otra vez el laboratorio de biología... o tal vez encerró a un chico en el baño y ha dicho que fue mi culpa.

Y es que, si era algo como eso, no sería la primera vez que Min Yoongi se veía obligado a cargar con las travesuras de su primo mayor. A pesar de que el consejero estudiantil sabía que el rubio era completamente inocente, de todas formas debía hablar con el responsable de los destrozos y maltratos.

Tomó un poco de aire, sus nudillos apenas tocaron la puerta de madera cuando esta se abrió.

— Buenos días joven Min, tome asiento por favor. Lo estaba esperando — El señor Koi lo recibió de pie a un costado de su escritorio. Min Yoongi entró lentamente al despacho y tomó lugar en la silla vacía que había sido previamente señalada por el consejero estudiantil. — ¿Cómo ha estado?

La voz dura del mayor resonó por la pequeña oficina verde y, al ver que el estudiante no respondería a su cuestionamiento, prosiguió con un tono más relajado y menos formal. — ¿Quieres beber algo? — El cuerpo del hombre se levantó y tras abrir la puerta del mini frigorífico, colocó una botella de agua en frente del rubio, quien solo se limitó a asentir con la cabeza aún gacha.

Min Yoongi observó las manos que descansaban sobre su regazo. Analizó detalladamente cada pequeña herida y, llevando lentamente su dedo pulgar a la boca, retiró lentamente un trocito de piel que colgaba de él.

— ¿H-ha pasado algo? ¿Taeyang ha vuelto a quemar el laboratorio? — Su voz sonó como un susurro y trató de concentrarse en cualquier cosa que no fuera aquella mirada que escaneaba de arriba a abajo su cuerpo.

— Oh, no no, no te preocupes, Taeyang se ha comportado bien. No es nada de eso, no hay de qué preocuparse. — Min Yoongi soltó el aire retenido desde su entrada a la oficina.

— H-He escuchado que es algo urgente...

— Esos chicos siguen molestando... ¿No es así? Sabes que podemos reportarlos... Podemos decirles a tus tíos...

Stay with me || YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora