¤ø Who is? ¤ø
Su respiración agitada y errática, el corazón latiendo al mil por ciento, el zumbido en sus oídos y el leve temblor en sus manos era todo lo que podía sentir además del calor que subía hasta su cuello.
Se encontraba apoyado contra la puerta de madera que lo separaba de lo que había sucedido allá afuera y, mientras se dejaba caer contra la misma, pensó en el chico que lo había tocado. Aquel colorido muchacho que había deslizado sus pequeños dedos sobre su palma. Que había explorado y examinado su mano como si fuera un objeto precioso y valioso que debía ser tomado casi con guantes para no maltratarlo.
¿Cómo era posible que hubiera tantas terminaciones nerviosas en un lugar tan pequeño como lo era la palma de la mano? ¿Acaso siempre estaban ahí?
Pero si siempre estaban... ¿Cómo hacía para no desmayarse cada vez que tomaba algún artículo o giraba el pomo de la puerta?
Min Yoongi se concentró en en regularizar su respiración porque seguramente estaba a un segundo de hiperventilar o de sufrir un colapso general. A él nunca lo habían tocado así. Jamás se había sentido como un objeto valioso.
Luego de muchos minutos de inhalaciones y exhalaciones rítmicas, y un par de rasguños en su brazo izquierdo, logró calmarse. Estando más tranquilo, él mismo acarició el lugar por donde había pasado con anterioridad el pulgar de aquel muchacho. Park Junmin.
— Quizás si está interesado en mí — susurró con un hilo de voz mientras escondía la cabeza entre sus rodillas.
Sus mejillas ardían pero no dolían. ¿A este tipo de flama se refería el señor Seung? Porque sentía que había un incendio forestal dentro de él. Rozó con sus labios la zona de su mano que había sido acariciada con anterioridad y sintió un leve cosquilleo.
Y en esa misma posición, a oscuras en aquella bodega con olor a moho, Yoongi sonrió.
Cuando Min Yoongi entró en su domicilio luego de finalizar su turno sin mayores altercados (el chico se marchó luego de la media hora que estuvo el rubio encerrado en la bodega), se encontró con todas las luces del domicilio apagadas.
Es obvio, son las cuatro de la madrugada, todos están durmiendo.
Sin hacer mayor ruido arrastró los pies hasta su habitación, estaba completamente agotado luego de realizar el inventario, por lo que solo tenía en sus pensamientos su cama y a aquel muchacho. Sonrió en la oscuridad nuevamente al recordar el íntimo toque que le había regalado, pero una voz que resonó desde la sala de estar lo hizo detenerse de forma abrupta.
— ¿Es tu novio? — preguntó su tío.
Min Yoongi observó a todos lados. La luz de la luna que se colaba por la ventana, no dejaba visualizar más que un par de sombras y él no podía dar con la ubicación de su tío, el cual se encontraba oculto. Yoongi sintió cómo toda la alegría abandonaba su cuerpo y se transformaba en lo único que experimentaba cerca del hombre; miedo.
Pegó la espalda a la pared más cercana, con los sentidos alerta y respondió. — N-no, señor.
— ¿Quién era?
Min Yoongi aguantó la respiración. En la posición en la que se encontraba, solo podía ser agarrado de frente y se preparó para lo peor cuando escuchó el chirrido del sofá ubicado en la sala de estar. Solo en ese momento se percató del hedor a alcohol, lo cual significaba que el hombre se había puesto de pie y se estaba acercando.
— Solo u-un chico del... instituto.
— ¿Qué quería?
El menor tragó duro y trató de evitar las lágrimas que comenzaban a asomarse. El hombre le estaba respirando encima y había colocado uno de sus brazos demasiado cerca del cuerpo de su sobrino.
— C-comentar u-un proyecto de la clase de r-robótica...
— Ya sé lo que te propones — alzó la voz y Min Yoongi solo rezaba que el mayor estuviera lo demasiado ebrio como para hacerle daño —. Solo eres un asqueroso desviado, te dije que no quería tus mariconadas en MI CASA — el golpe resonó con fuerza justo al lado de la cabeza del rubio, el cual se sobresaltó del pánico. — Solo eres una puta.
Cuando su cuidador agarró su cuero cabelludo, solo pudo cerrar los ojos para evitar la mirada de asco. — Que sea la última vez que te vea hacer esas asquerosidades, ¿me escuchaste? — Min Yoongi, ahogado entre sus propias lágrimas se limitó a asentir, en pequeñito — ¿ME ESCUCHASTE O NO, MIERDA? — preguntó nuevamente mientras jalaba más enrabiado.
— Sí... señor...
Cuando el hombre lo soltó, el pequeño cuerpo chocó contra el suelo de forma estrepitosa, hiriendo sus rodillas con la caída. Llevó sus manos hasta su cabeza y a la luz de la luna, notó cómo pequeñas gotitas de sangre, acompañadas por un par de mechones de cabello, teñían sus dedos.
Min Yoongi huyó hasta su habitación apenas su tío lo dejó a solas. Sus manos sabían a sangre pero eso no le importó, trató con todas sus fuerzas suprimir los jadeos que abandonaban sus labios, pero simplemente no podía. Trepó hasta su cama con el cuerpo aún temblando y se echó a llorar como un niño pequeño, sin molestarse en ocultar los desgarradores sonidos que escapaban de lo más profundo de su pecho.
Hasta ese momento, había mantenido a aquel chico - que ahora conocía su nombre - en un espacio de su mente en el cual ni sus tíos ni sus abusadores habían podido acceder. El chico se encontraba completamente aislado de todo lo que sucedía en su vida. Él y su carta estaban a salvo en su casi altar privado.
Aterrador.
Sin embargo, ahora su tío había hecho intromisión en aquel espacio que le pertenecía únicamente a Junmin, arruinándolo como cada cosa que el hombre mayor tocaba. Su cuidador había convertido los recientes sentimientos de alegría y felicidad que florecían en el pecho de Min Yoongi en algo tan sucio, nauseabundo y podrido como él mismo.
Con los ojos llenos de lágrimas y rojizos por el llanto, contempló aquella pequeña nota escondida debajo de su almohada, tan arrugada por el pasar del tiempo y se sintió aún peor.
Ya no podía imaginar a ese muchacho como un superhéroe porque no lo era y quizás era mejor alejarse de él. Prohibirle la entrada a la tienda... y a su corazón.
— Yoongi... — susurró Taeyang desde la litera de abajo con un hilo de voz, como si temiera interrumpir la sesión de desahogo de su primo — ¿Era tu novio?
El rubio apretó los dientes y los puños.
— No — mencionó con rabia —. Solo es un chico.
— Si papá hace algo...
— Ya lo hizo. Y no volverá ¿está bien? — indicó mientras sentía como su corazón se fragmentaba en pequeños pedacitos. — Lo buscaré y le diré que no vuelva.
— ... Vale.
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Stay with me || YM
FanfictionMin Yoongi podía afirmar con ojos cerrados que todo lo malo que sucedía en su vida era algo que merecía. Sin embargo, nunca pensó que aquel día en su clase de robótica todo cambiaría para mejor...o peor. .𓂃𑁍 Estrictamente prohibida su copia/adapta...