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¤ø Touch ¤ø

Casi se golpeó la cabeza con las cajas que estaban sobre él cuando aquella dulce e inesperada voz realizó su intromisión por sus oídos.


"No maldigas, solo Min Yoongi"


No se percató del sonido de la campanilla puesto que estaba concentrado en limpiar el desastre antes de que algún cliente, o su propio tío, hiciera alguna aparición.

La frustración ya se había apoderado de su cuerpo; por eso le costó trabajo reaccionar ante el estímulo auditivo.

Min Yoongi nunca maldecía. Podía contar las ocasiones en las que lo había hecho con los dedos de una mano, y estaba segurísimo de que ni llegaba a pasar de cuatro. Sus padres jamás lo hicieron mientras estuvieron vivos porque era algo de respeto y buenos modales, cosas que a la familia de su primo carecía en demasía. Desde que vivía con ellos, lo único que escuchaba siempre era;


"Puta mierda. Hijo de puta. Maldito desviado asqueroso. Familia de mierda. Mierda. Mierda. Mierda."


El rubio elevó la mirada desde el suelo hasta que colisionó con aquellos ojos que brillaban como una estrella, incluso más que Sirius*.

— Hola — dijo.

— H-hola.

— Yo...

— ... lamento que hayas escuchado eso, p-por lo general no lo hago... — mencionó con un toque de nerviosismo, mientras se colocaba de pie y sacudía el polvo de su delantal negro.

Y sin esperarlo, Min Yoongi simplemente...

Achú... A-achú...

El contrario soltó una pequeña sonrisa y añadió con tono alegre. — ¿Eres alérgico al polvo, solo Min Yoongi?

El aludido simplemente asintió mientras buscaba, avergonzado, algo para limpiarse la nariz. Encontró papel higiénico limpió dentro de uno de los bolsillos de su delantal y agradeció mentalmente al Min Yoongi del pasado por aquel majestuoso regalo.

Se inclinó rápido a modo de disculpas frente al muchacho quien solo seguía sus movimientos con curiosidad.

— ¿Estás bien? — el rubio asintió, con las mejillas enrojecidas.

El rostro contrario lo imitó cuando se percató que Yoongi no había roto el contacto visual de inmediato, pues quería retener lo más posible aquella resplandeciente mirada que tenía justo frente a él y era palpable, no como en sus sueños.

Advirtió también la forma en la que la luz fluorescente contrastaba de forma maravillosa contra la piel canela del recién llegado. Examinó su rostro de manera rápida hasta que percibió un detalle que había sido ignorado hasta ahora.

— Tu cabello...

— Sí, ahora es lila. Cambio drástico ¿no? — soltó una risita que sonó casi como un susurro.

Min Yoongi sonrió levemente. El chico sin nombre llevaba el rostro descubierto y dejaba a la vista su hermoso cabello. Vestía los mismos pantalones oscuros ceñidos pero ahora llevaba una camiseta gris en vez de su típico atuendo completamente negro. Parpadeó nervioso y miró de soslayo las cajas que aún quedaban por organizar.

— ¿Ne-necesitas ayuda en algo?

— ¿Estás con mucho trabajo? — el rubio asintió. — Puedo ayudarte si lo deseas.

Stay with me || YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora