Capítulo 1

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Esa noche el aire estaba fresco y lleno de entusiasmo. Los estudiantes de Middleton bailaban y gritaban, muchos disfrutando de una lata de cerveza. Las animadoras eran lanzadas en el aire mientras el entrenador de futbol alzaba la voz para ser escuchado entre el ruido.

—¡Ha sido un año duro, no cabe duda, pero todo termina el sábado!—Una gran estatua de madera con escrito "Princeton" en ella fue levantada—¡Porque es cuando este equipo, mis guerreros, van a quemar a esos perezosos, engreídos, debiluchos jugadores de Princeton hasta dejarlos en el suelo!—La estructura fue prendida en llamas, causando más gritos—¡¿No es eso correcto, Middleton?!

Los gritos ahogaron cualquier otro sonido mientras la celebración continuaba durante esa noche.

...

En la profundidad del bosque, el sonido de la fiesta no se podía escuchar. En cambio, lo que sí se podía oír era la discusión entre unos estudiantes universitarios.

—No me digas cómo tengo que sentirme en este momento—Uno de ellos, una mujer de tez negra, respondió de manera brusca a un chico de cabello castaño. Iris se apoyó contra un árbol, con el corazón palpitando con fuerza en su pecho.

—Hey—La chica retrocedió unos pasos al escuchar al chico que se había acercado al aterrado grupo—Siento haber tardado tanto. Volví por esto—El chico, Wes, buscó en su bolso y sacó de este un objeto que hizo a Iris fruncir el ceño. Era el fácilmente reconocible trofeo de bronce de la Dama de la Justicia.

—D-Devuelve eso ahora mismo—Michaela tartamudeó.

—No—Otra mujer con cabello largo castaño contradijo. Iris asintió con la cabeza estando de acuerdo con ella—Es inteligente. El caso de Gallivan y el caso de Gottlieb; juicios que se pudieron ganar, pero se perdieron porque no había arma homicida—La castaña, Laurel, explicó.

—¿Qué estás diciendo?—Connor, el chico de cabello café corto, preguntó.

—Lo limpiamos y lo dejamos donde estaba, y ya está—La pelirroja, Iris, declaró, entendiendo lo que Laurel estaba insinuando.

—Después enterramos el cuerpo—Completó Laurel, logrando que Iris hiciera una mueca, aunque supiera que la castaña estaba en lo cierto respecto al cadáver. No estaba dispuesta a aceptar que tendrían que hacer ese tipo de atrocidades.

Sin embargo, no todos estaban de acuerdo.

—No. Absolutamente no—Michaela negó rotundamente.

—Estoy de acuerdo con Michaela y con Iris—Dijo Connor, y Laurel inmediatamente se quejó.

—No, Connor piensa...

—Necesitamos lo del trofeo, si. Pero el cuerpo se queda donde está—Iris sentenció, interrumpiendo.

—No, el cuerpo es cómo nos van a pillar—Rebatió la castaña, llevándose todas las miradas sobre ella—¡Piensen en todo el ADN que tiene esa cosa!

—No estás pensando con claridad—Michaela declaró.

—Entonces, ¿Qué sugieres?—Laurel contraatacó.

—Algo que no implique cargar con un cuerpo por todo el campus en la noche más concurrida del año—Respondió la chica de tez oscura. 

Iris suspiró, sabiendo que era un punto válido. Tenían que deshacerse del cuerpo, pero quizás no tenían que enterrarlo.

—Tiene razón, Laurel—Dijo Connor—Incluso si somos capaces de sacarlo de la casa sin que nos vean, el suelo está congelado...

—Tenemos toda la noche para cavar—Interrumpió la castaña—¡Esto es un asesinato! ¡Ninguno de nosotros sabe de lo que está hablando!—Alzó la voz.

How To Get Away with Murder /Parte 1/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora