Habían pasado ya algunos días desde la discusión de Ladybug y Chat Noir y apenas tuvieron que enfrentar un nuevo akuma, Ladybug hizo que Chat se quedará para terminar de hablar sobre lo que él había dicho la última vez. Aunque él no le dijo del todo la verdad, si le hablo sobre que sentía más preocupación por que a ella le pasara algo, no le dijo exactamente que era porque la había visto morir en una línea temporal paralela, solo le dijo que últimamente se sentía de esa manera, que tenía que protegerla aún más. Ella lo entendió, le aseguro que no tenía nada de qué preocuparse y le pido por favor que dejara de hacer eso, algo a lo que Chat accedió intentar.
Así que las cosas con Ladybug volvieron a la normalidad pero en cuanto a su vida civil, la última vez que había visto a Marinette como Adrien había sido luego de su fallida salida. Una parte de él sabía que tenía que darle su espacio y esperar a que ella decida cómo quería encarar su regreso, pero otra parte de él quería llamarla y pasar más tiempo con ella, aunque sabía que eso no le convenía ya que aún tenía sentimientos por ella y que sabía que no podían estar juntos, pero no podía evitar las ansias que tenía por verla, esos dos años sin su presencia habían dolido tanto como amar a alguien al que solo puede limitarse a ser tu amigo.
De todas formas, su deseo de verla se cumpliría ahora ya que él se encontraba en la puerta de su departamento esperando a que ella abriera la puerta. Hoy era viernes de películas, pero esta vez en la casa de ella, él tuvo que venir solo ya que tanto Alya como Nino iban a llegar más tarde porque aún estaban ocupados en sus trabajos. Adrien ya había preparado en su mente todos los escenarios incómodos en su cabeza sabiendo que estaría solo con Luka y Marinette.
La puerta por fin se abrió para dejar ver a Marinette, que estaba usando un delantal rosa sobre sus jeans y remera blanca.
-Hola Marinette
-Hola Adrien, pasa -Dijo ella haciéndose a un lado para que él pudiera pasar y luego cerrar la puerta-Llegas temprano
-Si, es que estaba aburrido solo en el departamento de Alya y Nino, ya sabes, siguen en el trabajo, así que como sabía que estarías aquí pensé en venir, espero que no te moleste
-No para nada, estaba apunto de preparar galletitas para esta noche -Dijo ella regalándole un tímida sonrisa mientras se dirigía a la cocina. Adrien miraba a su alrededor en busca del chico con pelo negro y mechas azules pero no había rastro de él.
-¿Y Luka? ¿Todavía está trabajando? -Preguntó él apoyándose en el arco de la puerta de la cocina. Marinette soltó bruscamente el paquete de harina que tenía en sus manos al escuchar las preguntas
-Nadie te dijo nada ¿No cierto? -Le dijo ella dándose vuelta para mirarlo, él solo la miro con confusión-Luka y yo nos separamos hace más de un año, ahora estamos haciendo los trámites de divorcio-Dijo ella y Adrien abrió los ojos en sorpresa
-No, definitivamente no sabía eso...lo siento -Dijo él bajando aún más la voz
-Esta bien, no te preocupes -Dijo ella tratando de sonreír
-Puedo preguntar... ¿Qué fue lo que pasó? -Preguntó él con timidez y ella soltó un suspiro
-Creo que la manera más rápida de decirlo es simplemente que no funcionó
-Pero se veían muy bien juntos -Dijo él, aunque Adrien estuvo enamorado de Marinette durante todo el tiempo que ella y Luka estuvieron juntos, él genuinamente pensaba que hacían una buena pareja, sabía que él la hacía feliz y le sorprendía saber que su matrimonio hubiera acabado tan pronto
-Supongo que eso no es suficiente para que una pareja funcione...pero bueno, basta de estos temas, porque no me ayudas a hacer las galletitas
-Con gusto, pero aún así te advierto que nunca hice galletitas -Dijo Adrien entrando a la cocina
-¿Qué? -Preguntó Marinette mirándolo mientras él se paraba junto a ella
-Cuando vivía con mi padre tenía cocineros que preparaban toda la comida de la casa, no aprendí a cocinar hasta estos dos años que estuve viajando y tuve que vivir solo, así que no se hacer muchas cosas
-Claro...-Dijo ella recordando que Adrien era en realidad millonario-A veces me olvido que eres un niño rico -Dijo ella bromeando
-Para qué cocinar cuando puedo hacer así -Dijo él chasqueando los dedos -Y tener lo que quiera -Dijo él siguiendo la broma
-Bueno disculpe su majestad -Continuó Marinette en tono burlón haciendo una reverencia mientras Adrien comenzaba a reír -¿Cree usted que pueda ayudar a esta plebeya a hacer unas galletitas?
-Con usted lo creo posible -Dijo él para que luego los dos comenzaran a reír
-Hablando en serio, son fáciles de hacer -Le dijo Marinette para darse vuelta y seguir sacando cosas de la alacena, luego se dirigió a un cajón y sacó otro delantal rosa -Toma -Dijo ella extendiendo el delantal, él lo tomó y se lo puso para que Marinette comience a explicarle paso por paso la receta. Unos minutos después ya tenían la masa hecha y era hora de estirarla y cortarla con la forma de las galletitas. Marinette comenzó a esparcir harina sobre la mesada antes de poner la masa para que esta no se pegue.
-Marinette -Dijo Adrien haciendo que ella lo mire-Tienes algo aquí -Contestó él para luego pasarle la mano llena de harina sobre una de sus mejillas, ella se quedó unos minutos perpleja porque no se lo esperaba
-¿Quieres comenzar una guerra que sabes no vas a ganar? -Preguntó ella en un tono burlón
-Acepto el reto -Contestó él para que luego ella llevará su mano al paquete de harina y trate de pasarle la mano sobre una de sus mejillas para mancharlo justo como él lo había hecho, pero él puso su brazo en el medio, evitando que ella alcance su cara pero haciendo que suelte la harina que tenía en su mano por el impacto, harina que de todas formas terminó en varias partes de su cara. Esto hizo que ambos comenzaran a agarrar puñados de harina para tirarlos como si fueran bolas de nieve.
-Este es tu fin, no tienes salida -Dijo él cuando ella terminó acorralada entre la mesada y él, a pocos centímetros de distancia
-Eso es lo que crees -Contestó ella para levantar su mano, obviamente llena de harina, y pasarla por casi todo su rostro a excepción de los ojos que, de todas formas, él había cerrado. Ella comenzó a reír al ver el resultado mientras él abría los ojos y la acompañaba con la risa, ambos tenían harina por toda su cara, cabello y parte de su ropa.
-Creo que es un empate -Dijo Adrien para comenzar a sacarle la harina de la cara a ella, sus manos comenzaron en su frente, luego en la parte de los ojos y la nariz y finalmente tomó su rostro poniendo sus manos a los costados, sacando la harina de sus mejillas con los pulgares hasta que sin querer su dedo rozó la parte inferior de la comisura de sus labios, él se detuvo, pero no quitó las manos de sus rostro. Ambos se quedaron mirando dándose cuenta cuán cerca estaban el uno del otro, tanto que casi podían sentir la respiración del otro. Ninguno de los dos dijo nada, solo se quedaron mirando, haciendo creer la tensión. Adrien estaba resistiendo para no inclinarse un poco más y besarla, pero sabía que eso arruinaría todo, para ella esto nunca había pasado, nunca antes se habían besado, pero él aún podía recordar las declaraciones, los te amo, la sensación que había sido besarla en esa terraza, se sostenía a ese sentimiento porque sabía que era lo más cerca que iba a estar ahora de besarla.
Por su parte Marinette también tenía su propio debate interno, ella también estaba luchando por no acercarse un poco más para juntar sus labios con los de él, pero sabía, siempre había sabido, que él no la veía más allá de una buena amiga, besarlo era confesar todo lo que había sentido por él por años, algo que no estaba lista para hacer en este momento. Pero por alguna razón que no lograba comprender él no se había movido, se había quedado tan estático como ella.
El celular de Marinette comenzó a sonar desde el living haciéndola salir de sus pensamientos.
-Tengo que ir a contestar -Dijo ella casi en un susurro
-Si, lo siento -Dijo él para apartarse y dejarla pasar. Ella salió de la cocina, fue al living y tomó el aparato que estaba sonando en la mesa de centro para ver el nombre de "Alya" escrito en la pantalla
-Alya más te vale que me estés llamando para avisarme que ya estás en camino -Dijo Marinette por lo bajo
-De hecho llamaba para avisarte que Nino y yo no vamos a ir, estamos muy atrasados en el trabajo y no creo que podamos llegar a una hora decente
-Alya te juro que si esto es uno de sus trucos para dejarme sola con Adrien...
-Te juro que no... aunque espero que la pasen bien hoy, no me odies, adiós -Dijo rápido su amiga para terminar la llamada antes de que Marinette se pueda quejar
-¿Está todo bien? -Preguntó Adrien entrando Al living, haciendo que Marinette diera un pequeño salto
-Era Alya, me llamó para avisarme que ella y Nino no van a venir hoy porque están muy ocupados en el trabajo, así que parece que hoy solo seremos tu y yo...e-eso si quieres obviamente -Contestó ella con un poco de nerviosismo en la frase final
-S-sí me parece bien, no tengo problema con eso-Dijo él casi con él mismo tono
-Okay, entonces voy a seguir preparando las galletitas -Dijo ella dirigiéndose a la cocina
-Yo te ayudo -Contestó él siguiéndola
Unos minutos después las galletitas ya estaban en el horno, habían limpiado la harina desparramada que había quedado luego se su batalla y ahora Marinette y Adrien se encontraban apoyados en la mesada pero mucho más lejos de lo que habían estado hace un rato, en silencio casi sin mirarse.
-Si quieres puedes cambiarte o bañarte -Dijo Marinette rompiendo el silencio y aclarándose la voz mientras él la miró -Para sacarte la harina digo
-Pero no traje ropa para cambiarme
-Creo que tengo algunas cosas de Luka que quedaron aquí, seguro tengo alguna remera de él que a veces uso para dormir
"Sigue durmiendo con sus remeras" pensó Adrien, no, este no era el momento de ponerse a pensar qué tipo de sentimientos seguía teniendo Marinette hacía Luka, no es como si pudiera estar con ella de todas maneras.
-Okay, si no es una molestia
-No, no hay problema, si quieres ve a bañarte mientras busco la ropa, hay toallas en el baño
-Okay, gracias -Contestó Adrien y se dirigió hacia el baño mientras que Marinette fue hacia su habitación
En el baño, Plagg salió de su escondite.
-¿Qué fue todo eso?
-¿De qué estás hablando? -Preguntó Adrien confundido
-Sabes de lo que hablo, te la pasas diciendome que solo te acercas a Marinette como amiga pero luego pasan estas cosas
-Pero no paso nada -Exclamó Adrien tratando de no levantar la voz, así que abrió la ducha para que él ruido del agua amortiguara el sonido de su voz y la de su kwami. Plagg soltó un suspiro de frustración
-No me pagas con suficiente queso por aguantar todo este drama desde hace años
-Te doy todo el queso que quieras siempre, suficiente que tengo que llevar esa cosa apestosa a todos lados
-Siguen sin ser suficiente -Contestó Plagg y Adrien lo miró con un poco de irritación
-¿Por qué no vas a pasar el rato con el resto de los kwamis mientras me baño? Sin que Marinette ni Tikki te vean obviamente
-Okay, ya voy -Dijo la criatura flotante con irritación
Plagg se fue atravesando la pared hasta que llegó al armario donde estaba el costurero que tenía la caja de los miraculous, pero antes de que pueda entrar a esta las puertas del armario fueron abiertas por Marinette.
-¿Plagg? ¿Qué estás haciendo aquí? -Preguntó ella confundida mientras Tikki salía de su escondite, se ponía detrás de Marinette para lanzarle una mirada asesina
-Yo...vine porque los extrañaba a ti, a terroncito y los demás, aunque casi nunca me dabas camembert, igual me gustaba estar aquí -Contestó Plagg diciendo la excusa más rápida que se le ocurrió
-Lo siento pero el camembert es caro y no se a que se decida Chat Noir para comprar ese queso pero yo no gano ese dinero y...¿Por qué estoy discutiendo esto? -Dijo ella con indignación para luego darse cuenta lo que Plagg estaba haciendo, la estaba distrayendo-Plagg, no puedes estar aquí y lo sabes, si hay un akuma Chat no puede transformarse ¿Él sabe que estás aquí?
-Amm...si
-¿Él te dejó venir?
-Algo así -Le dijo Plagg y Marinette lanzó un suspiro de frustración
-Mira Plagg, me alegro que nos visites pero no puedes hacerlo ahora y Chat no tendría que dejarte venir, pero bueno eso es otra conversación que voy a tener después con él, solo vuelve con él y quédate allí, donde quiera que esté
-Okay, nos vemos -Dijo Plagg para traspasar la pared-Y adiós terroncito -Le dijo a Tikki volviendo a aparecer
-¡Plagg! -Exclamó Tikki molesta mientras Plagg reía y volvía al baño
-Adrien
-¿Qué pasó Plagg? -Preguntó él desde el otro lado de la cortina de la ducha
-Marinette me vio
-¿Qué? ¿Y qué le dijiste? -Preguntó él esta vez asomando la cabeza y parte de su torso fuera de la cortina, Plagg iba a contestar pero la puerta sonó-¿Si?
-¿Se puede pasar? -Preguntó Marinette del otro lado de la puerta
-Si, pasa -Contestó Adrien, mientras Plagg se escondió y Marinette entro
-No encontré un pantalón, pero bueno tus jeans no estaban muy manchados, aunque si encontré una remera-Dijo ella dejando la prenda en la superficie del vanitory
-Gracias -Contestó él haciendo que ella lo mirara
-D-de n-nada -Dijo ella tartamudeando al verlo asomado desde la cortina, sentía como el calor había subido a sus mejillas, estiró la mano para encontrar el picaporte pero sin poder dejar de míralo por lo que tardó unos cuantos segundos en encontrarlo y poder salir del baño. Cerró la puerta detrás de ella, se apoyó en la puerta y trató de sacar los nervios de su sistema
-¿Pasó algo Marinette? -Preguntó Tikki que apareció a su lado
-No, estoy bien, solo que estoy dudando si voy a sobrevivir esta noche sin perder la dignidad -Dijo ella todavía con las mejillas enrojecidas ocultando su rostro en sus manos
Unos minutos después Adrien salía del baño, vestido con sus jeans y la remera de Luka que le había dejado Marinette y con su cabello mojado y despeinado, varios mechones caían sobre su frente. Él se dirigió a la cocina donde se encontró con Marinette sacando las galletitas del horno para ponerlas en un plato.
-¿Necesitas ayuda con algo? -Preguntó Adrien haciendo que Marinette de un pequeño salto en su lugar, ya que ella no había notado su presencia, para luego darse vuelta para mirarlo. Ella abrió la boca para decir algo pero las palabras no salieron y, en cambio, ella se lo quedó mirando en silencio
Otra vez se encontraba con la sensación de que Adrien le hacía acordar a alguien, la forma en la que se encontraba su cabello, como aquella mañana que lo vio dormido con su pelo revuelto, le hacían acordar a...
-¿Pasa algo Marinette? -Preguntó Adrien sacándola de sus pensamientos
-N-no, es solo que siento que me haces acordar a alguien pero todavía no puedo descifrar a quién, pero bueno supongo que ya se me ocurrirá...las galletitas ya están listas, así que me iré a bañar y luego podemos hacer la comida si quieres
-Okay -Contestó él regalándole una sonrisa mientras ella salía de la cocina para dirigirse al baño
Una vez que Marinette salió de la ducha, la noche, para sorpresa de ella, continuó con normalidad, ambos comenzaron a preparar la cena, Adrien obviamente instruido por Marinette, hubo muy pocas veces en las que ella tartamudeo, solo hubo algunos momentos en los que su torpeza ganaba y se tropezaba o dejaba caer algún elemento que estaba utilizando pero allí estaba Adrien para atajarla ella o a las cosas. Lo que no hubo esta vez fue una guerra de comida, esta vez solo tuvieron charlas casuales y no estando a centímetros el uno del otro.
La cena también continuó de esa manera, en conversaciones banales, conversaciones comunes de dos amigos, porque eso era lo que eran, solo amigos ¿Verdad?
Con los platos ya lavados y la tele encendida, lista para poner una película, Marinette se encontraba agachada a la altura del mueble, en el cual estaba apoyada la televisión, rebuscando entre los DVDs alguna película para mirar.
-No sé qué película elegir ¿Tienes alguna en mente?-Preguntó Marinette a Adrien, quien se encontraba sentado en el sillón, mientras se daba vuelta para mirarlo
-Lo que tú prefieras está bien -Contestó él y ella volvió su mirada a al mueble, volviendo a revolver hasta que se encontró con los videojuegos que solía jugar en su adolescencia
-¿Tienes ganas de jugar algún videojuego? -Preguntó ella volviendo a darse vuelta para mirarlo. La mirada de Adrien se iluminó
-¿Tienes Mecha Strike III? Hace años que no lo juego
-Por supuesto que lo tengo, mí papá aún viene a jugarlo a veces -Dijo ella mientras sacaba la cajita que contenía el juego y se la mostraba a Adrien
-Genial -Dijo él con más emoción de la que le hubiera gustado y Marinette río
-Tomaré eso como un si -Dijo ella para poner el juego y sacar los dos controles, uno se lo entregó a Adrien y otro se lo quedó ella que presionar "start" para que ambos comenzaran con la batalla
Luego de una ardua partida finalmente Adrien se consagró como ganador.
-¿Cómo es que pasas años sin jugar y aún así me ganas?
-La verdad es que tengo un secreto -Dijo él acercando se a su oído mientras le sonreía
-¿Qué secreto? -Preguntó ella mientras se volteaba para encontrarse con su mirada, más cerca de lo que pensaba
-Tengo mi amuleto Marinette de la suerte -Dijo él volviendo a su lugar para meter la mano en uno de sus bolsillos de sus jeans para sacar el amuleto que Marinette le había dado años atrás la primera vez que habían jugado videojuegos juntos
-Todavia lo tienes -Dijo ella con total sorpresa
-Por supuesto, nunca deje de llevarlo conmigo
-No puedo creer que después de tantos años aún lo tengas
-Con los años me acostumbré a siempre tenerlo conmigo y significa mucho para mí -Contestó él regalándole una sonrisa mientras las mejillas de ella se tornaban rosadas. Marinette se levantó del sillón y fue hasta el perchero donde se encontraba su cartera para sacar el amuleto de la suerte que Adrien le había hecho por su cumpleaños número 14
-No eres el único -Dijo ella volviendo a sentarse junto a Adrien mientras le mostraba el amuleto
-Todavia lo tienes -Contestó él ensanchando su sonrisa
-Obvio, también siempre lo llevo conmigo desde que me lo diste, es decir, fue el primer regalo que me diste, así que también significa mucho para mí -Dijo ella también sonriendo. Él simplemente la abrazo, ella se sorprendió por el gesto pero finalmente le devolvió el abrazo. Se quedaron así por unos cuantos segundos, sin decir nada ¿Había realmente algo que decir? El hecho de que ambos hayan conservado algo que parece tan simple a través de los años, de llevar, de alguna manera, una parte del otro a todos los lados, hablaba por sí solo, aunque ellos no se dieran cuenta del todo, de lo que uno significaba para el otro.
Aunque a veces Marinette, en momentos como este, se replanteaba si Adrien realmente podía llegar a sentir más que amistad por ella, pero al final del día siempre llegaba a la conclusión de que era algo que ella se imaginaba, porque ella en el fondo quería eso, es decir, si él sintiera algo por ella ya se lo hubiera dicho.
Mientras ella disfrutaba él abrazo a Adrien internamente le dolía, le dolía quererla como la quería y no poder decirle, eran momentos como estos en lo que solo tenía ganas de gritar a los cuatro vientos que la amaba sin pensar las consecuencias, pero no podía, una parte de su mente lo detenía y le decía que ser amigos era la única opción, es decir, aunque ella ya no esté con Luka eso no quería decir que está Marinette sentía lo mismo que aquella que había escapado de su boda y se le había declarado en la terraza. Está Marinette había estado casada con Luka y no lo había visto por dos años, muchas cosas habían cambiado y por lo tanto también lo podían hacer sus sentimientos. Además, Adrien realmente no quería arriesgarse a arruinar la amistad que parecía que estaban recuperando luego del desastroso primer encuentro. De todas formas, él no sentía que la mereciera, sentía que si estaban juntos solo causaría otro desastre y ella merecía mucho más que eso, "mucho más que esta maraña de desastre y malas decisiones que se hacía llamar Adrien", pensó él.
Finalmente deshicieron el abrazo, Adrien se encontraba serio y ella lo noto.
-¿Estás bien Adrien?
-Si, si, no pasa nada...mejor vamos a ver qué amuleto funciona mejor en la próxima partida -Dijo él soltando la mejor sonrisa que le salió mentiras agarraba de nuevo el control y Marinette lo imitó para seguir con la nueva partida
-¡Gane! -Exclamó Marinette cuando terminó la partida -Parece que el amuleto que tu hiciste es el que mejor funciona -Dijo ella y él río
Habían pasado varias horas jugando y, si bien Adrien había ganado unas cuantas partidas, la que se llevaba la mayor cantidad de victorias era Marinette.
-O simplemente tienes más práctica que yo
-También, horas de práctica con mí papá -Dijo ella riendo de nuevo y él la imitó -¡Mira la hora! Son las 2 de la mañana -Dijo Marinette cuando agarro su celular y la pantalla le arrojó la hora
-Wow, realmente jugamos demasiado
-Creo que somos adictos a este juego -Dijo ella bromeando
-Una adicción bastante sería -Dijo él siguiendo la broma y ambos volvieron a reír
-Puedes quedarte aquí si quieres -Dijo ella y él la miró -Es decir, cómo es tarde, puedes quedarte, no tengo una cama extra pero este sillón se hace cama y supongo que es más cómodo que el sillón de Alya
-S-si, no lo sé, digo si no es una molestia
-No, para nada -Dijo ella sonriéndole
-Okay -Dijo él devolviéndole la sonrisa
Ambos se quedaron en silencio unos segundos sin saber que hacer a continuación.
-¿Tienes sueño? -Preguntó Adrien
-La verdad que no
-Yo tampoco
-¿Qué quieres hacer? ¿Seguimos jugando?
-Creo que ya jugamos demasiado, además te conviene no seguir jugando así tu te quedas con la victoria -Dijo él en broma
-No te equivoques, podría seguir venciendote por unas cuantas horas más -Dijo ella en tono burlón
-De eso no me cabe duda -Dijo él, ambos volvieron a reír y a quedarse en silencio de nuevo
-Aun tenemos las galletitas en la cocina, comer cuenta cómo hacer algo ¿No? -Preguntó ella mirándolo
-Técnicamente sí -Contestó él también mirándola
Una hora después ambos se encontraban sentados de nuevo en el sillón pero ahora con un plato de galletitas en el medio de los dos. Hace un rato largo habían comenzado a charlar y a contar anécdotas sobre ellos y sus amigos de cuando eran más jóvenes mientras reían al unísono.
-Hablando de Kagami ¿Recuerdas ese día que tenía que grabar ese comercial en la piscina?
-Como olvidarlo, recuerdo cómo caíste cuando nos viste -Dijo Marinette riendo
-Ey, tú también te caiste conmigo luego
-Si pero prácticamente caí sobre ti, así que me amortiguaste la caída
-De nada por eso
-Gracias -Dijo Marinette inclinándose para tomar un galletita del plato y llevársela a la boca
-Por cierto ¿Qué hacían allí con Kagami ese día?-Preguntó Adrien y Marinette se atragantó con la galletita que estaba comiendo haciéndola toser
-E-en r-realidad es una historia muy graciosa -Dijo ella con algo de nerviosismo cuando la tos cesó un poco -Yo... prácticamente arrastre a Kagami allí porque quería que vuelva contigo, aunque ella obviamente no quería
-¿Enserio? ¿Por qué?
-Porque en ese tiempo pensé que ella era perfecta para ti, es decir, tenían los mismo intereses, los mismo estilos de vida y ella es tan determinada y hermosa, parecía que ustedes eran el uno para el otro, poco sabía en ese momento que a ella realmente solo le gustaban las chicas
-Creo que ni ella en ese momento lo sabía todavía, pero de todas formas creo que ambos sabíamos en ese entonces que no éramos el uno para el otro -Dijo Adrien mirándola -¿Sigue en pareja con Elena?-Preguntó él. Kagami había estado de novia con Elena, una chica que había conocido en la universidad, hacía varios años
-Si, de hecho hace un año se mudaron juntas
-¿De verdad? Debe estar feliz entonces
-Si, a pesar de todo lo que pasó con su madre se nota que con Elena está más que feliz
-Pensar que al principio apenas podía hablarle -Dijo Adrien recordando con una sonrisa
-Es verdad, nunca había visto así a Kagami, estaba tan perdida sobre cómo invitarla a salir que vino a pedirnos consejos hasta nosotros -Dijo Marinette riendo -Creo que yo era la peor persona que podía aconsejarla, era un desastre cuando tenía que hablar con alguien que me gustaba
-Por lo menos tu estabas en una relación hace unos cuantos años, las pocas chicas con las que tuve algún tipo de relación no duraron más que unos meses
-Si y mira cómo terminó esa relación, en divorcio, además, no te hagas, siempre tenías a todas las chicas atrás de ti y no tenías ningún problema en hablarles
-Pero todas esas chicas no me querían a mí, solo querían al Adrien modelo y famoso, no estaba interesado en ellas, yo quería alguien que me quiera por mí, por como soy como persona
-¿Pero y las chicas con las que saliste? Me vas a decir que ninguna se enamoró realmente de ti
-No lo sé, nunca estuvimos demasiado tiempo juntos para llegar a eso supongo y otras parecían al principio que realmente quieran estar conmigo por mí pero luego me daba cuenta que era por el Adrien famoso -Dijo él cambiando su expresión por una más seria -Pero si hubo una chica que realmente me veía simplemente como Adrien y no como un famoso, pero fui un idiota con ella
-¿A qué te refieres?
-Ella estaba enamorada de mí, pero yo no me daba cuenta y cuando lo hice y caí en la cuenta de que yo sentía lo mismo ya era tarde
-¿Tarde?
-Ella ya estaba con alguien más
-¿Y quién es ella?
-No la conoces, era alguien que conocí durante los photoshoots, ya fue hace muchos años -Dijo Adrien mintiendo, sabía que se estaba arriesgando diciéndole todo esto así que tenía que inventar algo para que Marinette no se de cuenta de que estaba hablando de ella, si es que ya no se había dado cuenta. Una parte quería que lo haga, quería que ella sea capaz de leer entre líneas y darse cuenta que todo ese tiempo siempre había sido ella a la que él había querido y otra parte de él, al temer su rechazo, prefería que ella crea su mentira y todo siguiera como si nada
-Lamento que no se te haya dado con esta chica -Dijo ella que ahora también tenía una expresión sería
-No te preocupes, son cosas que pasan, por lo menos se que los amigos que tengo realmente me quieren por simplemente ser yo -Dijo él tratando de sonreírle y ella lo imitó para luego agarrar el plato de galletitas, ahora vacío, y levantarse para ir hacia la cocina -El día que nos conocimos ¿Que te hizo cambiar de opinión sobre mí? -Preguntó él haciendo que ella parara su caminata en el medio del living y dirija su mirada hacia él
-¿A qué te refieres? -Preguntó ella realmente sin saber bien de qué hablaba él chico rubio sentado en su sillón
-El primer día que fui a la escuela tu pensaste que había pegado la goma de mascar en tu asiento y si luego te dije que no lo había hecho pero podía haber quedado ahí ¿Que te hizo pensar que podía ser tu amigo? -Preguntó él aunque recordaba lo que ella le había dicho en la otra línea temporal, como se había sentido que se había enamorado de él en ese momento, pero aún así quería saber qué era lo que ella había visto en él para sentirse de esa manera
-Porque no tenías porqué venir y explicarme nada realmente, no me conocías, pero aún así lo hiciste y me diste ese paraguas, que todavía lo tengo, simplemente porque supusiste que lo necesitaba y yo...no lo sé, supongo que desde ese momento supe que eras realmente una buena persona, no me interesaba que eras el modelo famoso, ni que eras el hijo de mi diseñador favorito, solo me interesó eso, ese acto de amabilidad hacia una extraña y desde ese día no siento que me haya equivocado con esa suposición, no me arrepiento de darme la oportunidad de conocerte -Dijo ella con una sonrisa para volver a caminar hacia la cocina. Adrien estaba atónito, sentía como el calor le había subido a sus mejillas y como su corazón comenzaba a latir más rápido ¿Acaso era posible enamorarse aún más de una persona de la que ya estabas enamorado? Cómo era posible que aquello que le había dicho recién lo había hecho sentir casi de la misma manera de lo que le dijo ese día en la terraza ¿Entonces ella sentía lo mismo por él? ¿O era simplemente él quien lo sentía así?
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You and me against the world
Hayran KurguMarinette esta por casarse con Luka y Adrien sabe que quizás esta sea su ultima oportunidad de decirle lo que realmente siente por ella, pero ¿Qué tal si cuando lo hace termina causando un desastre?