Peter Quill: historia de un forajido. #ChrisPrattAwards

Primeras Impresiones.

Kendra

La noticia estaba por todas partes: televisores, ordenadores, móviles, tablets...Cualquiera que tuviera un aparato tecnológico se había enterado.

Hacía ya una semana que Kendra y el equipo 13 trabajaban juntos. Entre todos habían conseguido crear un ambiente agradable y comunicativo. Y gracias a la presión de su primera misión, que había consistido en desmantelar una pequeña base de Hydra en Puerto Rico, se habían conocido mucho mejor los unos a los otros. Y todos habían aceptado un papel que interpretar, las hermanas Brooks eran las científicas y las que tenían una actitud más tímida, Mac era el mecánico-especialista de combate, que tenía los pies en la Tierra y daba buenos consejos siendo una persona tranquila y agradable. Hunter era el divertido, encargado de sacarles una sonrisa a todos en cuanto podía, aunque también tenía un punto cínico e irónico. Al igual que Mac, también era especialista. Y Kendra....bueno, era Kendra. Lista para cualquier situación en todo momento y dispuesta a echarles una mano a todos cuando fuera necesario. Las chica la adoraban y le habían pedido que les enseñara a defenderse, eran la únicas que no tenían experiencia en trabajos de campo y no querían ser una carga si algo salía mal. Ella había aceptado, con la única condición de qué siguieran todas sus órdenes sin rechistar. Por otro lado, había entablado una buena amistad con Hunter, él tenía un carácter parecido al de ella y eso le gustaba. Además hacía tiempo que no se llevaba tan bien con alguien como él, hacía tiempo que no tenía un compañero de combate en el que confiar. Durante el primer mes de integración, el Director King les había comunicado que vivirían juntos. Los "despachos", como humildemente había decidido llamarlos Stark, eran como un apartamento de Nueva York, incluso más grandes. Había una habitación con tres camas para las chicas y otra del mismo modo para los chicos, tenía dos baños y venía además con cocina integrada. Todo un lujo. Habían establecido un horario y tenían turnos para cocinar y fregar. Hoy les tocaba cocinar a las hermanas y fregar a Kendra y Hunter. Estaban todos sentados devorando los deliciosos espaguetis de Clary y Amber, cuando la noticia apareció en todos los aparatos tecnológicos, los canales de televisión habían interrumpido la emisión de sus programas para dar paso a los telediarios con urgencia. El titular era claro y no dejaba lugar a dudas: Una nave de origen extraterreste acaba de atravesar la atmósfera de la Tierra.

La periodista encargada de dar la noticia parecía nerviosa y leía con interés el telepronter.

"Esta última noticia nos acaba de llegar hace escasos minutos, sabemos que una nave de origen extraterrestre ha aterrizado en el norte de Canadá. Las fuerzas de armamento canadienses se dirigen hacia el lugar de los hechos y los servicios de emergencias están desalojando las zonas más cercanas. El Ministro de Defensa aclara que no hay motivo para que cunda el pánico, de hecho acaba de confirmar que el equipo de respuesta conocido como Los Vengadores está ahora en pleno vuelo hacia el lugar destinado. Sabemos que se trata del mismo equipo que repudió a los extraterrestres que invadieron Nueva York hace ya casi dos años. Recordamos que el equipo en cuestión está formado por el multimillonario Tony Stark, alias Iron Man, el ya conocido como Dios del Trueno Thor, Hulk, la Viuda Negra, el arquero de traje morado cuyo nombre todavía nos es desconocido y liderado por el Capitán América. Teniendo toda esta información en cuenta, desde la CNN les pedimos que mantengan la calma y no se dejen llevar por el pánico implantado por el impacto de la noticia, los héroes más poderosos de la Tierra están en nuestra línea de defensa. Seguiremos informando."

Todos se levantaron de inmediato de la mesa, dejando la comida a medias para dirigirse a la sala de reuniones. Al parecer, el resto de agentes habían tenido la misma idea ya que todos estaban allí aguardando órdenes. El Director King apareció con paso acelerado y esta vez, el gesto del taburete no produjo ni un mínimo suspiro.