Obedeciendo a la amante

9 - Sirvienta

Luego de la pequeña conversación y todo el tema de la firma fui a la cocina para planear todo para la fiesta de cumpleaños de Marie para el día siguiente.  Mierda, no puedo dejar de pensar en todo lo que dijo Ricardo. Era obvio que ya no teníamos el mismo sentimiento de hace mucho tiempo pero aun así no puedo quitarme de la cabeza esa sensación de haber caído completamente en una astuta trampa, de cierta forma logro divorciarse de la mejor forma posible. 

-Sara, cuando acabes ven a probarte tu nueva ropa- Paso Ricardo a la cocina solo para nombrar eso

-Si señor- Conteste ajustándome totalmente a mi nuevo trabajo

Aunque no me arrepiento de aceptar esta fantasía suya, ya que estoy recibiendo bastante placer a cambio y además si tanto quería el divorcio habríamos llegado a esa decisión si o si, independiente de si aparecía Marie o no. 

Ahora solo me quedaba acatar el contrato y ver si en algún momento tenia la oportunidad de dar vuelta la situación 

Entre pensamiento y pensamiento volví a la sala principal donde había un vestido de sirvienta colgado de la silla.

-Tienes otro vestido similar a este en tu habitación, desde hoy en adelante usaras ese tipo de ropa para estar en casa- 

No respondí nada, solo toque el vestido para percibir su textura

-Ya queda poco para que llegue Marie, ve a colocártelo- Ordeno Ricardo y subí a mi cuarto para hacerlo. La falda era un poco rígida y algo corta para mi, de busto quedo perfecto, la manga solo llegaba a mi codo. Sinceramente el diseño me gustaba era muy bonito y sencillo al mismo tiempo. 

Cuando quede lista, le avise a Ricardo el cual apareció en las escaleras con un listón de regalo y una mordaza. Me hizo entrar en su habitación y arrodillarme en una esquina. Me coloco la mordaza, la cual solo era una pelota grande semidura, luego de ajustarlo por atrás me coloco un clip en el pelo con el listón de regalo. 

-Esperaras ahí hasta que llegue tu dueña- Con fuerza llevo mis brazos a mi espalda -No te muevas de esta posición, se un lindo regalo- Debido a la mordaza no pude contestar nada

Ricardo iba camino a la salida del cuarto cuando regreso a mi, sin decir nada jalo mi vestido dejando mis tetas al aire. 

-Así esta mejor- Fue lo ultimo que dijo antes de salir

No se cuanto tiempo paso, pero cada ciertos minutos Ricardo abría la puerta para ver si seguía en la misma posición. Aunque suelo resistir quedarme quieta en un lugar mis rodillas ya estaban cansándose, agitaba mis manos para que no se durmieran e intentaba tragar toda la saliva que se me iba acumulando. 

Hasta que logre escuchar que alguien abría la puerta principal y sonaba una voz femenina, que de seguro se trataba de Marie. 

-¿Regalo? Pero si mi cumpleaños es mañana-

-Lo se, pero el regalo no puede esperar- Respondía Ricardo -Es algo que tu querías hace mucho-

-¿En serio?- 

-Si, además ya arregle el tema del divorcio- 

-¿Pero y como se lo tomo sara?¿Que pasara con ella?- Se escuchaba decir a Marie, la cual su voz se sentía mas cerca

-Tranquila, ese tema también esta arreglado- Contesto Ricardo y en eso la puerta de cuarto se abre, entrando los dos al lugar. Marie fijo su mirada inmediatamente en mi quedando con la boca abierta

-Ricardo ¿Qué ocurre? ¿No que ya tenias visto el tema del divorcio?- Marie de apoco se acercaba a mi. 

La vergüenza de la situación me empapaba de apoco, era una vergüenza pero tenia su toque excitante, ya estoy muy loca con todo esto.