Obedeciendo a la amante

5 - Cena

-Pensé que esto solo seria por una vez ¿Qué fue eso de "la próxima semana"?- Encare directamente a Ricardo cuando regreso a casa esa noche 

-Ah entonces si escuchaste todo- Respondió

-Absolutamente todo, y no solo oí también vi todo- Sonreí

-Interesante ¿Y que tal? ¿Te gusto? ¡Porque a mi me encanto, fue increíble!-Sus ojos volvieron a brillar

Quería seguir viendo el tema de repetir esto pero tenia que ser sincera con el

-Ahg, De acuerdo puede que me haya gustado un poco- Mire para otro lado

-¿Solo un poco? Dime la verdad- Me tomo del mentón 

-Ya, tu ganas me encanto. Estaba muy excitada y me toque bastante viéndolos, fue rico supongo- Conteste un poco avergonzada intentado volver a desviar la mirada

-¡Ves!¡Lo sabia!- Celebro en su lugar -Con mayor razón debemos repetirlo ¿No crees? Si al final a todos nos gusto ¿Por que detenernos?- Explicaba mi esposo

El tenia un excelente punto y la verdad solo me estaba quejando por no haberme dicho ese punto. Con todo eso en mi mente no tenia otra excusa para decirle para evitar repetirlo, y a quien engaño solo quiero verlos de nuevo

-Esta bien, háganlo otra vez la próxima semana- Conteste

Ricardo solo se enfoco en celebrar bebiendo, pedimos pizza y comentamos lo que había pasado, como nos habíamos sentido y lo que sintió Marie. Como pensaba mi esposo le calentaba demasiado saber que le estaba viendo hacer eso.

Aproveche el momento para contarle mi escondite a Ricardo que miro espantado los agujeros que hice en la pared

-¡Era necesario, no me regañes!- Me cruce de brazos

-Ahora entiendo como pudiste ver y escuchar todo-

Sin pensarlo paso la semana rápidamente y ya era viernes nuevamente. Repetimos el mismo patrón, seguía la excusa de clases de yoga, me concentre en dejar todo listo y una hora antes ya me encontraba en mi pequeño escondite. Estaba emocionada por volver a repetirlo, tanto que aun faltando una hora ya me encontraba desnuda entre esas 4 paredes, ansiosa porque llegasen. 

El auto llego, se estaciono y se escucho como entraban, ahora Marie no susurraba como la ultima vez si no que hablaba mas normal, supongo que estaba entrando en confianza

Esta vez no fueron lentos, lo primero que hicieron fue subir las escaleras a nuestra habitación. Llegaron besándose desesperadamente, con sus lenguas intensas dentro de sus bocas y con algunas prendas de ropa ya faltantes. 

 Ricardo me miro pícaramente a mi escondite, ahora que sabia donde estaba sabia donde fijarse. Marie se recostó y abrió las piernas dándole vía libre a mi esposo que inicio el juego bruscamente metiendo dedos.

Ya en ese momento tenia mis dedos en mi interior, acariciando todo mi interior. Bastaron unos dedos en Marie para tenerme así. Ricardo bajo para hacerle un oral, donde solo podía ver como se agotaba ella y movía sus piernas apretándole la cabeza a mi marido

Al parecer el bruto se agoto de mover la lengua, ya que cambio de puesto y comenzó a follar el culo. No me quejaba, al final era un espectáculo

-¡Si, si, sigue!- Decía Marie, mientras su culo se movía sin parar

Ya estaba a punto de lograr acabar, estaba tan abierta que estaba con 3 dedos en mi interior y mis pezones totalmente duros

-Vamos abajo perra, quiero hacértelo en el sofá- Dijo Ricardo asombrándome, incluso note un tono un poco burlón