No estoy acostumbrada, suelo obedecer y cumplir con fluidos encima, sudor, humedad en mi entrepierna, cabellos enredados y desordenados, sin ropa, con olor a sexo. Mis rodillas suelen están rojas por las posiciones que debo adoptar, cuerpo agotado de dar placer, pero esto es algo muy nuevo, este tipo de servidumbre es "Peculiar" no puedo decir que mala, pero podría decir que, hasta el momento, prefería la anterior, cumplir las mismas obligaciones, pero con ese placer y cosquilleo de por medio.
-Tiene reunión online en 30 minutos con algunos corredores de bolsa, señor- Nombraba mientras Héctor sorbía su café y se probaba corbatas, que en mi parecer todas eran exactamente iguales
-Ve si tengo algo después de esto, me gustaría ir por un nuevo traje
-De inmediato, señor
Bárbara no se equivocaba cuando dijo que este era el rol más estresante de la casa, por lo mismo no se estableció personas fijas en este rol, viviendo esta experiencia más opinaba que es una excelente idea ir rotando entre todas.
Ya llevábamos unos cuantos días siendo las secretarias del jefe, por obligación tuvimos que cambiar unas cosas de las normales en los otros servicios. El peinado muy definido e igual entre las dos, vestido más sutil y formal, estar la mayoría del día junto al jefe. Incluso teníamos que organizar a las otras trabajadoras, no lo olviden, si pueden delegar tareas mucho mejor.
Lo peor era las escasas horas que poseíamos para descansar, la pobre de bárbara ya ni alcanzaba a tocarse en las noches. Bueno tampoco yo.
Solamente en el primer día tuvimos que participar en 5 reuniones con diferentes personas e idiomas, descubrí que Héctor era muy bueno con los idiomas, tanto que no requería de un traductor. Eran esos momentos de reuniones donde teníamos un poco más de descanso y donde aprovechaba para investigar a Ricardo, fue sumamente fácil teniendo el acceso de Héctor a toda la información, ya sea fechas, eventos importantes, despidos, aumentos, etc.
-¿Cuándo dijiste que se fue de viaje de negocios?- Bárbara me ayudaba analizando datos
-Como por esta semana, se fue varios días- Indique en el calendario de la pantalla
-Bueno querida como tal si existió un viaje de negocios
-¿Entonces dijo la verdad?
-No te aceleres, si existió. Pero duro no más que un día, no más de eso y para peor, Ricardo no estaba en la lista de invitados
-¡Lo sabía!
Con el paso de los días descubrí que efectivamente recibió un ascenso y aumento pero mucho antes de que nos dijera, a pesar de aquello, no existió un cambio de horario de trabajo, por lo que no se explican sus llegadas mas tardes.
-Igual algo no me suena ¿Cómo consiguió aquello?- Consulto barbi una vez estando en la cama
-¿Lamiendo penes?- Me reí - ¡De seguro lo tragaba todo!- Ahora se reía bárbara
-Es que según los datos, tu exesposo no tenia resultados tan buenos. Simplemente eran promedio, parece que ni se esforzaba, pero no es una razón para que le den un ascenso de la nada
Esa noche no llegamos a la respuesta solo nos quedamos conversando hasta que caímos dormidas.
Me encontraba sumamente nerviosa en el auto, intentando repasar las reuniones de hoy pero el nerviosismo de que Ricardo me reconozca en la empresa me superaba. Era la primera vez que acompañábamos a Héctor a la oficina, seria un día largo, prácticamente casi todo el día estaremos con el, generando una gran probabilidad de toparme con Ricardo. Solamente espero que mi cambio de look sea efectivo.
ESTÁS LEYENDO
Obedeciendo a la amante
Fantasi¿Hasta que punto se puede aceptar la fantasía de la otra persona? ¿Llegarías a aceptar que una fantasía cambie todo tu matrimonio? ¿Aceptarías tu nuevo ser? Relato erótico fantasioso. Sara, acepta cumplir la fantasía de su esposo, estar con una muje...