VII | Memory

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Cuando la puerta fue abierta para él el sonido ensordecedor lo envolvió por completo, una pequeña corriente eléctrica recorrió su espalda cuando su mirada chocó con unos ojos color amarillo claro, ¿eran siquiera reales? parecían tener un brillo peculiar y su iris era de un extraño color dorado. Lo dejó asombrado y tenso, de alguna forma, el como lo miraba como tratando de presionarlo a algo, lo estaba intimidando y poniendo ansioso al mismo tiempo.

— Sere- — un nuevo chico apareció en la puerta de manera sorpresiva golpeando el hombro del chico de mirada amenazante, el recién llegado lo observó con ojos acusadores antes de voltear a verlo a él.

— ¡Pero si es nuestro invitado especial! — exclamó el chico, suspiró aliviado, creyó que se había equivocado y al final todo en verdad había resultado ser una broma. Que suerte que no era así. — Ya te estabas tardando, estábamos desilusionados pensando que no llegarías.

Mordió su labio inferior nervioso desviando su mirada levemente hacia a un lado, el chico que llegó primero lo tomó del hombro y lo adentró a la mansión cerrando la puerta detrás de él. Caminaron por el largo y extenso pasillo que era rodeado por algunos estudiantes recibiendo saludos de vez en cuando. Incluso a él lo saludaron, eso era extraño...

— Disculpen... — decidió hablar por fin, a pesar de la música alta y su tono tan bajo los dos chicos parecieron haberlo escuchado a la perfección. Estaba dispuesto a realizar aquella pregunta, no podría morir con la duda sabiendo que tuvo la oportunidad de saber. — ¿Quienes son ustedes y porque me invitaron? No los conozco...

Ambos chicos sonrieron de lado mientras no dejaban de avanzar, pronto llegaron a la sala principal que parecía haberse deshecho de los muebles para dejar paso a una gran pista de baile, las luces de distintos colores marearon sus ojos por algunos segundos y podía sentir el piso debajo de ellos temblar debido a la música potente, esperó nervioso una respuesta asustado de haberlos ofendido de alguna manera.

— Que despistados... — susurró el que parecía ser el más alegre, Seungmin pudo escucharlo con claridad sin embargo. El de cabellos rubios volteó a verlo y rodeó su cuello con un brazo sin borrar su sonrisa inquietante. — mi nombre es Minho, él es Heeseung — señaló con la mirada al chico que lo había atendido primeramente, asintió hacia él. —, de seguro te encontrarás con los demás más adelante, y respondiendo tu otra pregunta, nosotros sí te conocemos.

Lo empujaron un poco a la pista, giró su cabeza confundido por la repentina acción, viendo como Minho se alejaba del lugar y Heeseung solo se mantenía ahí con las manos escondidas en los bolsillos.

Pronto tu también lo harás. — sintió unas manos en su cintura y pronto fue alejado del sitio sacando de su vista a Hesseung pero dejando aún en su mente las palabras que había dicho este. Al mirar al frente se sintió desfallecer por aquellos ojos que brillaban en un rojo vino, ¿todo el mundo ahí tenía ojos tan peculiares? 

El necesitaba saber... a donde se había ido a meter.

 a donde se había ido a meter

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The feast of freaks | HyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora