The feast of freaks | Hyunmin

XI | Drunk Dazed (Part. 03)

¿Fue aterrador? Sí, mientras más tomaba, más confundido se sentía, más mareado, más perdido, más completo. Era como haber recuperado algo que perdiste hace mucho tiempo pero al encontrarlo recordaste también todo lo que te hizo pasar y todos tus momentos buenos y malos con él.

Recordó gran parte de lo que fue una historia extraña, que salía de lo común, una historia que ponía a prueba todo lo que creía saber del mundo en el que vivía, una vida suya que había pasado ya hace más de... trescientos años.

Por supuesto no pudo saber eso si no fuera por Benjamín o Juyeon cómo había adquirido llamarse por esa noche, recordar los momentos con él fue relativamente, ¿fácil?, no habían compartido mucho realmente. Él no parecía arrepentido o interesado por eso, mantenía un aura alegre pero era muy callado, sus ojos casi transparentes eran aterradores, y él se preguntaba, ¿cómo era el único que podía notar lo raro que era eso?

Caminó lejos de Sunoo en cuanto este, Juyeon y Heeseung se distrajeron, y caminó de espaldas lo más rápido posible lejos de estos, sin embargo en cuanto giró a ver por donde estaba yendo una mano tomó la suya y lo arrastró hasta las escaleras del segundo piso, abrió los ojos sorprendido mientras veía una ancha espalda y una cabellera anaranjada caminando a paso apresurado al segundo nivel de la mansión, sin embargo frunció el ceño al percatarse que al subir nadie estaba en la zona superior, no había ningún chico o chica rondando por el segundo piso.

¿Estaba acaso prohibido?

— O-oye a- — en cuanto estuvieron en un pasillo oscuro el chico lo empujó al frente haciendo que Kim trastabillara un poco para luego ver confundido su alrededor, Seungmin pensó entonces que el lugar en el que se encontraba ahora era exactamente igual al que había ido antes hace algunos minutos atrás, aquel pasillo que estaba en el piso inferior, entrecerró los ojos curioso por esto antes de que el chico que lo arrastraba se posicionara detrás de él, muy cerca de su cuerpo, mientras una mano sujetaba su cuello.

Él apretó la zona y Seungmin sintió sus manos frías causarle una leve punzada de dolor. — Mira al espejo. — ordenó y Seungmin no tardó en obedecerle, al mirar al frente descubrió el espejo y este mostró claro la figura y rostro del chico. 

Seungmin frunció el ceño, aún con el agarre sobre su cuello, los ojos del chico eran normales.

— ¿Quién eres? — preguntó, a juzgar por sus ojos supo que no era uno de los hermanos, pero tal vez... estaba equivocado.

El hombre detrás de él rió de medio lado antes de apretar aún más su agarre, Seungmin jadeó pesado mientras sus manos iban a las del chico tratando de apartarlas de él pero este no cedía.

— Es increíble que haya vuelto a encontrarte — sus manos se tornaban cada vez más blancas y Seungmin empezaba a temblar por el frío que estas le transmitían a su cuerpo, a pesar del dolor en su cuello lo que ahora más ocupaba su atención era la punzada en su cabeza, como si una larga aguja le atravesara la frente haciendo que se retorciera con aflicción, pero el movimiento solo lograba aumentar el nivel de su tortura. —, pero esta vez no será como antes, creeme, me aseguraré de eso.

Fue como si sus ojos fueran cubiertos por una venda blanca porque lo único que pudo ver después de eso fue un vacío del mismo color antes de que un destello lo segara y luego... un recuerdo doloroso llegó.

— No hagas esto...

Recuerda esa noche, recuerda el frío del lugar y el calor de sus lágrimas, recuerda el brillo del suelo que retrataba la luna que se colaba por el ventanal como una espectadora, recuerda que había alguien delante de él, recuerda su voz, pero no recuerda su nombre, recuerda también... la persona que se encontraba en uno de los muros a su lado.