Izuku Midoriya: El Primer Mestizo

8. Las chicas adoran el uniforme

Las semanas se mueven con lentitud en el infierno escolar que es la academia militar T.F. A muchos les dolían los músculos, otros ya ni podían usar sus Dones sin sangrar o tener que sufrir exámenes sorpresas que les hacía arrancarse los pelos de la cabeza, pero de alguna manera... lograron sobrevivir. Apenas.

Este lunes de la tercera semana de escuela militar, nuestros protagonistas participes del pelotón 1-A, se encontraban caminando bajo el sol mañanero, siguiendo a su general a cargo. Midoriya se hubiera muerto de calor de camino a donde el general los llevaba, pero con el corte de pelo que le hicieron antes de ingresar a la academia ahora podía caminar sin el sudor de su frente bañándolo entero.

«—Necesitas socializar un poco...», fue la voz de Uraraka la que se oyó en su cabeza. Miró al frente de su fila y al de las mujeres. Ya habían pasado tres semanas completas, y Midoriya solamente socializaba con Bakugo y Uraraka, mientras que ellos ya habían establecido unas pequeñas amistades con sus demás compañeros.

Hablar con la gente nunca fue su fuerte.

Bakugo ya había socializado un poco con Kaminari Denki y Kirishima Ejirou. Uraraka con Tsuyu Asui y Mina Ashido. Así que sí, él era el único que no tenía un círculo social más allá de la castaña y el rubio. Quizás ya era el momento de empezar a buscar uno. Chocó con Tokoyami al no darse cuenta de que el general se había detenido enfrente de una gran instalación con forma de laboratorio astronómico.

El hombre ingresó un código en la enorme puerta y está se abrió lentamente. El general entró y los cadetes tras él: El interior del establecimiento se encontraba totalmente vacío. La puerta se cerró de golpe, dejando todo a oscuras. Muchos soltaron unos pequeños gritos de sorpresa, hasta que el general hizo que su voz resonara:

—Clave de entrada: G1-TF-87. General Aizawa. —Un símbolo Autobots hizo presencia enfrente de todo el pelotón. Una luz roja salió de este y escaneo a cada uno de los integrantes. Una voz robótica se escuchó:

—Pelotón 1-A. Entrada: Concedida —Unas pequeñas luces iluminaron el suelo, dejando ver un enorme símbolo de Autobot en luz neón en el centro del suelo. El suelo se movió y comenzó a descender, siendo una clase de ascensor hacia una base secreta.

—¿A dónde estamos yendo...? —preguntó Uraraka en susurros.

—A Alpha Sigma. —contestó el general, haciendo que todos prestaran atención—. Alpha Sigma es una supercomputadora basada en la gran máquina conocida como Vector Sigma, que tenía la capacidad de reprogramar la tan conocida AllSpark, la chispa suprema de los cybertronianos. Alpha Sigma fue creado con un simple propósito: Mejorar los Dones humanos.

Muchos se vieron sorprendidos.

—¿"Mejorar"? ¿A qué se refiere con mejorar? —preguntó Yaoyorozu, intrigada.

—A que desatamos el verdadero potencial de los Dones. Verán, hace más de doscientos años, cuando los Dones comenzaron a desarrollarse en la raza humana, fue debido al aterrizaje de la AllSpark en la Tierra. La presencia de un poder tan legendario como el de la AllSpark alteró por completo al ser humano, que comenzó a desarrollar poderes sobrenaturales e "imposibles". Todos nuestros Dones, están interconectados a la AllSpark de una u otra manera, y eso significa que como la AllSpark, pueden modificarse o mejorarse.

La plataforma se detuvo, siendo que el descenso había sido muy largo. Una compuerta de titanio se abrió, dejando ver un camino de luces rojas y colores oscuros bastante largo, con unas compuertas a los lados. Quizá más habitaciones con más secretos por descubrir después.

—¿Eso qué quiere decir? ¿Tenemos más poderes de los que nosotros entendemos? —cuestionó Kaminari, demasiado intrigado.

—No exactamente, cadete Kaminari. Solo digamos que... sus Dones no están en su estado definitivo, y es por eso que vinimos aquí: A que ustedes desaten el verdadero estado definitivo de su Don.