Era fácil arrancar el corazón o la esencia del lugar cuando una persona se iba. Cuando se forma un grupo, con el tiempo, cada persona se vuelve importante, incluso aquellos que son molestos.
La presencia de una persona en cualquier grupo siempre causaba un impacto en todos, sea bueno o malo.
Ese sábado de noviembre, se podía notar como todos los del pelotón 1-A, coincidían en lo mismo: Ya no había normalidad. La primera razón, era que se enteraron de que podían existir mestizos entre humanos y cybertronianos, y las dudas e interrogantes comenzaron a surgir. Y la segunda razón, fue la fría despedida de Midoriya por órdenes de sus generales al mando.
Uraraka incluso había visto a la madre de Midoriya llorar desconsolada cuando iba por los pasillos de la academia el día de su partida. Eso le había dado a entender que no se fue por decisión propia.
Todoroki siempre tuvo la teoría de que Midoriya era un híbrido, pero cuando se supo la verdad... tuvo un mal sabor de boca, que no pudo comprender del todo. Nunca tuvo un lazo clave con Midoriya como los demás, ni siquiera le caía bien. Entonces, ¿por qué tenía ese sabor de boca?
En la sala, Bakugo estaba sentado en el sillón mientras miraba la pantalla del televisor, mientras que cambiaba de canal continuamente, sin siquiera prestar atención a qué cosa estaban pasando en estos. Soltó un suspiro de furor, y tiró el control hacia la mesa, para luego arrugar la nariz y tratar de no perder la cabeza.
Perder a Midoriya, al único de toda la academia que podía considerar como su hermano de otra madre le había hecho mucho daño. Miró las palmas de sus manos, que ardían constantemente y generaban chispas o humo instintivamente. Ese sentimiento de impotencia, de coraje, lo perseguía desde que se levantaba hasta que se iba a dormir.
Una mano se posó sobre su antebrazo, cubierta con un guante de tela. No necesitaba voltear para saber que se trataba de Ochako: Nadie en el pelotón usaba guantes de color rosa salvo ella.
La muchacha fue por el control y apagó la televisión, para volver a sentarse con su compañero, en silencio total.
—No te desquites con el control. Lo vas a terminar rompiendo —Bakugo refunfuñó.
—No me digas que hacer... —espetó.
—Si no te puedo decir qué hacer, entonces tú tampoco me puedes decir qué no hacer, así que voy a seguir diciéndote qué hacer. —el muchacho la miró con las cejas compactadas: Odiaba que ella usará sus propias frases en su contra.
—¿Tienes que ser así de salvaje conmigo siempre?
—Si es necesario para entablar una plática contigo, entonces sí.
Se quedaron en silencio completo hasta que Uraraka se dio cuenta de que nunca quitó la mano del brazo de Bakugo.
—Perdón.
—No es nada... —dijo Katsuki. Apretó los labios—. Uraraka.
—Dime.
—¿Tú crees que Izuku era alguien malo...? —la pregunta hasta la ofendió.
—¿Es un chiste? Izuku era la persona más amable, honorable y simpática que alguna vez haya conocido.
—Entonces, dime: ¿Por qué se lo estaban llevando como una bestia? —apretó los puños—. ¿Por qué se llevaron a mi amigo atado de manos y enjaulado en una caja si no era una amenaza para nadie...?
—Porque tenían miedo de que perdiera su razón de nuevo —los dos chicos voltearon a su derecha, donde Yaoyorozu se encontraba al lado del sillón—. No era una mala persona... no por naturaleza.
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Izuku Midoriya: El Primer Mestizo
Fiksi Penggemar«Las amenazas nunca se van, solamente se esconden.» Hay quien dice que la guerra se define por los bandos; Izuku Midoriya cree que se define por aquellos que luchan en esta, y con un mundo repleto de humanos y robots alienígenas, está claro que habr...