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jackie !
el camino a casa fue incluso más rapido de lo que esperaba. Y todo este lo hice con el pecho demasiado apretado.
me aterraba saber que Jacob estaba pasandolo mal por culpa de esos señores que hacemos llamar padres. Su voz temblorosa y su preocupacion me recordo a mi yo de siete años siendo castigada por el señor Diore, y no puedo permitirme quedar de brazos cruzados sabiendo que el esta ahi, solo y escuchando discusiones.
los gritos incluso se escuchaban desde afuera de la casa. Asi que fui un poco más astuta y no me meti por la puerta. Sabia que si entraba a casa ellos me verian y desquitarian su odio conmigo. Hubiese aguantado eso en otra situacion, pero ahora mi prioridad es mi hermanito.
corretee por el patio de casa y llegue hacia donde se suponia que esta la ventanita de mi cuarto. Me puse de cuclillas y golpee el vidrio de esta dos veces. Casi al instante Jacob la abrio y yo sin dudarlo mucho entre a mi cuarto por ella.
—si, pero... —hizo un puchero. —llevan horas gritando, pense que jamas vendrias.
su voz quebrada hizo que mi corazón se encojiera aun más. Me lastimaba demasiado verlo asi de triste, su carita de dolor me recuerda lo que aguanto dia a dia. Me recuerda por que no me escapo.
no podria irme sin el. No podria dejarlo solo en este infierno.
me agache para quedar a su altura y lo abrace con fuerza, lo senti encogerse sobre mi y comenzo a llorar. Pero a hacerlo de verdad, soltando pequeños hipidos. Haciendo que mi estupido corazón se rompiera en millones de pedacitos.
—hey, hey... —lo llame, no quiero que llore asi, me lastima demasiado. —rulitos, no llores.
—estan... estan gritando mucho. —sollozo, cubriendo sus orejitas. —¿cuando pararan? ¿cuando dejaran de gritar, jacks?.
—lo haran en un momento, tranquilo. —trate de calmarlo. —esta todo bien, ¿me oyes?. Todo esta bien, los dos estamos bien, eso es lo que importa.
el asintio y calmo un poco su respiracion. Sonrei solo para que creyera lo que dije y el apenas me devolvio la sonrisa. No pude evitar poner una mueca, necesito hacer algo para que este contento, aunque sea un rato.
los gritos de mis padres no tardaron en aumentar. Agudice un poco el oido para tratar de entender algo de lo que decian. Al parecer mamá perdio unos papeles importantes del señor Diore. Motivo suficiente para acabar con los nervios de ese imbecil.
solte un sonoro suspiro y los ojitos grises de Jacob se llenaron de lagrimas. Me apresure a abrazarlo de nuevo y a con algo de fuerza, cargarlo y subirlo a mi cama.
