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jackie diore 💒
En cuanto la veo, una sensación nauseabunda me invade de pies a cabeza. Ni de cerca estaba lista para volver a estar con ella en el mismo lugar.
Porque claramente, cuando la veo a ella. Lo veo a el, y veo todos los años que pase en aquel infierno.
Con tan solo fijar mis ojos en mi madre, recuerdo las veces que no me permitía comer por tener puesto en la cabeza aquel estereotipo idiota del "cuerpo perfecto". En cuanto vuelvo a tenerla enfrente, la sensación de que mi padre aparecerá detrás de ella para llevarnos de esta casa me invade. Y lo único que quiero hacer, es correr con Jacob e irnos de esta ciudad o de este país si es posible.
—Hija... —murmura al verme y quiere acercarse a mi, pero de inmediato me levanto del sillón con Jacob abrazado a mi. Y me alejo por completo de ella.
Mamá para en seco al ver mi reacción y un silencio incómodo nos rodea. Cosa que hace que tanto María como Vinnie se miren a la vez y sepan lo que tienen que hacer.
—Los dejaremos hablando solos. Cualquier cosa nos avisas, Jackie cielo —Maria me dice mientras pasa por mi lado y le hace señas a su hijo para que se levante.
Vinnie ni siquiera lo duda, se levanta y antes de caminar hacia donde su madre está. Se acerca a mi y deja un suave beso sobre mi cabellera y susurra:
—Haz lo que tengas que hacer, dile todo lo que tienes que decirle y se fuerte, Jacks. Confío en ti. Nunca dudes de eso
Lo miro de costado y asiento, el me regala una pequeña sonrisa que me asegura que sus palabras son reales. Y finalmente se va con su madre, dejándonos a Melinda, Jacob y a mi solos.
—Jackeline... —susurra, con lágrimas en los ojos.
Una punzada llega a mi pecho al escuchar ese nombre, porque esa es la forma en la que el señor Diore me llamo toda la vida. Y es aquel que tanto odio, porque básicamente me recuerda lo que sufrí en todos esos años. Porque me recuerda a el, y no quiero hacer tal cosa. No quiero tenerlo en mi cabeza, no se lo merece.
—Jackie, linda. Solo vine a hablar, no te llevaré a ningún lugar a menos que tú lo quieras. Que ustedes lo quieran —me dice, logrando que yo la mire con desconfianza.
¿Desde cuándo le importa lo que nosotros queremos?.
—¿Que quieres? —digo seca, aunque no me guste tratarla así. Ella siempre me trató mucho peor.
Veo el dolor en sus ojos pero no dice nada, solo se sienta y me da un pequeño asentimiento con la cabeza para que yo haga lo mismo enfrente de ella. No protesto y le hago caso, en cuento me siento en el sillón, Jacob se separa de mi y se coloca a mi lado para mirarla con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
