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jackie diore!
Estoy cansada.
He dicho esas dos palabras de una forma repetitiva a lo largo de mi vida, siempre creí que era solo cansancio físico, pero me equivoqué olímpicamente, ya que es más bien ese emocional. Aquel en el que encuentras en un maldito estado de shock y no puedes procesar bien lo que está pasando porque tú cerebro está saturado de tanto estrés.
La señora Hacker no deja de mirarme con pena, sin saber bien lo que nos ha pasado a Jacob y a mí. Vinnie no quiso contarle nada deo que pasó porque, según el, su madre es capaz de ir a mi casa a asesinar al señor Diore con sus propias manos.
Y a mí no me gustaría que la señora Hacker pierda su tiempo con ese hombre. No merece acabar en la cárcel si es que la policía la encuentra, por más que me encantaría que haga lo que tenga en mente con el señor Diore. Ella no merece tener ese fin.
Si por mi fuera, yo misma lo mataría. Le patearia el cráneo hasta desprenderle la cabeza del cuerpo.
—Cariño, ¿quieres comer algo? Estás pálida. — María me habla con un tono comprensivo.
Antes de intentar contestarle, Jacob se me adelanta y asiente con la cabeza.
—Si, por favor dele un poco de comida, no come desde hace días. — dice atropelladamente, logrando que las ganas de llorar me envuelvan.
María nos mira con los ojos cargados de lágrimas pero se apresura en asentir y en comenzar a cocinar algo. Vinnie hace un tiempo subió a su cuarto a tomar una ducha y a cambiarse de ropa, ya que está estaba machada de sangre.
Sangre de mi padre.
Me perturba lo gratificante que es decir eso.
Es majestuoso pero a la vez, es asqueroso, ya que mi ser de luz se atrevió a golpearlo tan solo para protegerme, se ensucio así mismo y se puso en peligro para ayudarme a mi. Y eso, tristemente, me llena de culpa.
Nunca nadie se atrevió a hacer algo parecido hasta que llegó el. Nunca nadie nos defendió del señor Diore.
Los vecinos de seguro escuchaban los gritos, porque en algunas ocasiones, la garganta llegaba a arderme de lo mucho que yo gritaba por ayuda.
Mis tías por parte de mi madre lo sabían, veían mis marcas, mis lágrimas y mi llanto inigualable, pero nunca hicieron nada.
Quizás mi madre también lo sabía.
Pero nunca nadie hizo nada.
Nadie nos ayudaba.
—¿Castaña?. — la voz de mi vinnie me saco de mis pensamientos. —¿Quieres, uhm, tomar una ducha?.
Giro a mirarlo con algo de duda y me lo encuentro con el cabello húmedo y con ropa ya limpia. Su cuerpo entero está tenso y su mandíbula está apretada, pero sin embargo, se encuentra mirándome con dulzura. Cómo siempre me mira, solo a mi.
—Uh, ¿puede ser más tarde? No... no me siento muy bien ahora. — susurro con pena, y sin más el asiente.
—Esta bien, linda. — murmura y entona su vista hacia Jacob. —¿Y tú campeón? ¿Quieres jugar conmigo? Tengo algunas cosas en mi consola.
Rio suavemente al ver cómo Jacob se funde más hacia mi y me abraza con fuerza, como si no quisiera soltarme por nada en el mundo.
Es lo que siempre sucede luego de que papá nos daña. En cada ocasión que pasa algo por el estilo, siempre somos solo los dos, Jacob y Jackie, juntos frente al mounstro. Ambos estamos el uno para el otro, ambos nos protegemos entre sí. Así lo fue toda la vida.
Y lo seguimos siendo, solo que ahora, tenemos un pequeño y maravilloso ángel que nos salvó de todo aquello que nos lastimaba.
—Ve a jugar con el, yo estaré bien. — le aseguro, besando su coronilla.
—¿Segura?. —pregunta y asiento. —Bien, pero si sucede algo, tu solo grita y yo vendré corriendo corte flash, ¿si?.
asiento de nuevo y el me suelta de a poco para girar a mirar a Vinnie, le enarca una ceja y sonríe con suficiencia.
—Jugare solo si tú estás preparado. — le dice con el ego más alto que slenderman.
Vinnie frunce el ceño.
—¿Preparado para que?. — pregunta, riendo por lo bajo.
—Pues para perder, duh. — le dice con obviedad y sin esperar nada más, comienza a caminar hacia la sala de estar. —¡Vamos, marginado!.
Que rápido agarra confianza Jacob.
Vinnie me da una mirada de confusión y yo me encojo de hombros sin saber que decirle, sin nada más que hacer, camina detrás de Jacob. Dejándonos así a María y a mi solas en la cocina.
El silencio se apodera de nosotras, pero no es uno incómodo, es más bien de esos reconfortantes.
Luego de unos segundos, María me pasa con delicadeza un plato repleto de comida. Hace algunos días que no ingiero más que agua y pellizco un poco de comida de uno u otro lugar, y al parecer, parezco hambrienta, ya que el plato es gigante y está hasta arriba.
—No se muy bien que es lo que te gusta, así que puse un poco de todo. — sonrie con dulzura. —Esos son los favoritos de Vinnie.
Señala una comida que desconozco y me muestra una sonrisa radiante, que me hace querer ponerme a llorar como una idiota.
¿Que me costaba tener una mamá así?.
¿Puedo abortarme a los 18 años? Yahoo respuestas.
—Gracias, muchas gracias, señora Hacker. — farfullo agradecida mientras ella me contempla apenada.
Carraspea con su garganta y antes de poder dar el primer bocado de su maravilla y tan rica comida, la escucho hablar.
—No se lo que te sucedió, y no los forzare a contarmelo, pero quiero que sepas Jackie, que eres muy fuerte y cada vez que tú y tu hermano necesiten un lugar en donde estar. En esta casa siempre serán bien recibidos. — me susurra con emoción. —Tu le devolviste el brillo y la alegría a mi hijo, hace años no lo veo así. Está será mi forma de agradecerte.
Me quedo sin habla y los ojos se me cristalizan debido a las lágrimas que tengo acumulas. Ella limpia las que comenzaron a caer en sus mejillas y hace un gesto con la mano, quitándole importancia.
—En fin, come, que te hará bien. — me sonríe abiertamente. —Ah, ¿Jackie, cielo?.
Me aclaro la garganta para poder contestarle y no quedarme mirándola modo tiesa.
—¿Si?. — le pregunto con un hilo de voz.
Alerta lágrimas: activadas.
—Bienvenida a la familia Hacker.
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cap sin tanto sufrimiento porque odio ver a Jackie mal 💘💘💘
